Ser madre para cualquier mujer es un sueño que va más allá de lo tangible. Saber que eres capaz de engendrar a otro ser humano y proveerlo de los nutrientes suficientes para su formación, va más allá de cualquier cosa. Es por esta razón, que una vez cumplidas las 38 semanas de embarazo, debemos estar más alertas sobre todo nuestro entorno. Poder planificar con antelación la llegada de un bebé, bien sea por parto natural o cesárea, nos permitirá atesorar aún más la experiencia.
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Inicia la cuenta regresiva: tu recién nacido llegará pronto
Aunque muchas personas se rían de esto, la mayoría de las mujeres embarazadas comienza a contar el tiempo transcurrido en semanas. Esto sucede porque el bebé se va desarrollando muy rápidamente, por lo que a través de las semanas los doctores pueden registrar mejor su evolución.
Si ya superaste la barrera de las 38 semanas de embarazo, esto significa que tu cuerpo está casi listo para recibir a tu retoño. Durante este tiempo, es normal que el bebé comience a colocarse en la posición adecuada para poder llegar al mundo.
Es importante que trates de controlar tus nervios y emociones. Sabemos que este es un proceso muy delicado en la mujer y cualquier tipo de emoción fuerte, bien sea de alegría o tristeza, pudiera acelerar la llegada del bebé.
Así ha cambiado tu cuerpo a las 38 semanas de embarazo
Al cumplir ocho meses de embarazo, lo cual es el equivalente a llegar a tus 38 semanas de embarazo, tu bebé debería tener el tamaño de un pequeño melón. La capacidad de albergar un diminuto ser humano de esta medida, significa que nuestro cuerpo tuvo que sufrir algunos cambios:
- Aumento progresivo de tus senos.
- Ensanchamiento de tus caderas.
- Ansiedad típica de los cambios hormonales.
- Mucha madurez psicológica para darle la llegada al mundo de un ser tan pequeño.
- Hinchazón en miembros inferiores.
Apartando estos cambios, los cuales son típicos de un estado de gravidez, llegar a las 38 semanas de embarazo le da la bienvenida a otros. Entre los más destacados, podemos mencionar
Contracciones
Durante este período de tiempo, es completamente normal que comiences a experimentar ciertos dolores punzantes en el área de tu pelvis. Si esto sucede no te debes alarmar. Esto es un indicio de que tu bebe y tu cuerpo se están sincronizando para la gran llegada. Recuerda respirar profundo y prepárate muy bien para esta situación, sin importar si elegirás el parto natural o cesárea.
Insomnio
Al tu vientre haber alcanzado grandes dimensiones, puede que en la noche te cueste un poco conciliar el sueño. Las emociones fuertes e incluso la ansiedad previa a la llegada de tu bebé, pueden hacer que te cueste un poco dormir toda la noche. Para esto te recomendamos baños relajantes y el uso de aceites esenciales.
Inflamación en miembros inferiores
Si observas que tus tobillos y piernas están más inflamados de lo normal, no te alteres. Debido a la presión que ejerce tu bebé en la pelvis, es normal que la sangre se acumule en estos miembros.
Cuando esto suceda, los expertos recomiendan que tomes varios descansos a lo largo del día. También es importante que una vez que llegues a tu casa coloques las piernas en alto, esto ayudará a que la inflamación baje y te sientas mucho mejor.
Sensibilidad en el vientre y la barriga
Durante ocho meses, tu cuerpo se tuvo que adaptar a los cambios físicos que generan la llegada de un bebé. Por esta razón, es completamente normal que experimentes cierta picazón en el área del vientre y la barriga.
Para que esta situación mejore, te recomendamos hidratar muy bien tu piel. Esto disminuirá las salidas de estrías y otorgará firmeza a tu piel. Es importante que este consejo lo realices desde los primeros meses de gestación, de esta manera la sensibilidad habrá mermado al llegar a las 38 semanas de embarazo.
¿Cuál parto debes elegir?
Debido a que es un momento de total conexión con tu bebe, elegir el parto adecuado es esencial para ambos. Sin importar los consejos que recibas, debes saber escuchar a tu cuerpo y elegir el tipo de parto que mejor se ajuste a tus necesidades.
Entre la clasificación encontramos aquellos en los que puedes utilizar ciertos medicamentos para disminuir el dolor. También, están presentes aquellos donde la naturalidad es la bandera por excelencia.
Parto Natural
Durante este proceso no se estila el uso de medicamentos. Esto permite que tanto la mamá como el bebé realicen el acto con total tranquilidad.
Dar a luz en agua
Cuando se elige el agua, la cual debe estar a una temperatura promedio de 37 grados, el bebé nace totalmente relajado. Esto se debe a que el agua caliente disminuye los dolores y aporta tranquilidad al proceso.
Parto normal con anestesia
Permite vivir la experiencia de un parto normal, pero aplicando medicamentos para disminuir los dolores. La posibilidad de optar por este tipo de parto reside en las características y necesidades de cada mujer.
Parto en cuclillas
La posición ayuda a que el parto finalice lo más rápido posible. Gracias a la fuerza de gravedad ejercida al estar de cuclillas, el bebé podrá llegar al mundo de manera más sencilla.
Cesárea
Es utilizado cuando el bebé no se encuentra en la posición correcta o surgen contratiempos de última hora. El proceso consiste en una incisión en el abdomen para poder sacar al bebé.
Checklist previo a la llegada del retoño
Cada vez falta menos para conocer al amor de tu vida, por eso debemos realizar algunos chequeos previos. Antes de finalmente dar a luz, es importante que te realices exámenes que ayudarán a determinar si las condiciones están óptimas para la llegada de tu bebé:
- Monitoreo fetal.
- Exploración vaginal.
- Consulta médica completa.
- Exudado.
En líneas generales estas son todas las cosas que debes tener presentes a las 38 semanas de embarazo. Si necesitas más información con solo pedir ayuda a tu médico y contar con el apoyo de tus familiares y amigos es suficiente. Deseamos que tengas una experiencia fabulosa. ¡Felicidades, futura mamá!
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