Este año, las cenas familiares de Navidad van a ser muy diferentes. Y si en tu casa no será así, debemos reñirte. Es normal que te quieras reunir con tus seres queridos y pasar una noche bonita, familiar, tratando de olvidar todo lo que hemos vivido este año tan difícil. Y esto es lógico y es lo que todos querríamos hacer. Pero este año debemos ser conscientes de que la situación es muy diferente y ser lo suficientemente responsables para saber que, en plena pandemia, prima la salud por encima de cualquier celebración, aunque esta nos parezca ineludible.
Pero el hecho de que las cenas familiares de Navidad 2020 vayan a ser diferentes no significa que tengan que ser peores, simplemente hay que valorar cómo podemos estar más seguros en casa. Proteger a la familia también es quererse, y mucho más que brindar una copa de vino o ponerse morado a polvorones. Sé responsable y cuídate tú y cuida de los tuyos.
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Espacio ventilado para las cenas familiares
Las autoridades sanitarias insisten en la importancia de hacer más actividades al aire libre y evitar los interiores para frenar la expansión de los contagios por COVID-19. Y esto está muy bien, pero en la mayor parte de España en pleno mes de diciembre es inviable cenar al aire libre, porque es garantía de resfriado seguro. Entonces, ¿qué podemos hacer? Hay que pedirle al responsable de la casa donde se vaya a cenar que tenga bien ventilada la estancia donde se vaya a cenar durante todo el día y que, al llegar el momento de la cena, también se mantengan las ventanas abiertas.
Créenos: es preferible cenar muy abrigado, incluso con una manta o el abrigo puesto, pero con la ventana abierta, que lucir modelito en un salón cerrado con calefacción y una semana después estar contagiado por covid. No te lo tomes a broma, porque el virus no entiende de fechas especiales ni se va a quedar fuera esperando a que terminen las fiestas. La tercera ola va a ser una realidad y está en tu mano tratar de frenarla o al menos que no te toque a ti ni a tu familia, que es lo que debe ser más importante para ti en estas fechas.
Más separación en la mesa
Sabemos que, en algunas casas, con espacio reducido, es inviable poner una mesa más grande o dejar más espacio entre comensales. Y en este punto una idea que te pedimos es que no recurras a hacerlo en el mismo lugar de siempre y planteéis buscar otra ubicación, en otra casa de aquellos que vais a reuniros, si el salón es más grande, puede ser mejor idea. Si tenéis una mesa de las que se pueden ampliar, hazlo, aunque quede más espacio desaprovechado, precisamente esta es la idea.
Si las autoridades sanitarias indican que hay que mantener dos metros de distancia, te pedimos que lo cumplas. En una comida o cena navideña, tendrás que quitarte la mascarilla un buen tiempo y si estás cerca de otra persona, también sin mascarilla, imagínate si estás comprando boletos para que te toque. Es cierto que al estar en un ambiente familiar es normal relajarse, pero tu familia también te puede traer el virus (sin quererlo, por supuesto). Por eso, aunque tengas máxima confianza con esa persona, aplica la de “todo el mundo tiene covid hasta que se demuestre lo contrario”. Verás como así cambia tu forma de actuar y no te relajas tanto.
Unas cenas familiares de Navidad sin brindis, besos ni abrazos
Habéis decidido comer o cenar juntos, de acuerdo, pero hay algo que puedes (y debes) hacer además de ventilar la casa o mantener el espacio en la mesa. En Navidad es muy habitual brindar, abrazar, besar, compartir comida… ¡Stop! Estas son las actividades de más riesgo, en las que la distancia interpersonal se elimina y quedas totalmente expuesto al virus. Por favor, recuérdalo. No merece la pena hacer ese choque de copas y llevarte en tu vaso el posible virus.
No merece la pena dar un beso envenenado ni un abrazo que puede salir muy caro. Fíjate en tus gestos porque hay muchas posibilidades de que, con ellos, estés más expuesto al virus. Por supuesto, depende de ti y de los tuyos tratar de evitarlo. No merece la pena por un beso o un abrazo exponerse. Así que recuerda, que no solo depende de ti, si no también de lo que hagan los demás. Podéis empezar la cena haciendo una lista de las cosas que este año no vais a poder hacer para que todo el mundo lo tenga en cuenta.
Solo uno al frente de la cocina
Otra de las tradiciones de la Navidad es que se comparta espacio en la cocina, aportando cada uno algo. Los peques pueden preparar los entremeses fríos, los adultos los platos más elaborados, calientes y para los que se necesitan cuchillos, horno, vitrocerámica… Y es una estampa ideal, pero, lamentablemente, es una estampa para la que deberíamos esperar, al menos, un año. Y créenos si te decimos que no pasa nada, que el año que viene lo disfrutarás igual, pero que lo importante es que todos podáis volver a entrar en esa cocina.
La importancia de minimizar contactos en la cocina es evitar que todos toquéis la comida de otros. Además, en la cocina también se tocan utensilios, tenedores, vasos, platos, servilletas, además de “bailar” entre todos los que estéis allí en un espacio más pequeño de lo que suele ser habitual. Por eso, las autoridades sanitarias recomiendan que se designe a un chef por familia y que, aunque sea mucho trabajo para uno solo, para proteger la salud de los demás sea él quien se encargue de preparar la comida al completo y de poner la mesa, evitando que todos toquen todo.
Cuidado con la copita de después de las cenas familiares
Ya has cenado y todo ha ido bien. El salón está ventilado, solo una persona se ha encargado de preparar la cena, habéis mantenido distancia en la mesa, no habéis brindado ni os habéis besado ni abrazado. ¡Genial! ¿Y ahora? Este año hay toque de queda en España y todo el mundo debe estar en casa a las 01:30h. Es una hora suficiente para que dé tiempo a ponerse tibio de polvorones y a echar una copita. Pero, ¿cómo lo hacemos?
Normalmente, es muy habitual terminar en el sofá, todos juntos, por lo que se echarían al traste las buenas intenciones que hemos mantenido durante toda la cena. Lo ideal es intentar no excederse con el alcohol, no poner música alta para no gritar (se emiten los aspersores más lejos) y no bailar o sentarse todos juntos en el sofá. Cuidado también con los juegos de mesa. Compartir el dado puede convertirse en una actividad de alto riesgo. Es una faena, lo sabemos, pero te pedimos tranquilidad y calma. La vacunación ya ha empezado y, por suerte, en unos meses todo esto habrá pasado. ¡No lo tires todo por la borda!
¡Feliz Navidad y disfruta de forma segura!
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