El legrado uterino es un procedimiento ginecológico, que tiene como objetivo estudiar, tratar o extraer la capa interna del útero llamada endometrio. Es una de las intervenciones más frecuentemente empleadas en la mujer, pero en la actualidad nuevos medicamentos y tecnologías brindan opciones alternativas a este procedimiento.
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Quizás de pensar en la palabra legrado ya la estás asociando al aborto ya sea espontáneo o por decisión voluntaria de interrumpir el embarazo. Esta apreciación no siempre es real, porque el legrado tiene otras aplicaciones en el campo de la ginecología. En este artículo comentaremos sobre el mismo, sus indicaciones y evolución posterior.
Contenido
1.- ¿Qué es el legrado uterino?
El legrado, también llamado raspado del útero o curetaje, consiste en limpiar o raspar la mucosa interna del útero llamada endometrio. Es considerado una cirugía menor y se efectúa empleando anestesia general ligera, regional o local.
Para su ejecución se dilata el cuello uterino mediante el uso de fármacos o de forma mecánica con sondas de diferentes diámetros, hasta que se logre una dilatación aproximada de 10 milímetros.
Esta abertura es suficiente para introducir una cureta o legra con la que se efectúa el raspado de la mucosa. También se puede extraer parte o toda la mucosa por aspiración mediante la introducción de una sonda conectada a una bomba de aspiración.
Hoy en día hay varillas que disponen de una cámara en su extremo que permiten dirigir el raspado mejorando la eficiencia y evitando complicaciones. También posibilita la coagulación de las heridas mediante calor en su extremo.
Esta intervención es corta con una duración entre los 10 y 15 minutos.
2.- ¿Cuáles son los tipos de legrado que existen?
El procedimiento que se ejecuta durante un legrado uterino es similar al descrito anteriormente, pero de acuerdo a las indicaciones del mismo se clasifica en tres tipos fundamentales: obstétrico, ginecológico y puerperal.
Legrado obstétrico
Es cuando el legrado obstétrico es cuando está asociado a una gestación, en estos casos puede efectuarse por aspiración o por raspado del endometrio. Puede obedecer a que la mujer desea interrumpir voluntariamente su embarazo, a que es una indicación médica por problemas de salud relacionados con la madre o el feto o cuando se considera necesario después de un aborto espontáneo incompleto o retenido.
Este último caso es la causa más frecuente de legrado ya que aproximadamente el 10% de los embarazos son perdidos.
El legrado uterino por aspiración es el más empleado en los centros de interrupción voluntaria del embarazo. Es una práctica muy sencilla, rápida y segura en gestaciones de menos de 12 semanas. Cuando se emplea esta alternativa no es posible el estudio por anatomía patológica del producto extraído.
Como elección voluntaria para terminar un embarazo no deseado, puede hacerse entre la sexta y la decimocuarta semanas. No obstante, por sus riesgos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) desaconseja este método a menos que la aspiración manual no se pueda realizar, lo cual sucede después de la semana 12.
Empleando ecografía se puede diagnosticar un aborto tan temprano como en la semana 6 de gestación. En ese momento aún es posible intentar la expulsión del concepto mediante el uso de fármacos que provoquen contracciones y haga que se expulse.
Legrado ginecológico
El legrado ginecológico se efectúa básicamente como legrado diagnóstico o legrado terapéutico. Como su nombre indica en el primero su objetivo es diagnosticar y en el segundo es tratar alteraciones del endometrio.
Estaría indicado para tomar muestras del endometrio por la aparición de sangramientos después de la menopausia o ante la sospecha de cáncer u otras alteraciones. También se puede emplear para controlar un sangramiento abundante, para eliminar pólipos, alteraciones en la mucosa secundarias a cambios hormonales y otras situaciones que así lo hagan recomendable.
En las interrupciones voluntarias de embarazo como en los abortos se le suelen brindar a la paciente la alternativa de tratamiento farmacológico del aborto.
Legrado puerperal
Esta aplicación del legrado uterino después del parto en los países desarrollados es casi inusual porque existen otras opciones farmacológicas efectivas y seguras. Sin embargo en los países de menores ingresos se puede producir una hemorragia después del parto y ser necesario un legrado puerperal.
Lo anterior puede ser producto de retenciones de pequeños fragmentos de placenta o membranas dentro del útero. Es una forma de limpiarlo.
3.- ¿El legrado es doloroso?
El legrado no es nunca un procedimiento agradable, y se puede sentir cierto malestar pero como se emplea anestesia general, las molestias no son significativas. Más importante son los efectos psicológicos que produce en la mujer tanto cuando se decide la interrupción voluntaria como cuando es indicado medicamente ya sea por aborto incompleto o por razones de salud.
Está claro que para las mujeres siempre es un evento traumatizante, si bien la operación es realizada bajo el cuidado de un ginecólogo y dura muy poco tiempo. El riesgo de sufrir complicaciones luego de haber sido realizado un legrado no es grande.
No todas las mujeres reaccionan de igual manera ante el legrado, ni tienen la misma capacidad física de controlar el dolor o la preparación sicológica para enfrentarlo. El procedimiento habitualmente demora unos 15 minutos en llevarse a cabo, con molestias posteriores mínimas y la recuperación rápida.
4.- Complicaciones de un legrado
Las complicaciones de un legrado no son frecuentes. Es normal presentar sangramiento vaginal o calambres pélvicos después de algunos días de haberse realizado. Otra complicación es el riesgo de infección, pero todas son transitorias y se curan fácilmente con el uso de antibióticos orales.
Sólo en situaciones muy específicas puede existir alguna complicación de mayor envergadura. Estas aparecen por lo general si la mujer tiene el cuello del útero demasiado estrecho o irregular, o si padece de algún tipo de infección no tratada y también cuando ha sufrido cirugías con anterioridad.
Entre las complicaciones más severas está la lesión en el cuello del útero, pero aun así puede tratarse con la aplicación de medicamentos y suturas. Dentro de otras posibles afecciones está la más temida la perforación del útero, daños al endometrio causados por el procedimiento, y las llamadas adhesiones intrauterinas o síndrome de Asherman.
5.- Recuperación después de un legrado
Después de que se efectúa el legrado como se describió anteriormente, se mantiene la mujer bajo observación para la recuperación de la anestesia. Durante ese tiempo la enfermera seguirá su temperatura, pulso, y presión arterial. Se aprecia si tiene sangramiento vaginal. Si todo evoluciona favorablemente entre 4 y 6 horas puede regresar a su casa.
Al salir del hospital no es conveniente que conduzca un auto, debe esperar a conducir hasta el día siguiente.
Luego de haber sido sometida a un legrado, la mujer puede incorporarse a su vida cotidiana en cuestión de unos pocos días. La recuperación es bastante rápida y se pueden emplear medicamentos antiinflamatorios para aliviar el dolor y los calambres en caso de existir.
Se recomienda que no se utilicen tampones, ni se realicen duchas vaginales, ni baños en bañera. Tampoco deben mantenerse relaciones sexuales durante al menos una semana y mejor dos semanas luego del procedimiento, para evitar la aparición de infecciones.
Las molestias que se sienten horas después de realizado el legrado se asemejan a los dolores menstruales, conque será fácil sobrellevarlos y recuperarse realizando reposo, y no haciendo esfuerzos físicos exagerados. Luego de un período de dos ciclos menstruales la mujer puede quedar embarazada nuevamente sin ningún problema.
6.- Cuidados luego de un legrado
Luego de realizado el legrado la mujer debe extremar los cuidados, pues si bien lo normal es que al siguiente día puede incorporarse poco a poco a su rutina de actividades cotidianas. Debe mantenerse atenta a señales como dolores pélvicos o sangramientos, y en caso de presentarse es recomendable el uso de toallitas sanitarias y en el caso de ser profusos visitar al ginecólogo.
Puede ser normal que la mujer en este momento se sienta triste, con poco ánimo y en ocasiones deprimida. En estos casos es prudente buscar ayuda emocional sea con un profesional, o con el apoyo de amistades, familia o pareja.
La mujer, puede sentir miedo de volver a sufrir un aborto, sin embargo la verdad es que puede quedar perfectamente embarazada, y culminar su nueva gestación sin problemas, siempre y cuando se sienta segura y confiada. Para ello debe tener una red de apoyo emocional que la ayude a eliminar el estrés.
Si se desea quedar embarazada nuevamente, el tiempo apropiado de espera oscila entre los tres meses en dependencia de la recuperación de la mujer y los cuidados que haya mantenido luego de realizado el legrado.
El cuidado de la mujer luego de haberle sido practicado un legrado es tan importante como el mismo procedimiento. De esto dependerá en gran parte su recuperación y evitar una infección.
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