Embarazo y alcohol son dos palabras que no suelen ligar bien juntas. Y esto es algo que todo el mundo sabe, aunque, quizá, no se conoce del todo bien cuál es el motivo. El alcohol es malo, dicho en términos totalitarios, por lo que, si es malo para los adultos, más aún lo puede ser para una persona que aún ni siquiera ha nacido y que se está formando en el interior de la madre. Pero, ¿realmente se pueden relacionar embarazo y alcohol? ¿Hace efectos conocidos sobre la incidencia de este consumo alcohólico durante la gestación?
Nuevos estudios han tratado de poner algo más de luz (y de ciencia) sobre la mesa y se han llegado a conclusiones muy interesantes que queremos que conozcas. Porque sabemos que, si estás leyendo esto, es porque quieres que tu embarazo salga perfecto y que tu niño o niña esté fuerte y sano cuando llegue a este mundo. Por eso, una valiosa lección que te debe dejar el embarazo es que, antes de cuidar a otro, te debes cuidar a ti misma. No olvides esto en ningún momento de tu vida y solo así podrás tener la certeza de que lo estás haciendo lo mejor posible.
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Embarazo y alcohol: todo lo que se consuma es perjudicial
La American Journal of Psychiatry ha publicado recientemente un estudio de la Universidad de Sydney en el que se trata de explicar la relación de embarazo y alcohol, especialmente teniendo en cuenta a aquellas mujeres que desconocen si un poquito de alcohol de vez en cuando puede llegar a afectar al bebé. Según las conclusiones de este estudio, cualquier cantidad lo hace, llegando a causar efectos físicos, psicológicos y conductuales en los niños y, por tanto, también en los futuros adultos.
Por lo tanto, debemos desterrar la idea de que un poco de alcohol de vez en cuanto no hace daño. Es cierto que con algunas otras de las “prohibiciones” del embarazo, si el consumo es bajísimo no llega a causar daño, pero no es el caso del alcohol. El motivo se encuentra en que el alcohol llega al feto directamente desde el cordón umbilical, por lo que no debes consumir absolutamente ninguna bebida que tenga algo de graduación. Para esto, se utilizó una muestra de casi 10.000 embarazos y las conclusiones estuvieron claras desde un primer momento.
¿Es el primer trimestre el momento más seguro para consumir alcohol?
En este punto hay opiniones diferentes y, en algunos casos, encontradas. Hay quienes apuestan a que consumir alcohol en el primer trimestre tiene menos efectos sobre el bebé ya que el feto aún está comenzando apenas a formarse, mientras que hay quienes aseguran que, por las condiciones normales de esta primera etapa de embarazo, cuando el riesgo de aborto es mayor, es importante que se extremen todas las precauciones que sean necesarias para evitar que ocurra lo que no queremos que suceda bajo ningún concepto.
Según este estudio, se ha determinado también que cualquier momento del embarazo es malo para consumir alcohol. Sus efectos se pueden notar tanto si se ha superado ya el primer trimestre como si apenas el test ha dado positivo hace unas horas. Desde el momento en el que te quedas embarazada debes extremar al máximo las precauciones, hacer vida normal en la medida de lo posible, pero cuidarte. A ti y a la vida que está creciendo en tu interior. Seguro que estás de acuerdo conmigo en que el alcohol puede (y debe) esperar. Ahora tienes otras prioridades y son a estas a quienes debes escuchar, no a tu cuerpo pidiéndote algo que, a fin de cuentas, es una droga.
Conclusiones de los datos obtenidos en este estudio sobre embarazo y alcohol
De acuerdo, ya sabemos que embarazo y alcohol es una mala combinación. Pero, ¿cuáles son los datos que se han obtenido en este estudio? Para el muestreo, de los 10.000 participantes totales, aproximadamente el 60% no consumió alcohol, mientras que el otro 40% sí lo hizo. Los resultados fueron muy claros y reflejaron peores datos entre aquellas mujeres que tomaron alcohol con cierta frecuencia durante el embarazo, en sus distintas etapas de la gestación.
El volumen cerebral es menor en los niños que han estado expuesto a alcohol durante el embarazo que en aquellos que no lo han estado, por lo que se puede determinar que una de las causas problemáticas de tomar alcohol se refleja en problemas de esta índole. Además, también se aprecian problemas conductuales y psicológicos en aquellos menores cuyas madres consumieron alcohol durante su embarazo. Estos efectos también se pueden presentar sea cual sea el momento en el que se produjo este consumo de bebidas alcohólicas. Además, se pueden presentar ciertas anomalías físicas, fruto de los efectos del alcohol durante el desarrollo del feto.
¿Qué es el síndrome de alcoholismo fetal?
Al margen de los problemas, puntuales o permanentes, que pueden surgir derivados del consumo del alcohol, queremos que conozcas otro dato que sin duda te va a hacer cambiar tu visión de esta actitud, en caso de que no tuvieras ya una posición determinada. Se trata del conocido como síndrome de alcoholismo fetal, una afección que tiene problemas muy graves, que condicionan la vida del niño, pero también su etapa adulta. Por ello, debemos evitar este síndrome sin ningún tipo de excusa.
El síndrome del alcoholismo fetal puede conducir, entre otros efectos, a problemas neurológicos, problemas de visión, problemas de audición, deformidades, problemas cardíacos y problemas conductuales, entre otros, además de, por supuesto, el evidente riesgo a tener un parto prematuro, con las complicaciones que esto puede conllevar, o incluso a un posible aborto, en cualquier momento de la gestación. Por eso, es muy importante que, si estás embarazada, rechaces totalmente el consumo de alcohol, sea cual sea el momento de embarazo en el que te encuentres y sea cual sea la cantidad. Embarazo y alcohol, siempre es un no. No te la juegues bajo ningún concepto, ahora lo más importante sois vosotros dos.
¿Y si no puedes evitar consumirlo?
La mayoría de las personas que lean este artículo se estarán echando las manos a la cabeza. ¿Cómo no va a poder evitar consumirlo? ¿Qué hay más importante ahora mismo que el embarazo de una persona? Estamos de acuerdo contigo, pero debemos ser conscientes también de que realmente existen personas que tienen problemas de adicción y que ni siquiera en esta etapa de la vida consiguen dejar el alcohol, al igual que muchas tampoco consiguen dejar el tabaco por mucho que se esfuercen y se lo planteen día tras día.
En este punto, no queremos que trates de lograr tus objetivos solo leyéndonos, ya que somos conscientes de que no tenemos las herramientas necesarias para ayudarte a superar tu adicción en un momento tan comprometido como este. Por eso, lo que sí te pedimos encarecidamente es que visites a un profesional en adicciones. Solo él podrá ayudarte a conseguir dejar el alcohol y que tu bebé no sufra ninguno de los daños derivados de esta sustancia tan dañina para la salud física y psicológica de los menores, pero también de los adultos. Pide cita ahora mismo, no lo dejes para más adelante porque a veces ese momento no llega.
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