Todos sabemos el trabajo que puede llegar a costar que los niños coman sano. Y da igual si somos padres o no, porque no hace falta tener niños en casa y estar a cargo de su alimentación para saber que suelen ser enemigos de verduras, hortalizas y similares y, en su lugar, prefieren cuantos más dulces mejor. Pasta, pizza, hamburguesas y, en general, cualquier forma de comida rápida, muy vistosa, muy sabrosa y también muy ricas en grasas suelen ser las opciones de alimentos que hacen que sus ojitos se iluminen.
Pero, ¿qué podemos hacer como adultos? ¿Podemos lograr que los niños coman sano sin tener que estar detrás de ellos todo el día discutiendo? Por supuesto que sí. Al final, ocurre lo mismo que con nosotros, los adultos. A nadie le amarga un dulce, está claro, pero cuando descubrimos que también hay opciones muy deliciosas y sanas, conseguimos que nuestra alimentación mejore y, por tanto, también nuestra salud. Porque el hecho de que los adultos o los niños coman sano no es mero capricho. Al contrario. Esto reporta beneficios increíbles sobre la calidad de vida de una persona, desde mejorar su autoestima hasta tener un sistema inmunológico más fuerte. Hazles un favor a los peques y enseña a que los niños coman sano desde una edad muy temprana. Cuanto antes mejor.
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El primer paso para que los niños coman sano: predica con el ejemplo
No nos cansamos de decirlo cuando te damos trucos para cualquier tema relacionado con cambios hábitos de los niños. Si quieres que lean, lee tú. Si quieres que hagan ejercicio, hazlo tú también. Si quieres que usen menos el móvil, apágalo tú también. Y, por tanto, si quieres que los niños coman sano, sé tú el primero en mostrar que una alimentación deliciosa también puede estar compuesta por ciertos alimentos muy saludables.
Por tanto, prepara las mismas comidas para todos y come lo mismo que quieras que coman los niños. Muéstrales que disfrutas y sobre todo no te quejes, no utilices la comida como un castigo o un capricho. Enséñales a tener una actitud sana con la comida y, para ello, el primer paso es que tú también te comportes de esta manera y te relaciones con la comida de una forma sana. Si crees que tú también tienes algún tipo de problema en este sentido, trata de resolverlo antes de incidir en que los niños coman sano, porque, como te decimos, es super importante que prediques con el ejemplo.
Las verduras no son un castigo y las chucherías no son una recompensa
Como padres o como adultos responsables a cargo de los niños, es muy fácil caer en este ejemplo. Quizá porque también con nosotros lo han hecho cuando éramos pequeños o quizá porque incluso a nosotros mismos nos gusta darnos un “caprichito” a veces a modo de comida. Y no está mal, siempre que sepamos ya cómo relacionarnos de forma sana con la comida. Pero, en el caso de que estemos en esa etapa de enseñar a que los niños coman sano y que logren mejorar su alimentación, es importante que no la utilicemos como moneda de cambio.
Evita expresiones del tipo “si te comes las espinacas mañana cenamos una pizza” o “si sacas buenas notas en los exámenes te compro una palmera de chocolate el domingo”. Es cierto que es una buena forma de conseguir que mejoren en otros ámbitos, pero, aunque no sea tu intención, en realidad le estarás lanzando el mensaje de que la comida insana es un premio y un deseo que se debe perseguir. Y así, desde luego, no vamos bien. Trata de recompensar o castigar con bajar al parque, con dejarle que elija una peli o con ir un día a la playa, pero nunca con la comida o con otras actividades como leer o similares.
Échale imaginación: dale sabor a tus preparaciones
Una lechuga, sin más, no tiene sabor. Es cierto, a nadie le resulta lo más apetecible del mundo. Sin embargo, una lechuga bien aliñada, con aceite de oliva, con un poquito de sal e incluso con un sazonador de especias bbq puede conseguir que el niño disfrute muchísimo con estas comidas. Aderézalas con aceitunas negras y verdes, con un poquito de cebolleta bien picada y con trocitos de mandarina y tomate y tendrás una ensalada muy completa, con muchísimo sabor y con un montón de vitaminas, combinando hortalizas y frutas.
¿Quieres más ideas para aderezar este tipo de comidas? Un alimento soso puede ganar mucho sabor con pequeños gestos, como añadirle una cucharadita de café con guacamole y otra cucharadita de café con ricotta. Seguro que nunca se te había ocurrido y alucinarías con el sabor que le dan estos ingredientes que, además, son también super sanos.
Las tecnologías también pueden ser tus aliadas
¿Sabes que hay vídeos en Youtube, enfocados para niños, que hablan sobre lo divertida que puede ser la comida sana? Sería una buena idea que buscaras algunos, porque, al final, es una forma de hablar su propio lenguaje y seguro que a sus youtubers favoritos los escuchan más que a ti. Es una pena, sí, es cierto, pero es una buena manera de implicarles con su alimentación y hacerles entender la importancia de comer bien.
También puedes buscar cuentos que hablen sobre este tema, incluso animarles a escribir sus propias historias o, mejor hacerlo juntos. ¿Qué te parece si elaboráis entre los dos un recetario de comidas saludables? No se lo vendas como “sano”, dile que quieres hacer un recetario de comidas de casa y ve filtrando tú los ingredientes que elige. Será un recuerdo muy bonito para la posteridad y le ayudarás al peque a aprender más sobre alimentación, a implicarse con su nutrición y a aprender a comer más sano.
Busca apoyos, es imprescindible para que los niños coman sano
Por último, para que los niños coman sano, es muy importante que el entorno acompañe. Y en el fondo esto es mucho más fácil de lo que crees, porque al final es algo que siempre supone un deseo común entre aquellos que tienen a su cargo a un niño. ¿Qué padre prefiere que su hijo coma chocolatinas en lugar de naranjas? Ninguno, estamos seguros. Por eso, es muy importante que entre todos luchéis por un objetivo común, que es enseñar a esta nueva generación a comer mejor.
Para ello, puedes hablar con los otros padres para que, entre todos, llevéis un tipo de iniciativas en común. Seguro que los niños luego hablan también sobre lo que comen en casa y se cuentan lo ricas que estaban las espinacas con jamón de ayer o el sabor tan potente de la ensalada con guacamole. Podéis organizaros a través del grupo de Whatsapp del cole y así, al menos, sacarle una utilidad. Por supuesto también en el cole os deben ayudar, así que sería interesante que hablaras con sus profes para que introduzcan, de la mejor manera didáctica, el modo de enseñar a los niños a comer mejor y a tener una relación más sana con su alimentación y por tanto estar más saludables ahora y en el futuro.
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