Las infecciones respiratorias agudas: catarro, bronquitis y neumonía

Con los cambios de estación llegan también las infecciones respiratorias agudas, en especial en otoño e invierno cuando la temperatura comienza a descender. Esto es algo que todos sabemos. Sin embargo, no todos conocemos la diferencia entre los tres principales males que aquejan cuando el verano se marcha: el catarro, la bronquitis y la neumonía.

Te recomiendo la lectura de: ¿Cómo prevenir las infecciones respiratorias agudas?

Tendemos a pensar y enfrentar de la misma forma estas tres infecciones respiratorias agudas, cuando cada una de ellas tiene su propia evolución, gravedad y tratamiento médico. Si quieres conocer detalles sobre cada uno de ellas, te recomendamos que sigas leyendo.

Es importante la prevención de las infecciones respiratorias agudas más comunes durante los meses fríos como son el catarro, bronquitis y neumonía, aquí te explicamos sus diferencias y como debes de proceder ante cada una

¿Qué son las infecciones respiratorias agudas?

Comencemos por las características que son comunes a las tres. Las infecciones respiratorias agudas (IRA) son padecimientos que comprometen las vías respiratorias y tienen una evolución inferior a 15 días.  Son causadas por microrganismos diferentes.

Las infecciones respiratorias no son un problema trivial. Según la Organización Mundial de la Salud, estas constituyen una de las principales causas de mortalidad en el mundo. Son altamente contagiosas, pudiendo ser leves, moderadas o graves.

Su aparición se debe tanto a causas ambientales como a factores predisponentes individuales y sociales. Los cambios de temperatura asociadas a las estaciones más frías del año, otras causas comunes son la contaminación ambiental, el tabaquismo pasivo, el incumplimiento de los calendarios de vacunación, la deficiente ventilación en el hogar o el contacto con personas con infecciones respiratorias, entre otras causas.

¿Qué es un catarro?

Se le denomina catarro, constipado o resfriado común a la inflamación de las vías aéreas superiores que incluyen la cavidad nasal, la faringe y la laringe, afectando las vías hacia los bronquios. Los catarros son causados por virus (rinovirus y coronavirus) y son altamente contagiosos.

Sus síntomas incluyen estornudos, secreción nasal, dolores de cabeza, congestión nasal, lagrimeo, dolor de garganta y sensación de malestar general. Por lo general si aparecen además otros síntomas como fiebre, temblores y dolores musculares estamos en presencia de una gripe, término utilizado para designar una infección viral más severa.

El catarro o resfriado común no tiene cura efectiva y dura entre 3 y 10 días, tras los cuales los síntomas desaparecen espontáneamente. El único tratamiento es el alivio de los síntomas, tanto mediante medicamentos de prescripción o venta libre como remedios caseros.

El control de la temperatura cuando hay infecciones respiratorias agudas es básico para prevenir complicaciones y bajarla si sube por encima de 38.5 grados centígrados con el uso de ibuprofeno o paracetamol, no debe usar aspirina

Los catarros son más frecuentes en niños con una base alérgica, con bronquios más sensibles. A esta susceptibilidad se le denomina hiperreactividad bronquial y necesita de consejo médico y tratamiento para evitar que se desarrollen frecuentemente síntomas bronquiales.

Los catarros son causantes de altas tasas de ausentismo escolar y laboral.

¿Qué es la bronquitis?

Cuando las infecciones respiratorias agudas comprometen e inflaman las vías aéreas principales que permiten el intercambio de aire a los pulmones, estamos en presencia de una bronquitis. En este caso, ocurre un estrechamiento de las vías respiratorias que dificulta la respiración.

El síntoma principal de la bronquitis es la tos y la tos con flemas, que es la diferencia fundamental con el resfriado común. En ambos casos puede aparecer tos, pero mientras en el catarro esta tos es faríngea, en la bronquitis es más profunda y generalmente es productiva con expectoración.

La bronquitis aguda por lo general está precedida de un catarro y a partir del mismo es que se desarrolla. Esto ocurre porque la infección inicial de vías superiores se comienza a propagar a las vías respiratorias inferiores. La bronquitis puede tener un origen viral o bacteriano.

La bronquitis puede ser también crónica, cuando se presenta tos con flemas la mayor parte de los días durante al menos 3 meses. La causa fundamental de este tipo de bronquitis es la exposición a contaminantes del aire entre ellos al humo del tabaco.

¿Qué es la neumonía?

La neumonía es una de las infecciones respiratorias agudas más peligrosas porque cuando no es oportunamente puede llegar a comprometer seriamente la vida de los pequeños. Es particularmente peligrosa en menores de dos años de edad.

Hay que tener especial precaución con la neumonía en niños menores de dos años, porque pueden presentarse complicaciones que pongan en peligro la vida de los pequeños, ante la duda acuda al pediatra

La neumonía puede estar localizada en uno o ambos pulmones. Puede ser el resultado de una infección viral, pero también muchos otros gérmenes como las bacterias y en mucha menor frecuencia los hongos pueden causar una neumonía. El agente causal más común es el Streptococcus pneumoniae.

Sus síntomas varían acorde con su severidad, e incluyen fiebre alta, escalofríos, tos con flemas, falta de aire y dolor en el pecho al respirar.

No es usual que una bronquitis aguda evolucione a neumonía, pues mientras las primeras son de origen viral las neumonías por lo general son de origen bacteriano y llevan  antibióticos. No obstante, las infecciones respiratorias agudas  tienden a bajar las defensas del organismo, situación que pueden aprovechar las bacterias para desencadenar una neumonía, como complicación de las infecciones respiratorias agudas de origen viral.

Además de los adultos mayores y los niños, la neumonía es una complicación para aquellas personas que con enfermedades respiratorias crónicas importantes. También es más frecuente en personas que tienen enfermedades crónicas, patologías cardiacas, pulmonares o con tratamientos para disminuir las defensas inmunológicas.

Mantener actualizado el esquema de vacunación ayuda a prevenir las infecciones respiratorias agudas más comunes durante los meses fríos, no dejes que sorprendan a tu hijo

¿Cómo tratar las infecciones respiratorias agudas?

El manejo de los catarros o resfriados comunes por lo general pueden ser tratados en el hogar sin necesidad de recurrir a atención especializada. Si el niño es recién nacido o es menor de 6 meses debe ser evaluado por el pediatra. En los niños mayores puede ser necesaria el concurso de un especialista si los síntomas aumentan en su intensidad o persisten luego de dos semanas de enfermedad.

En cualquier caso, es preferible prevenir las infecciones respiratorias agudas,  que tratarlas, para lograrlo es fundamental mantener al día el esquema de vacunación antigripal y antineumocócica, existen otras medidas sanitarias que usted puede tomar para prevenir las infecciones respiratorias.

El lavado frecuente de las manos es una de las medidas para evitar la adquisición de las infecciones respiratorias agudas más frecuentes y también evitar su propagación

Dentro de ellas se recomiendan especialmente:

  • Lavarse frecuentemente las manos.
  • No someter a los pequeños a cambios bruscos de temperatura sin la debida protección.
  • Evitar el contacto con contaminantes ambientales como el humo del tabaco.
  • Mantenerse abrigados cuando se sienta frío.
  • Beber abundante líquido.
  • Ingerir alimentos ricos en vitaminas A y C.
  • Ventilar adecuadamente el hogar.
  • Evitar el contacto con personas que se conoce que están enfermas.

No obstante, resulta muy difícil no contagiarse con un virus durante las estaciones del año que se nos aproximan. Pero de resultar contagiado, son muy importantes las acciones que realicemos a partir de ese momento. Estas incluyen no solo la vigilancia y control, sino también evitar que el niño o los cuidadores se conviertan en transmisores de la enfermedad.

Algunas recomendaciones generales si tiene una infección respiratoria

  • Hidrátese convenientemente.
  • Lávese las manos con frecuencia.
  • Colóquese un pañuelo desechable sobre nariz y boca al toser o estornudar.
  • Evite saludar con besos mientras tenga síntomas.
  • Aléjese del humo de cigarrillo
  • Mantenga las fosas nasales destapadas con suero fisiológico.
  • Utilice tapabocas para preparar los alimentos mientras persistan los síntomas.
  • Evite tomar medicamentos que no sean indicados por su médico.
  • Abrigue al niño y evite la humedad, trate de protegerlo del frio y la humedad.
  • Cumpla disciplinadamente los periodos de exclusión de la guardería o la escuela para que su hijo no se convierta en un trasmisor.
  • Vigile los síntomas del pequeño y si la fiebre aumenta administre ibuprofeno o acetaminofén, no aspirina.

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