¿Cómo conocer si tu bebé tiene displasia del desarrollo de la cadera?

La displasia del desarrollo de la cadera es una afección que se pone de manifiesto desde que el bebé nace, o durante sus primeros meses de vida. Se trata de una anomalía que tiene lugar en la articulación de la cabeza femoral y su inserción en  la cavidad de los huesos pélvicos. Se caracteriza por la salida del fémur de su posición normal.

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¿Qué es la displasia del desarrollo de la cadera en bebés?

Se considera que la displasia del desarrollo de la cadera es la alteración congénitaque más frecuentemente aparece en el aparato locomotor del recién nacido.  Bajo esta denominación se agrupan  anomalías que se relacionan con la maduración de la cadera femoral y de la articulación coxo-femoral. Esto sucede porque no hay una relación adecuada entre el desarrollo de la cabeza del fémur y el acetábulo (cavidad donde se inserta la cabeza del fémur en la pelvis).

La displasia del desarrollo de la cadera  engloba diferentes tipos: luxación, subluxación e inestabilidad. Cuando la cabeza femoral está completamente fuera del acetábulo se trata de una luxación, si es parcial es una subluxación y cuando la cabeza entra y sale del acetábulo se habla de inestabilidad.

La rectificación del desarrollo de la displasia de cadera en numerosas ocasiones requiere de la fisioterapia, todo depende de la severidad y la edad a la que fue diagnosticada

En las primeras semanas de vida del recién nacido hay una inmadurez en la articulación de la cadera que determina una laxitud fisiológica.

La displasia del desarrollo de la cadera,suele ocurrir con cierta frecuencia. Según los datos de la Asociación Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria se presenta entre un 1 y un 7 % de los recién nacidos. De acuerdo a un estudio efectuado en España, en más de 40 000 recién nacidos, la incidencia de esta patología es de un 4,3%.

Los bebés afectados deben recibir tratamiento para evitar problemas posteriores en las rodillas, columna vertebral y podría llegar a producir acortamiento de una de las piernas.

Factores de riesgo de la displasia del desarrollo de la cadera

Los trabajos desarrollados en esta temática evidencian que esta afección es más frecuente cuando se presentan uno o varios factores de riesgo, como son:

  • Posición podálica después de las 34 semanas de embarazo.
  • Sexo femenino, siendo 5 veces más frecuente en las hembritas.
  • Primogénitos.
  • Movilidad fetal limitada.
  • Poco líquido amniótico.
  • Historia familiar de esta afección, se estima que entre un 10 y un 20%, tienen antecedentes en familiares de primer grado.
  • Deformidades posturales y fetos muy grandes.
  • Recién nacidos procedentes de embarazos post término.
  • Después del nacimiento se relaciona con mantener la cadera del niño en extensión por tiempo prolongado.

La mayoría de estos factores de riesgo no pueden ser evitados de forma directa, los que podrían ser controlados es la posición fetal y las posiciones después del nacimiento del bebé.

Para la posición podálica hay obstetras que defienden la versión cefálica externa, una maniobra para modificar y llevarlos la posición cefálica.

La otra forma para evitar las displasias en los bebitos es llevarlos en brazos y a horcajadas sobre la cadera. En la cultura africana se acostumbra a cargar de esta manera a los bebés. En ellas, los casos de luxación de cadera apenas existen.

Diagnóstico de la displasia del desarrollo de la cadera

La clave de la respuesta al tratamiento de la displasia del desarrollo de la cadera  es el diagnóstico y el tratamiento temprano. Esto en la mayoría de las ocasiones determinará el éxito terapéutico.

En la actualidad existen diversos países que emplean sistemas de monitoreo mediante ecografía para determinar la displasia del desarrollo de la cadera en todos los recién nacidos, con resultados muy exitosos. Entre los países que aplican este screening se encuentran Austria, Alemania, China, India, Suiza y parte de Italia. En el caso de España se indica la ecografía cuando existen dos o más factores de riesgo. En todos los casos se realiza la exploración clínica en las consultas de seguimiento y control del recién nacido.

Por lo general, el pediatra es quien se percata de que el bebé tiene este tipo de anomalía. Para establecer el diagnóstico de la displasia de cadera, el bebé posteriormente será examinado por un ortopédico o traumatólogo infantil.

Se emplean diferentes equipos ortopédicos para la rectificación de la displasia del desarrollo de la cadera, cada caso requiere de una conducta adecuada al diagnóstico y la edad

El diagnóstico se basa en la exploración clínica mediante maniobras  y en los exámenes de imágenes. Lo habitual es que se realicen uno o varios de los siguientes procedimientos:

Maniobras de Barlow y Ortolani

A través de estos procedimientos se puede conocer si la cadera está luxada o tiene otras anomalías en su desarrollo. Su precisión dependerá del grado de severidad de la afección. Cuando es severa se puede llegar a una conclusión diagnóstica con estas maniobras. En muchas ocasiones no es posible y se emplean otros métodos diagnósticos complementarios.

Apertura o abducción de las caderas

Con esta prueba se determina la capacidad del bebé de abrir ambas caderas de forma simétrica. También se constata el grado de afectación o limitación de los movimientos normales. Podría ser que esta afección impida completamente los movimientos de la cadera. Es usual que cuando esto ocurre, el espacio entre ambas piernas luzca mayor de lo natural.

Pliegue glúteo

Con este examen se verifica la simetría de los pliegues de la región glútea y las del inicio de la zona posterior del muslo. También sirve para descartar si hay asimetrías, o sea que una pierna sea más corta que la otra. Se considera que no es un signo concluyente porque la asimetría de los pliegues es evidente en un 30-36% de las caderas normales

Ecografía

Esta es la prueba más concluyente en los tres primeros meses de vida. A través de esta se puede diagnosticar la displasia en las primeras semanas de nacido y permite evaluar la articulación sin exponer al bebé a radiaciones. Su mayor inconveniente es que puede detectar niveles de inestabilidad ínfimos, que no implican patologías, pero que conllevan a un tratamiento innecesario. Si se realiza a partir de los nueve meses, es mucho menos confiable.

Cuando no hay signos clínicos de displasia el momento ideal para efectuar la ecografía es a las 6 semanas porque ya en ese momento la cadera está más madura, pero al mismo tiempo tiene la capacidad de responder a los tratamientos.

Si el bebé tiene más de 6 meses la radiografía puede ayudar al diagnóstico de la displasia del desarrollo de la cadera, en los primeros meses es la ecografia la indicada

Radiografía

A través de este procedimiento se puede establecer el diagnóstico, sobre todo a partir de los 6 meses de vida. Entre los 3 y 4 meses las imágenes óseas no permiten confirmar la presencia de displasia del desarrollo de la cadera porque todavía no se ha completado la osificación de esta zona.

Tratamiento de la displasia del desarrollo de la cadera

Aproximadamente un 80% de las caderas inestables de los recién nacidos, se resuelven espontáneamente alrededor de los dos meses posteriores al nacimiento. En otros casos se requiere tratamiento ortopédico.

En la rectificación de la displasia del desarrollo de la cadera pueden ser empleados diferentes métodos de acuerdo a la severidad de la misma y de la edad en que sea diagnosticada

El tratamiento consiste en mantener la cadera del bebé en abducción, o sea con las piernas completamente abiertas y al mismo tiempo cierta flexión. En las primeras semanas, puede ser suficiente el uso del arnés de Pavlik que permite la posición correcta de las caderas sin causar grandes molestias al bebé. Es muy efectivo, teniendo un pronóstico exitoso de hasta el 95% de los casos,  siempre que sea empleado antes de los 8 meses de vida del pequeño. Por lo general es necesario mantenerlo durante 2-3 meses.

El arnés de Pavlik es uno de los métodos de tratamiento ortopédico más empleados en la corrección de la displasia del desarrollo de la cadera

Además de este tratamiento ortopédico hay otras variantes dependiendo de la situación particular de cada niño como: cojín de Frejka, calzas de yeso en abducción y tracción de partes blandas con abducción progresiva.

En los casos en los cuales el diagnóstico se realiza después del 6to mes, o que no responden bien al tratamiento ortopédico, puede estar indicada la cirugía correctora. Hay diferentes procedimientos de acuerdo con el caso que se trate.

Aunque no ocurre siempre, existen probabilidades de que cuando el niño cumpla los 5 o 6 años deba ser sometido a un procedimiento quirúrgico para corregir las alteraciones morfológicas.

La displasia de cadera como toda afección presente desde el nacimiento o en los primeros meses de vida del pequeño requiere de la atención desde que se sospecha. La atención adecuada es lo que permitirá atenuar su impacto en el futuro de tu pequeñín.

Si te interesa leer más sobre este tema, te recomiendo: Atención! Qué debes hacer si tu bebé tiene displasia de cadera

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