Cuando escuches hablar de insuficiencia cervical o incompetencia del cuello uterino, puede ser que te resulte extraño y te preocupes con razón. Esta condición no es muy común, pues afecta entre el 1 al 2% del total de los embarazos, y se caracteriza por la imposibilidad del cuello del útero en mantener el peso del embarazo. Se considera como la causa más frecuente y de mejor pronóstico de pérdidas de gestación en el segundo trimestre de gestación.
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En el primer trimestre del embarazo las anomalías cromosómicas son las principales responsables de las pérdidas de embarazo, o de los abortos. En el segundo trimestre la insuficiencia cervical representa alrededor del 25% de los partos prematuros y abortos espontáneos de este periodo del embarazo.
El tener esta dificultad no implica una sentencia, pero si una dificultad. Afortunadamente una vez que es detectado, podría tener tratamiento y el embarazo tiene grandes oportunidades de culminar exitosamente. Su pronostico es más favorable
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Cuello uterino y tiempo de embarazo
El cérvix o cuello uterino es el extremo inferior del útero, extendido hacia la vagina en forma de canal. Durante el embarazo esta abertura se cierra con secreciones que forman el tapón mucoso. Al final del embarazo se hace más corto, se ablanda, se abre y hace posible el parto. Normalmente esto debe ocurrir entre la semana 37 y 40 de embarazo.
Cuando el cuello uterino se abre antes de lo previsto y se produce la salida del embrión o el feto da origen al aborto espontáneo si es antes de las 20 semanas de embarazo. A partir de aquí y hasta la semana 34 se considera un nacimiento muy temprano y si fuera antes de las 37 semanas es un nacimiento temprano. Entre las 37 y 40 semanas es un parto a término.
A partir de la semana 24 ya los fetos se consideran viables pero las posibilidades de complicaciones y de sobre vivencia aumentan en la misma medida que las semanas de gestación progresan. Cada día en el interior del útero ayuda a la maduración del feto y a disminuir las posibles complicaciones fundamentalmente respiratorios, durante su vida extrauterina.
¿Qué es la insuficiencia cervical y por qué aparece?
Cuando el cuello uterino de la gestante se ensancha o dilata antes de la fecha prevista del parto y sus paredes se hacen más delgadas, a la vez que el canal cervical se reduce en longitud, estamos en presencia de una insuficiencia cervical.
Esta condición suele ser indolora y asintomática, sin contracciones del útero, pero pueden aparecer síntomas como sangrado anormal y presión o calambres en la zona baja del abdomen y la pelvis.
Es por lo anterior que, de detectarse, deben tomarse medidas para detener esa respuesta del cuello, pues de lo contrario puede producirse la ruptura de la membrana amniótica y ocasionar un aborto si es antes de la semana 20 de embarazo o un parto prematuro si es posterior a esa etapa.
¿Cómo se diagnóstica la incompetencia del cuello uterino?
En la mayoría de las ocasiones la insuficiencia uterina es diagnosticada por un ultrasonido de rutina y no muestra síntomas. Se puede sospechar por la historia de perdida de embarazos anteriores. En caso de existir sintomatología, por lo general se efectúa una evaluación de los antecedentes, se revisa la sintomatología clínica, se efectúa la exploración pélvica y los exámenes complementarios necesarios.
Dependiendo del momento que se manifieste, se monitorea la longitud cervical para descartar o corroborar que existe acortamiento. Si la sospecha se basa en los antecedentes, lo más probable es que te realicen una ecografía transvaginal entre las semanas 16 y 20.
Por lo general, el cuello uterino mide alrededor de 30 milímetros (mm) de longitud. Si esta medida es inferior a 25 mm se considera que existe incompetencia del cuello uterino. Mientras más corto, mayor es el riesgo de parto prematuro: 25 mm implica un riesgo de 18%, menos de 20 mm implica un 25% y menos de 15 mm las probabilidades aumentan hasta un 50%.
Factores de riesgo de la insuficiencia cervical
Entre los factores de riesgo que hacen sospechar una posible incompetencia del cuello del útero están:
- Uno o más abortos espontáneos anteriores en el segundo trimestre.
- Tener un embarazo múltiple.
- Procedimientos quirúrgicos previos en el útero, como la biopsia en cono, extirpación electro quirúrgica con asa, dilatación y legrados a repetición.
- Lesiones en el cérvix durante un parto anterior.
- Insuficiencia cervical diagnosticada previamente.
- Malformaciones uterinas como el útero bicorne.
Tratamiento de la insuficiencia cervical
Dependiendo del análisis de cada caso se recurren a varios procedimientos entre los más frecuentes se encuentran:
- Uso de progesterona y reposo
- Uso de pesarios
- Cerclaje preventivo
Uso de progesterona y reposo
Cuando se diagnostica por ecografía transvaginal un cuello de menos de 25mm antes de la semana 24 de embarazo, el especialista puede indicar el uso de progesterona y reposo acompañado de observación o la colocación de un pesario.
Por lo general la progesterona se emplea en dosis de 200 mg por vía vaginal u oral hasta que el feto sea viable y lo ideal sería poder llegar a la semana 37.
Colocación de un pesario
En los casos previamente descritos pudiera ser indicado el uso de un pesario. En la actualidad los pesarios de silicona están siendo empleados con éxito. Este es un anillo que se coloca alrededor del cuello del útero y actúa impidiendo que se abra y así tratar de prolongar el embarazo hasta la semana 36-37 donde es retirado.
También podría ser una alternativa para mujeres con antecedentes de aborto o pérdida fetal temprana sin causa que lo justifique. Esta metodología ha evolucionado a través de la historia.
En los embarazos gemelares con cuello inferior a 25 mm se realizan investigaciones para evaluar la conveniencia del uso de pesario de silicona.
Cerclaje uterino
En los casos descritos anteriormente el cerclaje uterino pudiera ser una opción, pero siempre de acuerdo a la valoración del especialista y el conocimiento de los riesgos por parte de la embarazada. Todos los detalles sobre este procedimiento fueron descritos en otra entrada de Canal Chupete y que te invito a leer.
Hay común acuerdo sobre la conveniencia de la realización de un cerclaje preventivo, en la semana 14 de gestación a las embarazadas con antecedentes de 3 o más abortos tardíos o partos pretérmino. El cerclaje uterino preventivo tiene un pronóstico mucho más favorable que cuando se realiza de urgencia.
En los embarazos gemelares aunque el cuello sea inferior a 25 mm no se recomienda el cerclaje preventivo.
La insuficiencia cervical es una dificultad a atender
Si has tenido un diagnóstico previo de incompetencia del cuello uterino o has tenido la desdicha de perder un embarazo anterior, es muy lógico que estés francamente alarmada por la perspectiva de un aborto espontáneo durante el segundo semestre.
Claro está, que si no tomas ninguna medida y te limitas a torturarte con esta idea nada bueno saldrá: es momento de armarse de valor y cumplir a pies juntillas con las indicaciones de tu obstetra.
La insuficiencia cervical sin dudas representa una dificultad que deberás sortear para llevar tu embarazo a buen término, pero esta condición es tratable. Tomando las medidas necesarias podrás abrazar a un bebé sano y perfectamente formado cuando llegue el momento ideal.
Es vital la comprensión y el apoyo de tú pareja y familiares, pero sobretodo que interiorices la naturaleza de tu problema y lo enfrentes con ecuanimidad para evitar otras dificultades derivadas del miedo y la ansiedad.
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