¡Ya 37 semanas de embarazo! El tiempo pasó volando, ¿no es cierto? Tomando en cuenta que a partir de esta semana tu embarazo se considera “a término” no deberías postergar más la realización de los cursos de preparto. Ya hablamos acerca de los cambios en el feto y la madre en la semana 37 de embarazo; hoy nos dedicaremos a la preparación para el parto.
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Cambios a las 37 semanas de embarazo
Recordemos brevemente los cambios durante el tercer trimestre:
- Aumento de peso más notable y rápido.
- Disminución de la cantidad de líquido amniótico.
- Notables movimientos del feto.
- Descenso y rotación del feto hacia la parte inferior de la pelvis preparándose para el nacimiento.
- Calambres en piernas y músculos.
- Fatiga.
- Dificultades respiratorias.
- Inflamación de los tobillos.
- Estreñimiento.
- Dolores en la espalda.
- Aumento de la frecuencia urinaria.
- Disminución del deseo sexual.
Y las recomendaciones que ya hemos dado:
- Caminar, flexionar las piernas.
- Aumentar la ingesta de leche y derivados.
- Dormir sobre el costado izquierdo.
- Si es necesario utilizar un cojín para embarazadas.
- Hacer ejercicio.
- Adoptar una alimentación rica en fibras y abundante líquido.
- Utilizar zapatos de tacón bajo.
- No realizar esfuerzos como levantar objetos pesados.
- Limitar las relaciones sexuales al final de la gestación, especialmente si hay riesgo de parto pretérmino.
¿Cómo nacieron los cursos de preparación para el parto?
Seguramente tú y tu pareja tienen muchas dudas acerca de lo que pueda suceder en las próximas semanas y más específicamente, el día del parto. Desde hace muchas décadas, la medicina ha descubierto que si las parturientas llegan mejor preparadas a este día, tanto física como mentalmente, y saben “qué hacer” en las distintas circunstancias, se ahorran muchos sinsabores y en los casos más extremos, también pueden salvarse muchas vidas.
Es importante que la pareja se prepare para el parto y los momentos posteriores al nacimiento. Tradicionalmente los padres han sido alejados de esta etapa, pero cada vez más la pareja participa y se acompaña mutuamente y los padres se involucran más en el nacimiento y crianza del bebé. Por otra parte, debemos decir que biológicamente hablando, el parto se va a producir; pero la maternidad y la paternidad se deben aprender pues más allá de lo instintivo hacia la protección de la cría, no existe tal cosa como los “sentimientos” parentales.
A comienzos del siglo XX, específicamente en 1914, el médico inglés Grantly Dick Read enunció su teoría del “parto sin dolor”. Según este científico, el dolor en el parto era resultado de la interacción entre tres factores: temor, tensión y dolor. El temor es causado por falta de información, y causa tensión en el organismo impidiendo la dilatación del cuello del útero, lo cual provoca el dolor.
A mediados del siglo XX otro médico, Fernando Lamaze, estaba utilizando un método de parto preparado que pasó a la posteridad con su nombre: método Lamaze o “curso psicoprofiláctico de parto sin temor”. Consiste básicamente en brindar a la pareja nociones de anatomía reproductiva, fisiología del parto, respiración, relajación y mantenimiento de un buen estado físico.
Hay diversas teorías para el parto en sí mismo, como el parto suave o método Leboyer, el parto instintivo o teoría de Odent que postula el parto en posición vertical o en el agua, pero dejemos ese tema para más adelante.
Ventajas del curso de preparación para el parto
El curso de preparación para el parto es un programa durante el cual tú y tu pareja recibirán apoyo y orientación acerca de la gestación, parto, puerperio y cuidados del recién nacido, junto con técnicas de relajación, autocontrol y respiración que tienen como objetivo reducir temores y tensiones y por lo tanto el dolor durante el parto.
Básicamente, los programas de preparación para el parto constan de siete a nueve reuniones de aproximadamente dos horas de duración cada una. Por eso, si te encuentras en las 37 semanas de embarazo estás en el momento justo como para iniciar el programa.
Los objetivos del programa son:
- Lograr un parto con menos complicaciones
- Promover y asegurar la lactancia materna.
- Promover la participación del otro miembro de la pareja así como su compromiso en el cuidado responsable del bebé
- Facilitar el trabajo de los profesionales encargados de atender el parto
- Reducir el uso de anestésicos.
- Orientar a las parejas para que reconozcan signos de alarma y complicaciones
- Orientar a la madre acerca de su fecundidad y enfermedades de las mujeres en edad fértil.
- Asegurar la permanencia del bebé dentro de los programas de vacunación y salud.
Qué otras cosas debes hacer a las 37 semanas de embarazo
Además del curso de preparación para el parto, debes tener listos tus documentos y estudios y todos los elementos que necesitarán tú y tu bebé para el parto.
Como mínimo debes disponer de:
- Dos pijamas o camisones
- Tres juegos de ropa interior.
- Un paquete de toallas higiénicas maternas.
- Una toalla para el cuerpo.
- Un par de pantuflas.
- Elementos de higiene y cuidado personal
- Dos juegos de camisetas o batitas para el bebé, de manga larga y manga corta, body o enterito, gorro.
- Un paquete de pañales desechables.
- Dos mudas completas de ropa de acuerdo a la estación
- Una toalla.
- Un jabón para bebé.
- Una manta de algodón.
- Una manta térmica pequeña.
Ejercicios para hacer a las 37 semanas de embarazo
Si quieres llegar aliviada y tranquila al momento culminante del embarazo, puedes seguir un plan de ejercicios suaves. Es importante consultar con el médico y cuidar la intensidad de los ejercicios, que debe ser menor que la habitual, evitando acalorarse.
Los ejercicios de relajación será muy útiles en el momento del parto. Prepárate para la relajación permaneciendo con los ojos cerrados, la boca entreabierta, la lengua relajada (sin tocar el paladar), los pies flojos. Trata de escuchar los latidos de tu corazón.
- Respira profundamente. Acostada en el suelo, con las piernas en alto, apoyadas en la pared o una escalera, permanece quince minutos en esta posición. Realiza dos veces por día.
- Estirada en el suelo o cama, coloca una almohada debajo de la cabeza y otra debajo de las rodillas, para que queden semiflexionadas. Procura la relajación completa por lo menos durante 5 minutos.
- Igual que el ejercicio anterior pero con dos almohadas bajo las rodillas y sin almohada bajo la cabeza.
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