Se deben tratar adecuadamente este inconveniente.

¡Atención! Qué debes hacer si tu bebé tiene displasia de cadera

Una de las principales preocupaciones de las madres cuando están en estado es que sus hijos no se formen adecuadamente. Cada año, aumentan de manera considerable el número de afecciones como la displasia de cadera en niños neonatos.

Bien sea por malformaciones congénitas o desafortunados incidentes, las madres deben estar al tanto de estas condiciones previas al nacimiento. Para mantenerse alertas al proceso de desarrollo de la criatura, los profesionales recomiendan visitas constantes a sus médicos de cabecera. Esto ayudará a corregir a tiempo alguna afección que presente el feto y prevenir aquellas que se puedan presentar a futuro.

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Una mirada más cercana a la displasia de cadera

Entre las afecciones infantiles más comunes en la actualidad, destaca una que es capaz de alarmar hasta a los padres más tranquilos. Esta es la displasia de cadera, una anomalía que afecta el desarrollo pélvico del infante.

Cada vez son más los niños que nacen con problemas en el desarrollo de sus pelvis.

Conocida previamente como luxación congénita de cadera. Ocurre cuando el área que une al fémur con la pelvis no se desarrolla perfectamente. Por sus características, esta malformación es comúnmente padecida por recién nacidos.

Si esta condición es detectada a tiempo, es posible evitar que el pequeño sufra de una cojera definitiva a futuro.

Seguro te preguntas cuáles son las causas de la displasia de cadera

Al ser una afección que afecta al feto en su desarrollo, existen algunos datos que son importante tomar en cuenta previo al nacimiento. Entre las más destacadas podemos mencionar:

Estar de cuclillas al nacer

Esta posición durante el embarazo, también conocida como nacer de trasero, hace que la parte superior del fémur se mantenga alejada de la pelvis.

Pertenecer al sexo femenino

De acuerdo a diversos estudios, ser mujer significa que los ligamentos de tus piernas es posible que sean más débiles. Por ello, es bastante común que las personas diagnosticadas con esta enfermedad pertenezcan al sexo femenino.

Ser el primogénito

Adicionalmente, ocurre que la afección ataca a los hijos de las madres que dan a luz por primera vez. Esto se debe al aumento de presión uterina que ocurre en las mamás primerizas.

Fetos con sobrepeso

Cuando el bebé pesa más de lo recomendado durante cada edad gestacional, es más propenso a sufrir displasia de cadera.

Los fetos con sobrepeso tiene más probabilidades de sufrir de este malestar.

Además, puedes considerar entre las causas:

  • Embarazos múltiples.
  • Deficiencia de líquido amniótico.
  • Hipertensión arterial materna.

Paralelo a estos factores, también debemos mencionar que esta condición puede ser hereditaria. En la actualidad, esta afección infantil afecta aproximadamente a tres de cada 1.000 niños. No podemos dejar a un lado que afecta a más mujeres en comparación con los varones.

La pregunta de muchos padres ¿qué le pasa a mi hijo?

De acuerdo a los síntomas que presente la criatura, estos pueden estar sufriendo de dos tipos distintos de displasia:

Displasias embrionarias

Esta ocurre cuando en el nacimiento del bebé, cuando la cadera se encuentra levemente separada (fémur y pelvis). Si el diagnóstico de esta condición es realizado a tiempo, tendrá tratamiento satisfactorio. Sin embargo, en muchos casos es difícil que esto suceda debido a la similitud que existe entre esta condición y una cadera normal. En la actualidad, existen tres tipos distintos de displasias de caderas que se dan en el embarazo:

Subluxación

Pelvis y fémur no se compactan correctamente.

Luxación

Ocurre cuando no hay conexión entre la pelvis y el fémur.

Inestabilidad

Sucede cuando la cadera atraviesa un proceso de luxación.

Displasia fetal

Una vez que la cadera ya está técnicamente separada internamente, se da lo que conocemos como una displasia fetal. De acuerdo a diversos estudios, los médicos han logrado demostrar que esta situación está ligada a una acción realizada durante el embarazo.

Cuando esta ocurre, hay una separación evidente. Entonces se asocia con una malformación heredada. Entre estas podemos destacar cualquier anomalía que tenga lugar desde el nacimiento y repercuta en la vida del pequeño.

Cuando este tipo de displasia es causada por acciones ocurridas en el embarazo, se hace más difícil su tratamiento. Esto sucede debido a que afecta al 5% del total de las displasias presentes en los infantes. Cuando un niño sufre de esta condición cuando está pequeño, es más propenso a que pueda presentar artritis cuando sea adulto.

¿Cómo se diagnostica en niños?

Al ser esta una condición que los afecta en los primeros días de vida, es importante las evaluaciones que deben realizarse para diagnosticarlas. Por la fragilidad de los huesos de los bebés, existen dos tipos de maniobras permitidas para saber si tu hijo sufre o no de displasia de cadera:

Maniobra de Barlow

Esta consiste en dislocar la cadera que está en su sitio. Si observamos que la cadera sobresale tras haberla separado, es un hecho que el niño tiene la cadera luxable.

Maniobra de Ortolani

A través de esta técnica, se intenta colocar en su sitio a una cadera que está dislocada. Si apreciamos que su tamaño ha cambiado una vez que hicimos esto, es posible que el niño sufra de displasia de cadera.

Tratamientos recomendados y cura oportuna

No se puede dejar a un lado que existen varios tratamientos. Estos varían de acuerdo con la intensidad de la afección.

Cuando es leve, los médicos recomiendan que el bebé adopte cierta postura para dormir o para mantenerse durante el día. A medida que va empeorando la condición, lo más normal es hacer uso de botas o equipos ortopédicos. Si esto no ayuda, es bastante probable que sea necesaria una cirugía.

Evita que este diagnóstico interrumpa su proceso de crecimiento

Si observas que tu hijo puede estar padeciendo de displasia, es importante que hables con un traumatólogo infantil. Este tendrá la facultad de analizar sus síntomas y recetar lo que sea más adecuado para él.

Si crees que tu bebé sufre de estas molestias, acude al especialista.

¿Consideras que es un proceso engorroso?, no desfallezcas. Lo más importante de todo esto es que confíes en tu capacidad como mamá y le demuestres todo el apoyo posible en el camino a su recuperación.

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