El juego, esencial en el desarrollo psicomotor, intelectual y social

Todos los seres necesitan aprender y el modo más divertido de hacerlo es mediante el juego. Cuando se juega se adquieren habilidades, aun cuando apenas nos percatamos de ello. El juego a todas las edades es una actividad que resulta placentera. Cuando se juega, el que lo practica se divierte y toda persona se siente bien aunque no se conozca el porqué.

El juego es una parte importante de la experiencia humana y es una actividad presente en todos los pueblos del mundo. ¿Quién no ha jugado a hacer cosquillas o corrido para ver quién es el más veloz? El juego es una de las actividades que indisolublemente está ligada a la experiencia humana.

El juego está relacionado con el desarrollo del niño y desde las primeras etapas de la vida tiene una gran importancia en la adquisición de habilidades

¿Qué es el juego?

El juego es un acto de suma importancia en la esfera social, dado que brinda la posibilidad de ensayar posibles conductas sociales. El juego igualmente permite adquirir capacidades intelectuales, motoras, o afectivas de un modo divertido, placentero y que no requiere de obligación.

En definitiva, el juego es una actividad que permite aprender. Por medio del juego se establecen relaciones, por medio del juego se ocupa un lugar dentro del grupo. El juego además permite descubrir las preferencias y las potencialidades de cada ser humano.

Para el destacado investigador holandés Johan Huizinga, “el juego era una acción u ocupación libre, desarrollaba dentro de límites temporales y espaciales determinados. Los mismos están regidos por reglas absolutamente obligatorias, aunque aceptadas libremente, cuya realización es un fin en sí mismo y que va acompañada de un sentimiento de tensión y alegría”.

Sin embargo, el juego es imposible de definir en términos absolutos puesto que muchas de estas particularidades pueden estar presentes en otro tipo de actividad.

El juego es indispensable para el desarrollo psicomotor, intelectual, afectivo y social de los niños

Características del juego

Hay características que resultan comunes y que de cierto modo nos ayudan a definir que es el juego. Algunas de ellas son:

Es una actividad voluntaria

Nadie puede ser coaccionado para jugar, pues en caso contrario la actividad perdería todo sentido lúdico    Se localiza en unas limitaciones espaciales y en unos imperativos temporales establecidos de antemano o improvisados en el momento del juego.

Su carácter es incierto

El resultado final del juego cambia constantemente, pues quien resulta perdedor un día, puede ser ganador al siguiente.

 Es un fin en sí mismo

Se juega por el placer de jugar. No se esperan ganancias secundarias, aunque estas puedan existir.

Es una actividad desinteresada e intrascendente

Los resultados de un juego no tienen ninguna implicación para el futuro. No determinan nada.

Se desarrolla en un mundo ficticio

Cuando jugamos las leyes naturales no aplican pues un niño puede “volar” si así lo refiere el juego.

Requiere de interacción y acuerdo entre varias partes: ya que todo juego depende del acuerdo que se establezca entre los jugadores, quienes determinan su orden interno, sus limitaciones.

Carácter del juego

Personas de todas las culturas y de todos los tiempos han jugado. De hecho, tenemos juegos que se asemejan mucho y al que ningún pueblo puede reclamar como propio o autóctono. En todas partes el juego ha sido equivalente de recreo, ocio, diversión, esparcimiento y felicidad.

Cuando nuestros hijos juegan también lo hacen para conocer el mundo que los rodea y el mejor modo de interactuar con él. Podemos afirmar que el juego tiene entonces un marcado carácter educativo, pues prepara a nuestros hijos en el difícil camino de trasformase en adulto.

Cuando los niños juegan, son capaces de crear contextos, anticipar situaciones, planificar acciones. El juego permite crear símbolos y esto es algo muy importante para la vida social. Para un niño, jugar es tan importante como alimentarse bien o recibir otro tipo de cuidados. El juego es indispensable para el desarrollo psicomotor, intelectual, afectivo y social. Es un método efectivo de aprender las normas sociales y lo que estas permiten o rechazan.

El juego contribuye al desarrollo del niño en la esfera social, motora e intelectual

De ahí que incluso en la propia declaración de los derechos del niño, adoptada por la asamblea general de la ONU, se establece que: “el niño debe disfrutar plenamente de la recreación. Por tanto, todas las autoridades públicas, de conjunto con la sociedad, tienen la obligación y el deber de promover el goce de este derecho”.

¿Qué características debe tener el juego?

La característica fundamental que ha de tener un juego, es permitir el aprendizaje de nuestros hijos, pues estos tendrán que afrontar situaciones diversas a lo largo de su vida. Pero hay características que marcan la diferencia entre el juego y otro tipo de actividad algunas de ellas son:

  • Debe ser libre
  • Desarrollar acciones de un modo propio y específico
  • Permitir al niño autoafirmarse
  • Favorecer la socialización
  • Cumplir una función integradora y rehabilitadora.
  • No debe depender de condiciones materiales para su desarrollo.
  • Tener reglas claras
  • Poder ser aplicable a cualquier ambiente
  • Que sea educativo
  • Ser divertido
  • Permite incorporar la realidad

Funciones del juego en la infancia

El juego tiene innumerables funciones pues ha de contribuir prácticamente en todos los aspectos del crecimiento y desarrollo de un niño. Influye en su desarrollo psicomotor, el intelectual, el social y el afectivo-emocional.

Una selección adecuada de los juguetes y de los juegos en cada etapa es una garantía para evitar accidentes en el hogar

El juego es útil y es necesario para el desarrollo del niño en la medida en que éste es el protagonista. Por tanto, hay que evitar que los adultos puedan robar el protagonismo al niño intentando dirigir o controlar el juego. La intervención del adulto en los juegos infantiles debe consistir en:

  • Facilitar un ambiente relajado
  • Estar a disposición del niño
  • Bajo ninguna circunstancia un adulto debe dirigir ni imponer el juego

Mediante el juego el niño adquiere posibilidades que le permiten:

  • Explore el mundo de los mayores
  • Socialice con otros niños de su edad
  • Aprenda a funcionar de forma autónoma
  • Descubra nuevas sensaciones
  • Aprenda a coordinar los movimientos de su cuerpo y a tener dominio sobre este
  • Desarrolle plenamente sus capacidades sensoriales
  • Organice su estructura corporal
  • Amplíe y explore sus capacidades motoras y sensoriales.

El juego desarrolla la capacidad de razonar

Una de las capacidades que desarrolla el juego es la de razonar. El razonamiento puede describirse como la facultad que tenemos los seres humanos de resolver problemas. Nos permite llegar a conclusiones y aprender de manera consciente de una realidad concreta, estableciendo conexiones lógicas entre causa y efecto.

Es decir que el juego es capaz de estimular el pensamiento reflexivo y el representativo. Por tanto, entre las funciones del juego se encuentra:

  • Crear y potenciar fuentes de desarrollo
  • Ampliar la memoria y la atención
  • Fomentar la capacidad de análisis
  • Desarrollar la imaginación y la creatividad
  • Potenciar el desarrollo del lenguaje y el pensamiento abstracto.

El juego permite…

  • Preparar al niño para la vida adulta
  • Favorecer su interacción social
  • Fomentar y promover el desarrollo ético
  • Potenciar la cooperación
  • Aprender a seguir reglas y normas
  • Desarrollar la responsabilidad
  • Afianzar al grupo
  • Promover la comunicación positiva y disminuir la negativa
  • Incrementar las conductas asertivas con sus iguales
  • Proporcionar diversión y entretenimiento
  • Permitir la descarga de tensiones
  • Desarrollar la personalidad
Las diversas formas de juego infantil son consecuencia directa de las transformaciones que va experimentando el niño en su desarrollo

La evolución del juego según la edad

En los seres humanos la etapa de juego social comienza a partir de los 2 años. Es en ese momento cuando los niños son capaces realmente de jugar entre sí y con los adultos. Ya para entonces pueden hacer uso del lenguaje, lo que constituye un elemento clave para poder jugar.

Hacia los 3 años de edad se hacen muy intensas las relaciones sociales y las formas de utilización de los objetos. A través de la comunicación y de la colaboración con los adultos, el niño es capaz de adquirir el conocimiento, se orienta en la realidad y ya puede dominar las primeras formas de conducta social propias de los adultos.

Esta actividad, además, lo capacita para practicar la coordinación neuromuscular y aprender a relacionarse con el espacio y los objetos que observa en su ambiente. El juego le permite estimular la coordinación visual y motora y explorar nuevos objetos; desarrollar su imaginación y fantasía, así como la expresión de sentimientos mediante mensajes verbales y no verbales.

El juego social requiere del establecimiento de acuerdos, pues para llevarlo a cabo el consentimiento de todas las partes. Por medio de este juego social el niño finalmente llega al juego formal, el que está marcado por la claridad de sus reglas prexistentes. Esta posibilidad de desarrollar juegos formales es más clara a partir de los 6 años.

Composición del juego

En todo juego existen:

  • Una meta u objetivos
  • Reglas
  • Herramientas o componentes.
  • Reto o desafío
  • Interactividad
  • Más de un participante

Sin estos elementos el juego pierde todo sentido.

Resulta del todo imposible realizar una actividad de juego (lúdica) si esta no tiene parámetros que permitan medir el desempeño indivual. Si no entendemos las reglas o si el juego no tiene un objetivo claro, difícilmente pueda llegar a ser una actividad divertida. Es conveniente destacar que en edades tempranas las reglas no son tan importantes como lo irán siendo en la medida que el niño crece.

Los juguetes deben ser apropiados para cada etapa de la vida del niño y ofrecer total garantía y seguridad

Juegos, juguetes y niños son inseparables…

Este trio es inseparable y acompañan todas las etapas de desarrollo de los niños , pero a la hora de seleccionar los juguetes, sería conveniente que tuvieras en cuenta las Recomendaciones del Comité de Seguridad  y Prevención de Lesiones Infantiles de la Asociación Española de Pediatría. En ellas se sugiere:

  • Seleccione los juguetes apropiados a la edad y habilidades del niño. Tenga en cuenta las recomendaciones del fabricante.
  • Compre los juguetes en tiendas serias y que cumpla con las normativas de seguridad establecidas para el respectivo país.
  • Cumpla con las indicaciones establecidas por cada fabricante para el montaje del juguete y conserve la factura por si fuera necesaria alguna reclamación.
  • Los globos no son recomendables para niños pequeños y si explota retire los fragmentos.
  • Las piezas que utilizan los niños menores de 36 meses no deben inferiores a 4,4 cm.
  • Retire el embalaje del alcance de los niños y las bolsas plásticas que podrían asfixiarlo.
  • Siempre que sea requerido emplee las medidas de seguridad indicadas.
  • Revise los juguetes buscando desperfectos que puedan dannar al niño.
  • Lave frecuentemente los peluches y otros que acumulen polvos y desperdicios.
  • Seleccione los videojuegos apropiados para cada etapa y supervise frecuentemente su área de juego. Evite que permanezca más de dos horas frente a una pantalla.

Los juegos infantiles tradicionales vs los videojuegos

Los juegos tradicionales son aquellos que se realizan sin la ayuda de juguetes complejos. Es decir, son juegos que se llevan a cabo con la utilización propia del cuerpo, con recursos naturales disponibles o con objetos caseros.

Su objetivo puede ser variable, aunque habitualmente se trata de juegos basados en la interacción de dos o más jugadores que reproducen roles con mayor o menor grado de fantasía. Este tipo de juegos, que poseen reglas sencillas y fáciles de comprender, tienen una eficacia probada en cuanto a potenciar capacidades cognitivas en nuestros hijos.

De hecho, no es casual que las guarderías y las escuelas posean casi siempre algún patio de recreo, rincón de juego o área de entrenamiento diseñados para facilitar los juegos infantiles. Esto en correspondencia con la edad y necesidades de desarrollo de cada etapa de la vida.

Sin embargo, en las últimas décadas, el juego tradicional ha comenzado a ser desplazado por los llamados videojuegos y otros juegos en linea, un tipo  entretenimiento electrónico en el que una o más personas interactúan, por medio de un dispositivo informático.

¿Cuáles pudieran ser las ventajas de las nuevas tecnologías de la información en el juego?

Los videojuegos y otras modalidades de juegos en linea, han despertado controversia, como todo lo nuevo, entre aquellos que consideran que sus efectos pueden ser perniciosos y los que creen que simplemente son una nueva herramienta educativa.

Los defensores de los videojuegos argumentan que estos tienen la misma capacidad de los juegos tradicionales para enseñar a resolver problemas y que incluso estos tienen un grado mayor de complejidad. Igualmente plantean que los videojuegos estimulan la habilidad de los jugadores y que pueden mejoran la comunicación cuando se juega en red o de manera online.

Hoy en día los videojuegos han llegado a emplearse en ciertas terapias de rehabilitación y en muchas universidades de diferentes regiones del planeta han llegado a formar parte del programa de clases, pues se considera que son útiles para potenciar habilidades en los alumnos.

¿Qué dicen los detractores?

Para los detractores de los videojuegos, estos son un serio problema pues el niño pasa demasiado tiempo ante la pantalla recibiendo un material que puede llegar a confundir con la realidad. Muchos incluso creen que estos juegos electrónicos pueden llegar a fomentar la violencia. Esto se debe a la supuesta capacidad que se les atribuye de disociar de manera patológica a los niños de la realidad.

Y como conclusión…

Lo cierto es que, como ocurre con cualquier producto, los videojuegos tienen sus pros y sus contras. En cualquier caso, lo más importante es que nuestros hijos no se sienten frente a una computadora sin la debida supervisión de un adulto. Esto ha de ser así no solo para prevenir el uso excesivo, que lógicamente ha de ser perjudicial como ocurre con todo aquello en lo que nos excedemos, sino también para evitar que jueguen videojuegos inapropiados para su edad.

Los videojuegos no son buenos o malos por sí mismos. Pueden llegar a ser herramientas provechosas siempre y cuando las utilicemos correctamente. No podemos dar la espalda al futuro, por lo tanto, hemos de incorporar los medios informáticos a nuestras vidas y hacer uso de sus capacidades.

Según la Asociación Española de Pediatría el uso abusivo de estos juegos favorece la obesidad, el sedentarismo, el aislamiento, la violencia y el bajo rendimiento escolar. Depende de nosotros como padres que este uso sea el adecuado en la educación y aprendizaje de nuestros hijos.

Jugar y compartir con nuestros hijos nos hará protagonistas de sus personajes ideales, entrar a ese mundo mágico e ideal y ser parte de sus sueños y sus alegrías. No le restes importancia el te espera.