Cómo evitar el contagio de enfermedades infantiles es una duda común. Aunque pienses que la gripe es tu preocupación número uno, existen otras como la varicela, el sarampión o la rubéola. Estas son afecciones de las que también debes estar alerta.
El sarampión ataca a través del paramixovirus. Después de tres días de contraer el virus, las primeras erupciones aparecen en mejillas y paladar. Luego, pasan al resto de la cara y el cuello. Sus síntomas son la tos, el dolor muscular y la fiebre.
En el caso de la rubéola, es causada por el togavirus. Esta enfermedad se caracteriza por colorar la piel de rosado. Primero en la cara y luego se extiende al tronco. No hay erupciones salvo que los ganglios se inflaman.
Sin ánimos de asustarte, te invitamos a seguir leyendo para evitar que tu pequeño sufra contagios…
Enfermedades infantiles de riesgo
En la etapa infantil cualquier afección conlleva cierto nivel de riesgo, sea rubéola o una gripe común. Sin embargo, algunas condiciones de salud exigen elevar la alerta de prevención y tratamiento. Por ello, es importante conocer cómo evitar el contagio de enfermedades infantiles.
El asma consiste en ataques de tos en los que se pueden presentar episodios que impidan el correcto proceso respiratorio. Esta condición es peculiar porque suele ser una de las más habituales y, a la vez, una de las más delicadas para los padres.
Por su parte, poliomielitis y tosferina son otras enfermedades que exigen atención y cuidados. Es necesario contar con la ayuda de un pediatra especialista para asegurar una vigilancia y un tratamiento adecuado. El método más eficaz y seguro para evitarlas, es cumplir con un plan de vacunación de prevención.
El poder de las vacunas en la infancia
Seguir un calendario de vacunación es la regla obligatoria que todos los padres deben acatar. Permite prevenir enfermedades a tiempo y de acuerdo con la edad del niño. Además, constituye un escudo protector para evitar padecimientos graves como la polio o la tosferina.
Un plan de vacunación reconoce las etapas en las que se puede actuar a tiempo contra las enfermedades infantiles comunes. Además, evita sus reactivaciones que también resultan de riesgo en esta delicada etapa.
En definitiva, las vacunas son la herramienta para ir un paso delante de todas estas afecciones. Aunque hay que tener presente que solo activan la producción de anticuerpos en las edades específicas de aplicación. No vacunar el niño en el debido momento es tan riesgoso como no vacunarlo en lo absoluto.
Cómo evitar el contagio de enfermedades infantiles
Enséñale a tu hijo a lavarse las manos. También, te recomendamos que evites tener un niño sedentario. Ejercítense en familia, salgan a caminar, correr o manejar bicicleta para activar su sistema inmunitario.
Corrígelo cuando veas que se lleva las manos a la nariz, la boca o los ojos. Esa es una de las maneras más fáciles de inducir las infecciones. Solo seguida del contacto indirecto con personas o niños enfermos en espacios cerrados.
Otro tip básico de cómo evitar el contagio de enfermedades infantiles es ventilar las habitaciones de tu hogar. Sobre todo, la habitación de tu hijo. La humedad en la que se reproducen las bacterias es lo que se busca evitar ante todo. Y si está enfermo, evita llevarlo al colegio para que no sea la preocupación de otros padres.
3 normas básicas de higiene para niños
Las siguientes tres normas son de suma importancia porque te permitirán saber cómo evitar el contagio de las enfermedades infantiles. Las costumbres que tú y tu pequeño desarrollen acatando estos consejos beneficiarán el cuidado de su salud.
- Asegúrate de que tu hijo tenga buenos cuidados de higiene tanto dentro del hogar como fuera de él. En especial, en la escuela. El lavado frecuente de manos hace la diferencia.
- Créale el hábito de la siesta para aumentar las defensas de su sistema inmune. Y también para que tenga un buen descanso nocturno.
- Aliméntalo balanceadamente y anímalo para ejercitarse con alguna actividad física. Así, evitarás que el sedentarismo se convierta en un problema adicional de salud.
Prevención de enfermedades en la escuela
Si lo enseñas a mantener buenos hábitos de higiene tanto dentro como fuera del hogar, marcarás la diferencia. Asegúrate de que antes de comer en la escuela, se limpie las manos porque podría infectar sus alimentos.
Recuerda que no podrás estar con él para vigilar que no toque sitios donde se encuentran bacterias y virus. Tampoco podrás evitar que tenga contacto con algún compañero enfermo.
Créale consciencia de que no solo la gripe es una de las enfermedades de las que tiene que cuidarse. Afecciones como la neumonía errante se previene con un lavado de manos. No compartir un peine de cabello lo libra de piojos, y estornudar en la manga de la camisa, de estreptococos.
Dormir ayuda a prevenir enfermedades infantiles
Cuando te preguntes cómo evitar el contagio de enfermedades infantiles, el descanso es una de las respuestas. Tu hijo debe dormir lo suficiente. Un adulto necesita de 8 horas de sueño continuo. En cambio, un niño de hasta 4 años tiene que dormir 11 y cuando alcanza los 9 años, hasta 10 horas.
Procura que tenga un buen descanso por la noche y que su sueño sea reparador, profundo y sin interrupciones. Además, te recomendamos que el niño haga siestas.
Una hora después del almuerzo es un buen momento para que el pequeño tenga un descanso que le permita recuperar energías. Dependiendo de la edad una buena siesta puede durar desde media hora hasta un máximo de 3 horas.
Alimentación para prevenir enfermedades infantiles
Apoyarte en la alimentación es otra de las herramientas con las que cuentas, al pensar cómo evitar el contagio de enfermedades infantiles. Ciertos nutrientes son ideales para estimular el buen funcionamiento del sistema inmunitario.
Es recomendable que todo niño tenga 5 comidas al día. El desayuno debe contener proteínas y carbohidratos saludables. Esto, para elevar su nivel de energía al que necesita durante su jornada diaria.
Acción de las frutas y verduras
Verduras y frutas con vitamina C, B1, B6 y D resultan fundamentales. Estas satisfacen las necesidades nutricionales en niños y adultos, y fortalecen las defensas. Así mismo, te aconsejamos que disminuyas las grasas saturadas, la sal y los azúcares. Estos compuestos, en exceso, suman problemas a su salud.
Sigue leyendo: ¿Por qué son necesarias las vacunas infantiles?