En especial si es tu primera vez, notarás cómo se modifica tu piel durante el embarazo. Estos cambios se deben en gran medida a las variaciones hormonales que ocurren a lo largo de los tres trimestres que dura la gestación.
Para conocer más sobre el tema no dejes de leer:¿Cuáles son los principales cambios maternos durante el embarazo?
Otras variaciones tienen que ver con las modificaciones a los que se enfrentan los sistemas de órganos de tu cuerpo como por ejemplo el circulatorio. Aunque pueden afectar tu estética de manera temporal, la mayoría de estos cambios en tu piel son completamente reversibles y algunos solo aparecen en un determinado periodo del embarazo.
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Cómo y por qué se modifica tu piel durante el embarazo
A continuación, te brindamos una relación y breve descripción de algunas alteraciones de la piel durante la gestación. Si aparece algún otro síntoma que te preocupase, lo mejor es consultarlo con tu médico de cabecera, para que valore la posibilidad de remitirte a un especialista en piel.
El acné
Incluso si tu piel no es grasa y nunca has tenido acné, este puede surgir durante el embarazo debido a los cambios hormonales que se suceden. Para combatirlo y que no deje cicatrices, es importante que te laves la cara a diario y te abstengas de exprimir los granitos del acné.
Adicionalmente, puedes emplear alguno de los muchos tratamientos que pueden adquirirse en las farmacias sin necesidad de recetas, siempre y cuando sean seguros durante el embarazo. Si tienes dudas lee cuidadosamente el prospecto, consulta con el farmacéutico o pídele a tu médico de cabecera una recomendación sobre el mejor tratamiento a seguir.
El eczema
Este aparece en forma de parches rojos con costras que causan escozor. Si la embarazada ya padecía de eczema previamente, la condición puede empeorar con los cambios hormonales que se suceden con el embarazo.
En estos casos, la mejor medida es la prevención y alejarse de las fuentes conocidas que lo desencadenan, como diversos tipos de jabones, la caspa de las mascotas, algunos alimentos e incluso el estrés.
El eczema puede aliviarse con el uso de esteroides, pero es necesario consultar al médico sobre su empleo durante el embarazo.
El melasma
Este es otro de los cambios que modifica tu piel durante el embarazo con más frecuencia. También es llamado cloasma o “máscara del embarazo”, que se caracteriza por la aparición de parches marrones en las mejillas, nariz o frente. Es bastante común, y se desarrolla en alrededor del 70% de las gestantes.
El melasma se hace más oscuro por la exposición al sol, por lo que se recomienda que las embarazadas usen protector solar y sombreros si van a estar bajo los rayos solares. Estas marcas desaparecen cuando la mujer da a luz, pero en algunos casos se torna permanente.
La hiperpigmentación
Consiste en el aumento de los cambios de pigmentación en zonas que ya tenías, como pecas, cicatrices o la aureola del pezón. Por la misma causa puede aparecer una línea negra en mitad del abdomen, conocida como linea nigra.
Mientras más oscura sea la piel de la madre, más se remarca la hiperpigmentación, por lo que la gestante debe mantenerse alejada de los rayos del sol. Debe observar además la aparición de manchas nuevas o cambios de forma en las que ya tiene, e informárselo a su médico.
La psoriasis
La gestación no la provoca, pero puede empeorar su condición. No obstante, y por causas desconocidas, las manchas rojas y escamosas típicas de la psoriasis pueden de hecho mejorar mientras la paciente está embarazada.
Es importante que la mujer con psoriasis consulte con su médico sobre el tratamiento que normalmente consume, para verificar que este no es peligroso para el desarrollo del feto.
Las arañas vasculares
Los altos niveles de estrógenos y la vascularización en las embarazadas pueden afectar las venas capilares. Se crean entonces parches de cambios de coloración en la piel llamadas arañas vasculares.
Estas aparecen en la cara, los brazos y cuello de la gestante y son inofensivas, desapareciendo tras el parto.
Las estrías
Mientras va creciendo el bebé, la piel del abdomen se distiende. Este estiramiento, en combinación con los cambios hormonales, puede provocar que en la piel aparezcan las estrías, que no son más que rayas rojas-violáceas. De manera menos frecuente, pueden desarrollarse también en los muslos, senos, nalgas o brazos.
Cerca del 90% de las gestantes tienen estrías a la altura del tercer trimestre, siendo más probables si otras mujeres de la familia han desarrollado este tipo de marcas.
Las estrías no pueden prevenirse: las cremas solo sirven para aliviar el escozor que provocan, pero no deben ser un motivo de preocupación. Tras el parto, estas marcas se tornan pálidas y van desapareciendo con el tiempo.
Las pápulas urticarias pruriginosas y placas de embarazo (PUPPE)
Estas son protuberancias rojas en el abdomen que causan comezón. De causa desconocida, pueden extenderse a muslos, senos y nalgas formando grandes parches. Es más común en las mujeres primerizas y aquellas que gestan embarazos múltiples.
Aunque no existe un tratamiento específico para estas alteraciones, la picazón que provocan puede aliviarse utilizando antihistamínicos o cremas que contengan sustancias esteroidales. No obstante, no deben preocuparte: las PUPPE desaparecen tras dar a luz.
Las várices
En las embarazadas aparecen cuando la presión que ejerce el útero sobre las venas de los miembros inferiores hace que estas se hinchen. Esto genera venas varicosas, que pueden causar dolor a la embarazada.
En estos casos, se recomienda el uso de medias de compresión, unidas a frecuentes caminatas y mantener los pies en alto para aliviarlas.
Las verrugas en la piel
Sin una causa científicamente determinada, el embarazo propicia la aparición de pequeños crecimientos de color carne. Estos suelen concentrarse en los lugares donde la piel se pliega, como en las axilas, el cuello o la ingle.
Estas verrugas son inofensivas, así que no requieren tratamiento ni causan otra afectación que un ligero cambio estético. Si molestan o deseas deshacerse de ellas puedes pedirle a tu médico que las extirpe, pero nunca intentes removerlas por ti misma.
Cuidando la piel durante el embarazo
Para que tu piel no se modifique durante el embarazo lo mejor es seguir algunas rutinas para su cuidado muy sencillas, pero efectivas: mantente hidratada bebiendo abundante líquido, usa protector solar, evita la exposición a los rayos solares y emplea una loción adecuada para combatir el escozor y la resequedad de la piel del abdomen.
De notar algo que modifica tu piel durante el embarazo, consulta a tu médico. Este determinará si no hay nada de qué preocuparse, o te indicará el tratamiento adecuado en cada caso.
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