Si notas que tu bebé no aumenta de peso como esperas, pudieras tener una percepción errónea, sobre todo si eres primeriza. Pero si es muy evidente o tienes otros hijos, es lógico que compares y te preocupes. En los primeros días después del nacimiento el bebe sufre una pérdida de peso fisiológica, la que es completamente normal.
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A partir de ahí, lo normal es que un lactante aumente de peso diariamente una onza como promedio hasta los tres meses. La tasa de crecimiento puede variar y no existe una norma rígida. Entre los tres y los 6 meses por lo general aumentan unas 0.6 onzas por día. Entre los seis y los nueve meses debe aumentar 0.4 onzas diarias, y entre los nueve meses hasta el año de edad se espera que aumente 0.3 o 0.4 onzas diariamente.
Causas más comunes por las que el bebé no aumenta de peso
En sentido general, cuando un bebé no aumenta de peso, o no se está alimentando bien, o por alguna razón no puede absorber los nutrientes necesarios.
El médico puede tardar hasta un mes en estudiar qué puede provocar este comportamiento y establecer un tratamiento si se requiere. Esto es necesario para evitar la desnutrición en el recién nacido.
A continuación compartimos contigo las causas más comunes:
- Cuando no se aplica una técnica correcta para el amamantamiento del bebé o el pequeño se queda dormido mientras lo amamantas y no consume la cantidad de leche requerida para cada etapa de su desarrollo.
- El bebé tiene labio leporino o paladar hendido o la lengua anclada y le cuesta trabajo succionar la cantidad de leche necesaria para responder a los requerimientos de su desarrollo. En estos casos se recomienda el uso de biberones especiales.
- Si el bebé se alimenta con fórmula, y esta no se prepara correctamente y se le aporta menor cantidad que la demandada.
- Cuando mantienes una rutina de lactancia, el bebé puede recibir menos cantidad de leche de la que requiere. Es aconsejable que dejes a tu bebé tomar el pecho durante el tiempo que desee, hasta que se sacie.
- No tienes suficiente leche o no te baja la última leche, que es precisamente la más rica en grasas, calorías y nutrientes.
- Si te encuentras estresada o adolorida puedes tener problemas para que baje la leche. Los problemas de mastitis y afectaciones del pezón pueden producir afectaciones en la cantidad de leche que el pequeño puede succionar.
- Cuando el bebé se encuentra enfermo disminuye el apetito. Si lo ha estado recientemente aunque esté curado, puede necesitar más cantidad de leche.
- Cuando el bebito tiene diarreas o presenta intolerancia a la leche.
- Si sufres de depresión posparto u otras molestias que impidan la adecuada atención al pequeñito.
Causas patológicas del retraso en el desarrollo
Existen otras condiciones que causan desnutrición y bajo peso neonatal del pequeño, aunque estas son las menos frecuentes:
- Problemas pulmonares como la fibrosis quística
- Parálisis cerebral
- Síndrome de Down
- Enfermedades cardíacas
- Anemia
- Algún desorden en su metabolismo y el sistema endocrino
En estos casos, la detección temprana de problema es muy importante para el diagnóstico y tratamiento del bebé.
¿Qué hacer cuando el bebé no aumenta de peso?
Lo aconsejable es que lo consultes con tu médico, para que evalúe su estado de salud y conocer qué puede estar causando esta situación.
Diagnóstico de las causas que determinan que tu bebé no aumente de peso
Si cuando llevas al bebé a consulta, el médico nota que tu bebé no tiene el peso normal según su edad, diagnosticará “dificultad para aumentar de peso ” o “retraso del desarrollo”, y basará su diagnóstico por las siguientes condicionantes:
- El bebé está por debajo de lo establecido como normal por la tabla de crecimiento porcentual.
- Si el peso de tu bebé se encuentra por debajo del 20 por ciento de acuerdo a su altura.
Es importante que conozcas que son los bebés prematuros los que tienen más problemas para aumentar de peso, y mayor propensión a la desnutrición. Si notas que tu bebé es más pequeño de lo normal o tiene poco peso, debes llevarlo a consulta y encontrar el motivo por el que ocurre.
Esto resulta vital para el desarrollo mental y físico del niño, y depende de una buena nutrición durante sus primeros tres años de vida.
¿Cuál es el tratamiento para los bebés con bajo peso?
Cuando tu bebé tiene dificultades para aumentar de peso y acudes a consulta, es probable que el médico observe como das de lactar al niño. De esta forma puede determinar si tiene problemas para succionar o mueve correctamente la mandíbula. En la mayoría de los casos, basta con algunos consejos sobre la lactancia.
En otros, lo común es indicar análisis de sangre, orina y otros exámenes complementarios. Dependiendo de los resultados, lo remitirá a un gastroenterólogo. Si se trata de mejorar su alimentación, será remitido a un dietista. Este puede valorar su alimentación, complementando la lactancia con fórmulas enriquecidas, y alimentos calóricos, estos últimos siempre y cuando tu bebé ya se alimente con alimentos sólidos.
Para los niños mayorcitos muy recomendables resultan alimentos como la leche entera y sus derivados, es decir, yogurt y helados. También pueden incorporarse huevos, aguacate, puré de papas y cereales. Solo en casos en los que la salud del bebé se ve muy comprometida, puede ser indicada una hospitalización para alimentarlo de forma intravenosa y mantenerlo bajo observación.
Consejos para amamantar al bebé
Si eres madre primeriza y das de lactar, debes conocer cómo hacerlo correctamente. De esta manera puedes estimular la succión y sobre todo saber si el bebé se encuentra satisfecho y bien alimentado. Mantente atenta a las siguientes señales:
- Si durante el día ensucia aproximadamente entre seis a ocho pañales.
- Si sus heces son color mostaza durante el primer mes, luego es normal que lo haga con menor frecuencia.
- Cuando le das de lactar, puedes escucharlo succionar y ver como mueve la mandíbula.
- Cuando sientes tus pechos más blandos luego de amamantarlo.
Si ocurre lo anterior, tu bebé se está alimentando bien. Debes mantener a tu bebé despierto cuando esté mamando. Para conseguirlo, puedes entretenerlo con algún juego, cambiarlo de posición o acariciarlo. Si percibes que no puede tomar de ambos pechos, vacíalos con un extractor para que puedas seguir produciendo leche.
Para tu mayor tranquilidad lleva al bebé a consulta para que lo pesen. Cerciórate que sea con la misma pesa, y si tienes una en casa mejor. Si presenta algún problema, consulta con el pediatra.
Lo importante es mantenerte siempre al tanto de su desarrollo en estos meses tan vitales para su futuro.