Mi bebé no duerme, ¿qué puedo hacer para ayudarle?

Duérmete, mi niño, duérmete, mi amor, duérmete, pedazo de mi corazón. Hermosas canciones de cuna tienen como centro dormir al pequeño. Y no por gusto… porque este es un problema muy común sobre todo en los padres primerizos. La gran mayoría de los padres de estreno se preguntan: ¿Por qué mi bebé no duerme, qué puedo hacer?

Asociamos las nanas y el sueño profundo a los bebés, pero en la práctica mi bebé no duerme y este es un problema muy frecuente

Si deseas leer más sobre esta temática, aquí puedes tener más información sobre: Sueño y desarrollo infantil, ¿cómo se relacionan?

¿Cuáles son las causas de que mi bebé no duerme en los primeros meses?

El recién nacido no tiene establecido su patrón de sueño, es por ello que las primeras semanas son muy extenuantes. A la responsabilidad y el temor de asumir el papel de ser padres y de lactar al pequeño, se suma la falta de sueño.

El bebé en sus primeras semanas puede dormir dos o tres horas seguidas y después se despierta o porque necesita su leche o porque está incomodo porque le molesta el orine o la caca. Dormirá en total entre 16 y 17 horas, pero muy fraccionadas.

En esta etapa no diferencia el día de la noche y por tanto puede confundir sus horarios. Es después de los tres meses que paulatinamente va normalizando su ciclo de sueño-vigilia.

Si tu bebé tiene dificultades con el sueño es conveniente que crees una rutina que lo ayude a identificar el día de la noche

Lo más frecuente es que entre los 2 y 3 meses el bebé sea capaz de dormir 5 horas seguidas por la noche y posteriormente llegará a 10 horas. Los patrones de sueño más normales o regulares los debe de adquirir entre los tres y seis meses.

Siempre ten muy presente que cada bebé es diferente y puede ser que algunos duerman más horas por la noche desde el inicio de su vida. Otros pueden cumplir su primer añito y aun no son capaces de dormir una noche completa. Cada uno tiene su propio ritmo de maduración y desarrollo. Si los pequeñines tienen alguna discapacidad visual le resultará aún más difícil identificar la noche y el día.

¿Qué puedo hacer cuando mi bebé no duerme?

La posibilidad de dormir mayor número de horas de forma continua se asocia al proceso de desarrollo y maduración de pequeño. Es por ello que cuando digas mi bebé no duerme, piensa que él está atravesando por una etapa en que es completamente normal y que en unos meses quedará en el olvido. No obstante puedes comenzar a ayudarlo a propiciar una rutina nocturna que lo ayudará a tener un sueño más placentero.

Lo más importante para crear buenos hábitos nocturnos, es crear una rutina y cumplirla con constancia y dedicación

Crea una rutina

El momento de ir a su cuna y dormir debe convertirse en un momento muy placentero. Debes establecer una rutina, algunas mamás prefieren bañar a su pequeño, cambiarlo de ropa, cantarle, acariciarlo y llevarlo a su lugar de descanso. La selección de la misma dependerá del temperamento de tu bebé, por ejemplo a algunos el baño los excita mientras a otros los calma.

Algunos expertos consideran que la rutina debe de durar menos de una hora, también puede contemplar la alimentación. Puedes también incorporar  un rato de juego en forma calmada. No incluyas en la rutina ningún dispositivo electrónico con pantalla, ni teléfonos, ni tabletas, ni computadoras, ni televisores.

Establece un horario fijo para acostarlo

La hora en que efectúes esta rutina debe ser similar todos los días, se recomienda que sea entre las 7 y las 8 de la noche. Y respeta este horario con independencia de las visitas, de las interrupciones y de la dinámica hogareña. Recogerás los frutos de esa inversión de tiempo y dedicación.

Un lugar adecuado para su descanso

Es muy probable que en los primeros meses decidas tener su moisés, su cuna o la extensión de tu cama en tu propia habitación. Ello simplifica la atención al recién nacido y puedes vigilarlo mejor para evitar las posibles complicaciones de esta etapa inicial.

Sea el moisés o la cuna complementa su espacio con una luz tenue y una música suave de fondo. Estas prácticas  son excelentes aliados para crear esta rutina después de las primeras semanas de vida.

Siempre evita mantenerlo en tu propia cama porque la posibilidad de accidentes aumenta y lo estas exponiendo a riesgos que son completamente previsibles.

Proporciónale sosiego y tranquilidad

Cuando llega la noche el bebé debe llegar a identificar que es el momento de dormir y no de jugar. Ni saltos, ni brincos, ni sobreexcitación. Todos los movimientos de forma muy calmada, sin gritos, ni estridencias, solo voz suave y cadenciosa.

Llévalo a su cuna cuando esté soñoliento, pero no dormido

Debes evitar que tu bebé se quede dormido en tus brazos, lo mejor es llevarlo a la cuna cuando aún está despierto. Siempre recuerda de acostarlo boca arriba para evitar la muerte súbita y elimina las mantas, los cojines y los muñecos que puedan obstruirle las vías respiratorias.

No duermas a tu bebé en brazos, llévalo a su cuna antes de que se quede dormido, para que identifique que ese es su lugar de descanso

Valora la conveniencia de darle un chupete

Muchos bebés responden muy bien al uso del chupete, ayuda a tranquilizarlos y a identificar que es la hora de dormir. Algunas investigaciones y expertos [consideran, que esta medida puede ser conveniente para disminuir el riesgo de que el niño sea afectado por el síndrome de muerte súbita.

Si tu bebé no duerme y quiere seguir jugando lo mejor es ayudarlo a que adquiera un buen hábito para quedarse dormido

Ayúdalo a diferenciar el día y la noche

Uno de los retos que la madre enfrenta es ayudar a su pequeño a que identifique el día y la noche.  La idea fundamental es crear las condiciones  propicias que lo vayan adaptando a reconocer la actividad cotidiana del día en contraposición a la tranquilidad de la noche.

Para propiciar esto por la noche cuando llegue el momento de descansar, el bebé debe de permanecer en un sitio tranquilo, sin ruidos, con luces tenues. En contraste por el día debe entrar la luz y seguir el ritmo normal.

Cuando se habla de que el bebé duerma por la noche, también hay que pensar en el sueño diurno.  Las siestas que toma el bebé por el día, influyen en su comportamiento por la noche. Hay que desterrar el falso concepto que si el bebé no duerme por el día dormirá mejor por la noche.

Normalmente un niño menor de 6 meses, debe dormir entre dos o tres siestas con una duración que puede oscilar entre 30 minutos y 2 horas. Después de esa edad y hasta el año duermen dos siestas y hasta los tres años una sola siesta que puede durar entre 1 y 3 horas.

Lo recomendable es que los horarios se mantengan también durante el día, la rutina de atención al pequeño debe ser similares cada día para el bebé se acostumbre a una rutina.

¿Cuándo empezar la rutina a mi bebé que no duerme?

Para crear los hábitos lo principal es la repetición y la consistencia, de ahí que debes ser muy perseverante. Algunos expertos consideran que puedes comenzar a partir de las 6 semanas a ponerlo en su cuna tranquilo con la rutina que mejor se aviene a las características de tu hijo.

Otros consideran que la edad ideal es entre los 4 y 6 meses cuando el bebé ha desarrollado mejor sus ciclos de sueño-vigilia. Y también a esa edad tiene la capacidad de consumir más alimentos y así espaciar sus tomas de leche.

Una madre es la que mejor conoce a su pequeño y con su amor y la sabiduría que confiere la propia maternidad, obsérvalo y decide cuando comenzar. Pero siempre ten presente que necesitas comprender las preferencias de tu hijo y entender sus formas de comunicarse.

Si tu bebé no duerme toda la noche, no te preocupes en demasía más tarde o más temprano lo hará. Este solo hecho no determina tu capacidad y posibilidad para criar a tu hijo.

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