Durante los 9 meses de dulce espera, es natural que te preguntes una y mil veces si tu embarazo se desarrolla normalmente. Y esto es completamente comprensible porque se trata de tu salud y la del pequeñito que crece en tu interior.
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Trataremos aquí de aclarar algunas de tus dudas y responder a esas preguntas que tanto te inquietan. También te ofreceremos algunas recomendaciones que te ayudarán a enfrentar mejor esta etapa tan hermosa, maravillosa y compleja.
Contenido
- 1 ¿Cuáles son los
indicadores de que tu embarazo se desarrolla normalmente?
- 1.1 Una aclaración necesaria…
- 1.2 1. Ganancia de peso si tu embarazo se desarrolla normalmente
- 1.3 2.- Altura uterina y la ganancia de peso estimada de tu pequeñín
- 1.4 3.- Presión sanguínea y los indicadores hematológicos y bioquímicos
- 1.5 4. Alteraciones o malformaciones genéticas
- 1.6 5.- No complicaciones en el desarrollo del embarazo
- 1.7 6.- Hábitos de vida saludables
¿Cuáles son los indicadores de que tu embarazo se desarrolla normalmente?
Pueden existir criterios muy diversos sobre los indicadores para conocer si tu embarazo se desarrolla normalmente, tratando de sintetizar las opiniones de numerosos expertos, entre los más importantes se encuentran:
- Mantener la ganancia de peso adecuada para cada una de los periodos del embarazo.
- Que la altura uterina y la ganancia de peso estimada de tu feto se comporte acorde con lo esperado.
- Cuando tu presión sanguínea y los indicadores hematológicos y bioquímicos se mantengan en valores normales.
- Que los ultrasonidos e indicadores sanguíneos no revelen ninguna alteración o malformación genética.
- Cuando no tengas antecedentes o desarrolles ninguna complicaciónque pueda ocasionar un embarazo de alto riesgo o un parto prematuro.
- Adoptar un estilo de vida saludable, excluyendo el consumo de drogas, alcohol y tabaquismo.
Una aclaración necesaria…
La duración de un embarazo normalmente es de 40 semanas, contados a partir del primer día de la última menstruación. Este tiempo se divide en tres etapas, llamadas trimestres y, como su nombre lo indica, están compuestas por períodos de tres meses.
El primer trimestre de tu embarazo dura 12 semanas, el segundo se cuenta desde la semana 13 hasta la 27 y el tercer y último cuatrimestre de la semana 28 hasta las 40 semanas.
1. Ganancia de peso si tu embarazo se desarrolla normalmente
En la primera consulta antenatal tu médico evaluará la ganancia estimada de peso durante tu embarazo acorde con tu peso en ese momento, tu altura y tu Índice de Masa Corporal.
La ganancia de peso si tu embarazo se desarrolla normalmente se estima entre 11.5 a 16 kilogramos (25 y 35 libras). Si la mujer tiene sobrepeso u obesidad no debe ser superior a los 11 kilogramos.
Cuando tu peso inicial se acerca al ideal de forma general se estima que la ganancia en el primer trimestre (0-12 semanas) debe estar entre uno y dos kilogramos. En el segundo trimestre (13-24 semanas) entre 3 y 4 kilogramos y en el tercer trimestre (25-40 semanas) alrededor de 8 kilogramos.
2.- Altura uterina y la ganancia de peso estimada de tu pequeñín
En las consultas prenatales después de las 12 semanas de gestación te realizarán el examen obstétrico abdominal. Y a partir de que sea posible definir el fondo uterino se estimará la altura uterina desde el borde superior de la sínfisis pubiana.
A partir de las 18 semanas y hasta las 32 semanas, en general se corresponde la altura uterina con su medición en centímetros. El útero crece 4 centímetros por mes. La altura uterina permite estimar la edad gestacional, el peso del feto y sospechar de afecciones relacionadas con el feto o el líquido amniótico.
En cada control prenatal a partir de las 28 semanas, se hace una estimación del peso fetal. La estimación del mismo se corresponde con la que se efectúa mediante ecografía del feto, con un error en ambas de un 10%.
Si tu hijo aumenta demasiado de peso su riesgo de muerte alrededor del nacimiento es tres veces superior en su etapa perinatal y sus posibilidades de padecer obesidad y trastornos metabólicos aumenta.
También será posible escuchar los latidos cardíacos de tu pequeñito con un estetoscopio especial a partir de las 18 semanas y con ultrasonido con Doppler desde las 11 a 12 semanas de embarazo.
3.- Presión sanguínea y los indicadores hematológicos y bioquímicos
En las consultas prenatales se evaluará tu estado de salud general. Si luego de tener retraso en la menstruación, el test de embarazo da un resultado positivo, lo primero que debes hacer es acudir a tu médico para que te indique las primeras pruebas y te remita al ginecólogo.
Debes acudir cuanto antes, incluso si te sientes bien. De esta forma el ginecólogo podrá hacerte una historia clínica, en la que incluirá tus antecedentes de salud y los de tu familia, así como tus hábitos de vida. También verificará tu tensión arterial en cada visita.
La primera prueba consiste en una exploración física, para determinar los posibles riesgos de tu embarazo. Luego le siguen una serie de pruebas de rutina que incluyen:
- Análisis de sangre, y de funcionamiento hepático y renal, glicemias, grupo sanguíneo, Rh y prueba de Coombs indirecto (para descartar la existencia de anticuerpos en tu sangre que pudieran destruir los hematíes del feto)
- Prueba para verificar tu estado inmunitario, y determinar si tienes toxoplasmosis, rubéola, sífilis o VIH.
- Análisis de orina para descartar infección renal.
En especial se controlará los niveles de glucosa en sangre para prevenir el desarrollo de la diabetes gestacional y la presión arterial para prevenir la preeclampsia y eclampsia.
4. Alteraciones o malformaciones genéticas
Cuando el embarazo se desarrolla normalmente y no hay antecedentes de problemas genéticos lo usual es que se realicen tres ecografías o ultrasonidos.
- La primera, entre la semana 8 y 12 para confirmar el tiempo de embarazo y si es uno o más embriones, su localización y vitalidad.
- La segunda, entre la semanas 18 y 21 para detectar posibles malformaciones.
- La tercera, entre la semanas 32 y 34 para ver la maduración del feto, tu placenta y el líquido amniótico.
Simultáneamente con la segunda ecografía en los programas de cribado de cromosopatías se calcula el posible riesgo teniendo en cuenta la edad de la gestante, los resultados de la ecografía y los marcadores bioquímicos en la sangre materna. Entre ellos el estudio del ADN fetal libre circulante ha incrementado la efectividad en la detección de algunas alteraciones de los cromosomas.
En los casos donde se determina un alto riesgo de alteraciones morfológicas y cromosómicas puede ser necesario el uso de técnicas invasivas.
5.- No complicaciones en el desarrollo del embarazo
Aunque durante el embarazo se presentan varios síntomas que son normales, como falta de aire o náuseas, debes mantenerte atenta a otros que alertan de posibles complicaciones, como son:
- Sangrado vaginal.
- Goteo constante o flujo repentino, que puede indicar romper aguas de forma prematura antes de las 37 semanas.
- Contracciones uterinas prematuras o dolor abdominal persistente.
- Si el feto deja de moverse por más de 24 horas después de la 20ª semana.
- Dolor de cabeza persistente.
- Visión borrosa o doble, así como otros trastornos visuales.
- Desmayos o vértigos
- Aumento de peso por encima de los 0.9 kg por semana.
- Hinchazón de la cara.
- Vómitos frecuentes y por más de tres días.
- Escalofríos, fiebre, molestias al orinar o diarreas.
Ante cualquiera de estos síntomas, acude a consulta médica. Una atención preventiva y responsable te ayudará a tener un embrazo seguro.
6.- Hábitos de vida saludables
Mantener una dieta equilibrada es fundamental para tu salud y la del bebé. Para que tu alimentación sea completa debe incluir los cuatro grupos:
- Pan, cereales y patatas.
- Frutas y hortalizas.
- Leche y productos lácteos.
- Carne, pescado y legumbres.
Debes complementar tu alimentación con meriendas sanas, fundamentalmente frutas y vegetales frescos. También es recomendable que tomes suplementos diarios que contengan ácido fólico, pues este reduce las posibilidades de que tu hijo tenga problemas en la médula espinal. Igualmente debes incrementar los alimentos que contengan calcio.
Es recomendable reducir el consumo de café, hasta sólo tres tazas diarias. Las bebidas alcohólicas están contraindicadas durante el embarazo, pues puede provocar daños al feto.
No fumes ni te expongas al humo de los demás. Tanto la nicotina como el monóxido de carbono pasan directamente de la sangre tuya a la del bebé y limita la cantidad de oxígeno y nutrientes que recibe tu pequeño. Si fumas, lo ideal es dejar de hacerlo de inmediato.
Aunque realizar ejercicios moderados es saludable, debes evitar realizar ejercicios fuertes, que te cansen o te dificulten la respiración. Siempre que te ejercites bebe mucho líquido y chequea tu temperatura corporal, procurando que no se eleve.
En el caso que requieras tomar algún medicamento, primero consulta a tu médico. Existen fármacos que están contraindicados durante el embrazo y pueden afectar el desarrollo de tu hijo.
Otra de las preocupaciones comunes a esta etapa es conocer si puedes tener relaciones sexuales. Si tu embarazo evoluciona normalmente, esto no ocasionará ningún problema, más bien todo lo contrario. Si aparece dolor o hemorragia vaginal, flujo o contracciones uterinas consulta al médico en este sentido.
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