Si tienes un hijo adolescente, la mejor forma de enfrentar su tránsito hacia su adultez es el apoyo de los padres. Debes de aprender sobre esta importante etapa y estar preparado para hacerles frente a los disímiles retos a los que tendrás que enfrentarte.
Es un periodo en que los adolescentes son muy vulnerables a la influencia de conductas de riesgo o dejarse llevar por la presión del grupo y caer en tentaciones que pueden implicar serios problemas económicos, sociales y de salud.
La atención a los adolescentes es un problema de la sociedad, de la salud pública y de la familia. Hoy vamos a referirnos al papel de los padres para potenciar los factores protectores y contribuir a que tu hijo transite por la adolescencia sin percances y aprovechando las oportunidades para convertirlo en un hombre o una mujer de bien.
Contenido
- 1 ¿Qué sucede en el cerebro del adolescente?
- 2 ¿Cómo ayudar a tu hijo
adolescente?
- 2.1 Instruir a tu hijo sobre los cambios de su cuerpo
- 2.2 Comunicación abierta entre padres e hijos
- 2.3 Motívalo a ser él mismo con autonomía e independencia
- 2.4 Fija límites y establece normas apropiadas
- 2.5 Disfrutar el presente en todos sus componentes
- 2.6 Eleve su autoestima, resalte sus fortalezas y confíe en el adolescente
- 2.7 Enseña al adolescente a controlar la tristeza, la ira y la frustración
- 2.8 Respetar su intimidad y privacidad
- 2.9 Salud sexual y responsabilidad reproductiva
- 2.10 Alertar al adolescente sobre las conductas peligrosas y sus consecuencias.
- 2.11 Saber identificar las señales de alarma en el adolescente
- 3 Y para concluir…
¿Qué sucede en el cerebro del adolescente?
Como explicamos en el artículo de Canal Chupete previamente citado, los cambios durante la adolescencia tanto morfológico, como fisiológicos y psicológicos son notables. Pero el cerebro del adolescente sigue madurando y cambiando por lo que nunca podremos esperar que en esta etapa el joven piense de igual manera que un adulto.
Esta conducta está relacionada con los lóbulos frontales del cerebro ya que estos son los últimos en completar su desarrollo y lo hace después de los veinte años. Estos lóbulos juegan un papel determinante en la coordinación y la toma de decisiones complejas, en la capacidad de análisis y determinación entre varias opciones, en la evaluación de las consecuencias de sus actos y en el control de los impulsos. Los adolescentes carecen de la capacidad de evaluar el panorama completo y de aplicar las decisiones de forma inmediata.
La forma en que funciona el cerebro adolescente es muy compleja, pero lo más importante es que ellos conozcan de estas particularidades para que estén conscientes de que sus decisiones pueden tener consecuencias y en algunos casos muy negativas.
Los investigadores del funcionamiento cerebral consideran que el desarrollo incompleto del lóbulo prefrontal del cerebro y la falta de experiencia conlleva a que el joven no pueda calcular adecuadamente los riesgos de una conducta determinada.
Para evitar riesgos es posible que los adolescentes sigan la lógica, pero muy frecuentemente puede suceder que las emociones fuertes y la impulsividad sigan prevaleciendo en la toma de decisiones. Si los jóvenes conocen sus propias limitaciones pueden manejar mejor estas conductas.
Diversos autores coinciden en afirmar que la adolescencia no es solo una etapa de vulnerabilidad sino también de oportunidad.Ello se puede lograr si los adolescentes son ayudados a enfrentar los riesgos, a atenuar sus debilidades y a prepararlos para que sean capaces de desarrollar sus potencialidades. Lo más importante es que el joven consolide una identidad propia y se haga independiente.
¿Cómo ayudar a tu hijo adolescente?
De la conducta abierta, franca, sincera, cómplice y orientadora de los padres, dependerá en gran medida el exitoso tránsito de tu adolescente hacia la adultez.
A continuación las principales recomendaciones a tener en cuenta para ayudar a tu hijo adolescente:
Instruir a tu hijo sobre los cambios de su cuerpo
La pubertad es un proceso normal del ciclo vital, es necesario que tanto lasn hembras como los varones conozcan de tu boca todo lo que esto implica. Dejar a un lado los complejos y los tabúes y abordar de forma objetiva y abierta lo que implica y los nuevos riesgos a los que se enfrentaran.
Cuanto más preparados estén, mejor podrán hacerle frente a sus nuevos retos.
Comunicación abierta entre padres e hijos
Ningún tema debe ser obviado entre padres y adolescentes. No importa lo sensible que puedan ser, temas como la masturbación, las preferencias sexuales, las drogas, el alcohol, la fidelidad, el machismo, el acoso sexual y muchos más deben ser abordados sin tapujos.
La confianza y el intercambio no influyen en el respeto y la autoridad de los padres sobre los adolescentes.
Motívalo a ser él mismo con autonomía e independencia
El tránsito hacia la adultez implica la necesidad de ser autónomos e independientes, no se trata de representar un papel para complacer a padres y a los que lo rodean. Es una etapa en que se debe de expresar sus aspiraciones, motivaciones y valores. Déjalo ser él mismo, no lo que deseen los demás. Puede parecer un poco egoísta pero es importante que el adolescente se muestre tal cual es, y que los padres lo acepten y lo incluya tal cual es.
Fija límites y establece normas apropiadas
Definir metas realistas, apropiadas a la edad y responsabilidad del adolescente es una de las mejores formas de ayudarlo. Estos límites se pueden ir modificando gradualmente por ejemplo los horarios de regreso a casa, de uso de electrónicos, las horas de sueño, las notas y otros muchos.
Lo más importante es que sean razonables, y que facilite la independencia del joven y que en la medida que su comportamiento lo merezca los mismos se pueden ir modificando. De esta manera el adolescente va adquiriendo mayor responsabilidad pero de forma controlada.
Disfrutar el presente en todos sus componentes
En numerosas ocasiones los padres ejercen presiones excesivas sobre los adolescentes, obligándolos a sacrificar su juventud en aras de su futuro. La adolescencia es una etapa en la que se deben combinar de forma armónica los estudios, la actividad física o deportiva, la actividad social, actividades de desarrollo personal junto con los amigos, la recreación y el ocio.
Los adolescentes con padres que tratan de alcanzar un equilibrio han demostrado tener índices más bajos de depresión y consumo de drogas. Una presión exagerada en uno de sus componentes hará que el presente aplaste el promisorio futuro.
Eleve su autoestima, resalte sus fortalezas y confíe en el adolescente
La personalidad, sus valores y sus aspiraciones deben ser desarrolladas por el adolescente, debe conocerse y tomar decisiones propias. Los padres deben establecer alianzas con ellos para resaltar sus fortalezas, estimular sus buenas conductas y elevar su autoestima.
Las conversaciones e intercambios con tu hijo adolescente deben tener un tono positivo, celebrando sus éxitos y estableciendo objetivos realistas en sus metas.
Demuéstrele confianza a menos que sospeche de alguna conducta inadecuada dele espacio para aprender a diseñar su vida.
Enseña al adolescente a controlar la tristeza, la ira y la frustración
Es difícil lidiar con las emociones como el enfado, la tristeza y la frustración y en numerosas ocasiones pueden conducir a problemas serios como la depresión y las tendencias suicidas.
Si los problemas de tu adolescente son muy serios tendrás que recurrir a una ayuda especializada, pero tu propio ejemplo puedes enseñarlo a cómo lidiar con estas emociones fuertes desde una posición constructiva y positiva.
Las adicciones y las conductas desordenadas es una vía a la cual recurren los jóvenes tratando de evadir estos problemas. Otros recurren al aislamiento, otros recurren al sexo pasajero.
Las sensaciones y las emociones deben ser reconocidas, aceptadas y controladas con el apoyo de los padres y de especialistas cuando sea necesario.
Respetar su intimidad y privacidad
Para ayudar a su adolescente a transitar hacia la adultez es de gran importancia que respete su individualidad y privacidad. No invada su habitación, sus libros, sus mensajes, sus llamadas telefónicas. Respete su intimidad.
Lo anterior no conlleva que desconozca sus amistades, donde está, que hace, las horas de llegada y otros aspectos de su día a día, pero todo desde el respeto, la autoridad y la confianza.
Si se detectan señales de alarma debe adoptar medidas de mayor control y supervisión y si fuera necesario no respetar su privacidad en aras de ayudarlo.
Salud sexual y responsabilidad reproductiva
Dentro de los temas más complicados de los adolescentes se encuentran los relacionados con la salud sexual y responsabilidad en la creación de una nueva vida. Como no disponen de la capacidad de entender la relación entre su conducta y sus consecuencias los hace muy vulnerables a las infecciones de trasmisión sexual, a los embarazos tempranos no deseados, la exposición al virus de la inmunodeficiencia humana y otras conductas inapropiadas.
La información y acceso a los métodos anticonceptivos, los riesgos y consecuencias de los embarazos tempranos y otros muchos temas son básicos en la atención de salud.
Alertar al adolescente sobre las conductas peligrosas y sus consecuencias.
Una de las características de la adolescencia es la experimentación. Pero también es equivalente a que los riesgos aumentan por experimentar lo desconocido, lo motivador, lo tentador. El sexo, las drogas, el tabaco, el alcohol estarán en constante acecho y junto con la presión del grupo se convierten en controvertidos ingredientes de los adolescentes.
Lo vital es transmitirle la responsabilidad que asume ante las mismas y como debe actuar. La influencia del medio y de la familia contribuirá a que asuma una actitud responsable. Es una oportunidad única para influir en los jóvenes y que corran la menor cantidad de riesgos.
Saber identificar las señales de alarma en el adolescente
En los adolescentes los cambios son normales, pero algunos pueden indicar que no se trata de los asociados a esta etapa de la vida y te pueden indicar problemas reales de comportamiento, personalidad, adicciones u otros que requieren atención profesional.
Si tu hijo presenta algunas de estas señales debes consultar con un médico: cambios drásticos de su personalidad o de la conducta con sus amigos, aumento o pérdida excesiva de peso, ausencia a clases y malas calificaciones o no duerme lo suficiente.
Si tienes indicios de que tu hijo fuma, consume alcohol, consume drogas de forma habitual o tiene problemas con la ley pueden ser aviso de una adolescencia complicada.
Si lo notas aislado, deprimido, habla o bromea sobre el suicidio debes tomarlo muy en serio.
Y para concluir…
La adolescencia es complicada pero es una oportunidad para que con tu influencia y ayuda tu hijo sea un hombre o una mujer de bien. No se trata de que lo lleves de la mano y mucho menos de que camines por él, se basa en el consejo oportuno, en el diálogo abierto y en el intercambio, que te reconozca como el portador de la experiencia, la sabiduría y que reciba la comprensión imprescindible en esta etapa de la vida.
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