Las hadas y duendes son los personajes más importantes de los cuentos mágicos. Su existencia hace que todo sea posible. Son parte de la naturaleza, poseen el poder de protegerla y cuidarla. Al menos eso era lo que pensábamos cuando éramos niños y escuchábamos ese tipo de cuentos.
Cuánto de cierto es todo eso…
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Las hadas y duendes
La naturaleza posee cuatro elementos que son vitales. Se trata del agua, aire, fuego y tierra. Según la creencia de algunas personas estas maravillosas criaturas, cuidan y protegen estos cuatro elementos.
Las Hadas
El término hada significa destino. Se cree justamente que intervienen en la formación del destino del hombre.
Se cree que son muy amistosas, les encanta realizar nuevas amistades especialmente con los humanos. Al mismo tiempo, se sabe que son muy sensibles por lo que suelen enfadarse rápidamente. Cuando se enojan suelen buscar venganza.
Son femeninas y de gran belleza. Tienen una personalidad muy curiosa y con gran iniciativa. Les encanta bailar y cantar, especialmente formando rondas.
Según se cree, si algún hombre quedara encerrado en dicha ronda, puede quedar hechizado. La única forma de salir del encanto, es que otra persona la saque de la ronda colocando un pie dentro y otro fuera. Tomarlo del brazo y tirando con firmeza hacia fuera del círculo de hadas.
Hadas del aire, fuego o agua
Existen diferentes tipos de hadas según cada elemento al que pertenecen.
Hadas del aire
Las que son del aire, se la conoce como sílfides y viven al aire libre, en flores o árboles. Son inspiradoras de poetas, como así también, levantan el espíritu de todo ser vivo. Cuando las hadas de este tipo desean tener una amistad con una persona, buscan que ésta tenga una personalidad alegre y enamoradiza.
Les encanta volar especialmente entre flores mientras que emiten brillo y realizan silbidos agudos.
Hadas del fuego
Las que pertenecen al fuego, se las conoce como salamandras. Tienen mucha fuerza y poder. Les encanta hacer favores de luz y viven en la viva llama del fuego. Puede ser tanto en una vela como en una fogata encendida.
Hadas del agua
En cambio, las hadas que pertenecen al elemento agua, llevan el nombre de ondinas y son las encargadas de purificar nuestra alma. Además de sacar las impurezas, liberan el ambiente de energía negativa. Viven en el agua de un río, arroyo o lago. Las hadas que viven dentro del mar se llaman sirenas y tienen una voz cautivadora.
Un ejemplo de ellas son aquellas hadas galesas denominadas Gwragedd Annwn, según el cuento de John Rhys en Celtic Folklore .
Duendes
Los seres representativos del elemento tierra vendrían a ser los duendes. Reciben un nombre diferente según el folklore de cada país pero son las mismas criaturas. Viven en el bosque, sobre árboles y plantas. Su función principal es cuidar la prosperidad de la todo tipo de vida natural, de todos los seres vivos que componen la naturaleza.
De allí surge la idea de colocar pequeños gnomos de cerámica en los jardines. Con la intención de que ellos lo cuiden y protejan. Les encanta las travesuras, por eso se cree que esconden objetos, especialmente las chucherías de plásticos y brillantes.
Cómo hacerlos sentir bien
El término duende tiene origen árabe, deriva de duar y significa el que habita. Por lo tanto, se cree que le gusta apropiarse de lugares y sentirse en ellos como si fueran propios. Así que si creemos que un duende habita en nuestro hogar, es mejor que lo hagamos sentir cómodos.
Porque nos puede llenar de favores terrenales, como salud y dinero. Pero, ¿qué podemos hacer para que se sientan a gusto?
A los duendes les gustan los lugares limpios, ordenados y con gran luminosidad. Huyen de los sitios ruidosos y les disgustan los gritos y peleas.
Cómo reconocer a las hadas y duendes
En los relatos donde se cuenta de haber visto a las hadas y duendes se trata generalmente de niños. Según los mismos cuentos de hadas y duendes, esto es así, porque estas criaturas mágicas sólo pueden ser vistas por personas inocentes.
Sin embargo, las puedes reconocer por sus acciones. Cuando tengas tiempo de pasar al aire libre con los niños puedes realizar un pequeño ejercicio de estar en silencio y escuchar. Descubrirás junto con ellos que existen muchos sonidos que pasan desapercibidos.
Creer en magia es bueno
Dicen que si uno cree en las hadas y duendes ellos se quedan en nuestro hogar para protegernos. Mientras que si no creemos o las ignoramos se van a otro sitio. Entonces la consigna no es verlos para creer sino creer para verlos.
Entonces, por ejemplo, si estás seguro de haber dejado las llaves del auto en un sitio y ahora no están, puede ser un duende con ganas de jugar contigo. O si sientes que te tocan la espalda y te hace dar vueltas sabiendo que no hay nadie en esa habitación, puede ser un hada con ganas de verte.
Estar atentos a estos momentos te hará salir de tu vida cotidiana y sacar por unos minutos el niño que tienes dentro.
Creer en magia alienta la imaginación de los niños
Cuando somos niños es más fácil creer en hadas y duendes, por lo tanto, puedes aprovechar esa magnífica etapa y recrear momentos mágicos con ellos. Escúchalos y verás cómo su imaginación vuela, más allá de que creemos.
Las historias inventadas les fascinan. Así que aprovecha la existencia de estas magníficas criaturas mágicas y crea un mundo de fantasías. Les hará despertar su ilusión y creatividad.
Además, esta maravillosa etapa de los niños termina demasiado rápido. Así que aprovecha al máximo momentos emocionantes y divertidos en familia. Imaginando juntos las más disparatadas historias.