Si eres madre reciente o primeriza seguramente has escuchado algún comentario acerca de la crianza con apego. Sinceramente, cada generación tiene sus teorías y gurús sobre la crianza de los hijos, y esta es la actual, que puede llegar a ser confundida con la teoría del apego. En esta nota te ayudaremos a descubrirla para que decidas, antes de adoptarla, si es apropiada para tí y tu bebé.
¿Padre primerizo? Esta nota es para tí
¿Qué es la crianza con apego?
En el año 2001 apareció un libro que en poco tiempo se convertiría en la “biblia” de los nuevos padres: “The Attachment Parenting Book”, escrito por el reconocido pediatra estadounidense William Sears y su esposa, la enfermera pediátrica Martha Sears. Ellos acuñaron el término “crianza con apego”, al que definieron como un estilo de crianza que fomenta un fuerte vínculo temprano.
Los Sears son padres de ocho hijos. Martha es enfermera, educadora en el parto, líder de la Liga de La Leche de los Estados Unidos y consultora de lactancia, conferencista destacada por sus consejos sobre cómo manejar los problemas más comunes que enfrentan las madres de hoy en día, con sus cambiantes estilos de vida.
La filosofía de los Sears se basa en las “siete B del bebé” por sus iniciales en inglés, siete herramientas que en teoría permitirían criar bebés más felices y saludables:
- Vinculación inmediata después del nacimiento (Birth bonding),
- Lactancia materna (Breastfeeding),
- Contacto con el bebé (Baby wearing).
- Dormir con el bebé (Bedding close to baby).
- Responder con sensibilidad al llanto del bebé (Belief in the language value of your baby’s cry).
- Atención con la creación de hábitos (Beware of baby trainers).
- Equilibrio entre la vida de pareja y las necesidades del bebé (Balance).
Es interesante saber que esta filosofía se basa en una teoría desarrollada en las décadas del 70 y 80 del siglo pasado, la teoría del apego, enunciada por el psicoanalista norteamericano John Bowlby. Sin embargo son cosas diferentes y no deben ser confundidas.
Pro y contras de la crianza con apego
A partir de su enorme popularidad en los Estados Unidos esta filosofía se fue extendiendo por el mundo, pero no todos sus partidarios la difunden con exactitud.
En muchos ocasiones se la ha simplificado hasta reducirla a tres prácticas: colecho, porteo y lactancia, o se la asocia a la “crianza natural” según la cual los padres sólo deben tratar de que el bebé no llore, mientras se deja que todo lo demás evolucione a su gusto, como las horas de comer o dormir. Además de estar las 24 horas pendientes de lo que pasa con el bebé.
Si vamos a analizar los pro y contra de esta filosofía, debemos decir que muchas corrientes sobre crianza de bebés han estado de moda y después han pasado al olvido. Sin embargo es cierto que se ha ido evolucionando. De hecho, ya estamos muy lejos de los postulados de mediados del siglo XX… ¡que aconsejaban tratar a los bebés como adultos en miniatura!
Según la mayoría de los especialistas, en general las herramientas de la crianza con apego son beneficiosas, pero deben utilizarse con criterios razonables. Además no debe confundirse el apego con la simple cercanía o contacto físico. Como bien lo informa el Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC) de España, para criar niños sanos y felices, que se sientan seguros de sí mismos, se necesita brindar atención a sus necesidades físicas y emocionales.
No hay dudas acerca de que la vinculación inmediata y la lactancia materna son más que positivos para la salud física y mental del bebé y la madre.
No tan rotundas son las afirmaciones acerca del porteo y colecho. Si te resulta más práctico llevar al bebé en una silla de paseo o si te sientes incómoda con el porteador, realmente no hay razón para obligarse a utilizarlo. En cuanto al colecho se ha demostrado que es favorable al amamantamiento y no existen riesgos para la salud del bebé; sin embargo, esta práctica sólo debe adoptarse si la pareja está cómoda con el bebé durmiendo junto con ellos.
Sensibilidad al llanto: muchos padres interpretan que esto significa que no se debe dejar llorar al bebé. Esto también es contraproducente: lo que debes hacer es aprender a interpretar el llanto del bebé, teniendo en cuenta que en sus primeros meses de vida… ¡es su única forma de comunicarse! Levantarse durante la noche al primer llanto o sonido que emite el bebé puede interferir con su sueño y la creación del hábito de dormir, tan necesario hoy en día.
Entrenamiento de bebés: Los entusiastas de la crianza con apego suponen que no deben inculcarse hábitos como tener horarios o adquirir rutinas para comer o dormir sino sólo algunas formas de disciplina suaves. Esta afirmación no tiene ninguna base científica y por el contrario, la mayoría de los organismos de salud reafirman la importancia de la creación de hábitos de alimentación y sueño para una vida saludable.
Equilibrio: ¡esta sí es una afirmación razonable! Realmente la única forma de construir vínculos saludables y disfrutar de los hijos y la familia que se está construyendo es encontrar el equilibrio. Quizás es, al mismo tiempo, lo más difícil de cumplir en estos tiempos modernos, con miles de motivos para sentirnos estresadas y de mal humor.
Si eres capaz llevar adelante en forma equilibrada tu vida familiar, personal y de pareja seguramente has dado un gran paso adelante en la creación de vínculos saludables, amorosos y duraderos con tus hijos.
Déjanos decirte que, más allá de teorías con o sin nombre, lo mejor para los niños es criarse en un hogar donde sus padres se sienten felices consigo mismos y con lo que hacen (sus hijos, su familia, su trabajo o estudios, dedicar tiempo a la comunidad); donde cada uno de los miembros de la pareja tiene el apoyo del otro y donde al mismo tiempo, hay una familia o grupo humano que envuelve y fortalece esta relación.
¿Es tu caso? ¡Cuéntanos qué sabes y qué piensas sobre la crianza con apego!
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