¿Qué hacer para evitar los efectos de los golpes de calor en los niños?

Cuando llega el verano, las temperaturas pueden alcanzar altos registros en los termómetros. El buen amigo el sol,  hace sentir toda su fortaleza y expresa toda su potencia. Por esta razón el organismo se expone a sufrir golpes de calor, en especial en aquellos más sensibles como los bebés, niños, y ancianos.

Te interesará leer: Vacaciones en familia en la playa: ¿qué precauciones debemos tomar?

Los más pequeños de casa se encuentran más expuestos, porque su cuerpo suda poco y por lo tanto dispersa menos el calor. El verano es el momento del año cuando se realizan más actividades al aire libre: las visitas a playas y piscinas, la práctica de deportes acuáticos, el senderismo y otros llenan esos días, donde además resulta más frecuente la exposición al sol.

Debe evitarse la exposición al sol en los horarios en que el mismo es más intenso es mejor disfrutar del mar en los horarios tempranos de la mañana o al final de la tarde

Nuestros hijos disfrutan de estas actividades junto al resto de la familia, pero son los más vulnerables por su mayor propensión a sufrir golpes de calor e insolaciones. Así que es el momento de extremar las medidas para evitar que los días de vacaciones se conviertan en pesadilla para los niños y toda la familia.

¿Qué es un golpe de calor?

La llamada popularmente insolación o golpe de calor se produce como consecuencia de que el cuerpo se calienta excesivamente y por tanto la temperatura corporal se eleva. Se denomina golpe de calor si la temperatura corporal llega a 39- 40 oC.

El golpe de calor se produce cuando el organismo pierde una cantidad excesiva de líquido.  Esto provoca que también se pierdan muchas sustancias esenciales llamadas electrolitos, como el sodio y el potasio.

Los bebés y niños, así como las personas mayores de 65 años,  no están lo suficientemente preparados para enfrentar el aumento de la temperatura corporal y por tanto no pueden disiparla mediante sus propios mecanismos de regulación térmica.

La exposición al sol de niños menores de un año debe ser muy cuidadosa, ellos no poseen los mecanismos de regulación térmica adecuados

¿Qué provoca los golpes de calor? ¿Cuáles son sus síntomas?

Existen varios factores que pueden desencadenar los golpes de calor:

  • Altas temperaturas asociadas con frecuencia a alta humedad.
  • Práctica de ejercicios o actividades físicas intensas.
  • Mala hidratación.
  • Exposición excesiva al sol.

La incidencia directa del sol sobre la cabeza produce un sobrecalentamiento del organismo. Esto provoca un mal funcionamiento del mismo, provocando los síntomas de un golpe de calor:

  • Aumento de la temperatura corporal, con 39°C o más.
  • Dolor de cabeza extremo acompañado de confusión y pérdida de conciencia.
  • Fatiga.
  • Náuseas y vómitos.
  • Calambres musculares.
  • Piel enrojecida, muy caliente y seca.
  • Aumento de la frecuencia cardíaca.
  • Falta de aire y dificultad para respirar.
  • Adormecimiento.

La primera consecuencia de este malestar es la deshidratación. Si ésta no es atendida como corresponde puede resultar fatal, en especial para los niños. Es imprescindible entonces estar atentos a aquellas cosas que pueden conducir a padecer un golpe de calor.

¿Qué hacer ante los golpes de calor?

Si aparecen algunos de los síntomas anteriores y tenemos la sospecha de que se trata de un golpe de calor, debemos acudir al médico.

La protección con la ropa adecuada previene los golpes de calor, cubrir la cabeza, usar ropas de algodón o lino en colores claros es una importante medida

Mientras tanto  existen algunas medidas que pueden ser tomadas para tratar de reducir la temperatura corporal del niño[:

  • Trasladar al niño a un lugar fresco y con sombra.
  • Ventilar ese lugar.
  • Desvestir  al niño lo más posible para refrescar su cuerpo.
  • Colocar paños de agua fresca o con hielo sobre la frente, las axilas, la nuca y las ingles.
  • Ofrecerle agua fresca, a pequeño sorbos, para rehidratar. No dar agua fría porque el contraste térmico puede ser perjudicial.
  • Si la temperatura corporal del niño es de más de 40°C, bañar con agua fresca hasta conseguir llegar a los 38°C.

Recomendaciones para evitar el golpe de calor

Siempre resulta mejor prevenir que curar. Aquí te enumeramos algunas recomendaciones para aminorar las altas temperaturas y evitar que los niños sufran un golpe de calor:

  • Evite las horas más fuertes de sol y calor (de 12 a 17 horas) para salir a la calle. Prefiera siempre la sombra.
  • Vista al niño con ropa ligera y de preferencia de lino o algodón en colores claros.
  • Refresque al pequeño con frecuencia con ayuda de toallitas húmedas.
  • Ofrézcale agua fresca a menudo. Si es un bebé que se está amamantado no lo necesita, pero si hay un golpe de calor, se puede ofrecer. Aquellos pequeños que se alimentan con biberón sí requieren beber agua.
  • Evite utilizar, dentro de lo posible, las mochilas portabebés en los días de mucho calor. El niño va muy pegado al cuerpo de su padre o madre, quien desprende mucho calor.
  • Instale la cuna o cama del niño en el lugar más fresco de la casa.
  • Ventile la habitación del bebé temprano en la mañana y entrada la tarde para lograr una temperatura cercana a los 22°C, que es la ideal. Si es necesario deje las ventanas abiertas para refrescar el aire de la habitación.
  • Use ventiladores o aires acondicionados, dependiendo de las características del lugar, de preferencia ventiladores de techo.
Una de las medidas para prevenir las complicaciones del golpe de calor es refrescarlos y tomar agua a pequeños sorbos

Cuidado con  los golpes de calor en el coche…

Un escenario muy frecuente para la aparición de golpes de calor en niños y bebés es cuando se viaja en coche. No deje nunca al pequeño en un auto recalentado por el sol.

Si va a viajar en coche, enfríe previamente el automóvil con el aire acondicionado y luego apáguelo para entrar al niño. Trate de viajar con el aire apagado y las ventanillas abiertas. En el caso que el calor sea extremo, entonces encienda el aire acondicionado y mantenga las ventanillas medio abiertas.

Importancia de la hidratación en los niños

Los golpes de calor son producto muchas veces de una mala hidratación. El agua es fundamental para la vida, pues es el medio que permite tanto la absorción y transporte de los nutrientes las vitaminas y minerales que el organismo necesita como el componente fundamental para mantener la homeostasia del organismo.

El contenido de agua en el organismo de los niños hasta el primer año de edad es mayor al de los adultos. Los pequeños, sobre todo los lactantes, pierden más líquidos que los adultos en proporción con su peso, además de que tienen un sistema renal aún inmaduro. Habrás notado que los bebés orinan mucho más que un niño más grande: aún no pueden concentrar la orina y necesitan excretar más líquido para eliminar todas las sustancias de desecho del metabolismo.

Una de las causas de los golpes de calor, es la insuficiente hidratación, es por ello que tomar líquidos frecuentemente durante el verano es una medida de prevención de las molestias ocasionadas por esta afección

Para hidratarse es necesario beber agua natural, pero también se pueden incorporar zumos, sin azúcar añadida, o limonada. Estos también aportan vitaminas y minerales.

Casi nadie bebe agua sin tener sed. Los adultos podemos identificar la sed, pero para los niños resulta más difícil, así que debemos ofrecerle agua con regularidad hasta que incorporen el mecanismo de demandar el líquido cuando lo necesitan.

Una buena hidratación redunda en el bienestar y ayuda, además, a prevenir eficazmente los desagradables y peligrosos golpes de calor. Mantenga a sus hijos hidratados y estarán más preparados para disfrutar del verano sin riesgos para su salud. 

Y por último recuerda…

Ante la sospecha de que tu hijo esté padeciendo de un golpe de calor debes tratar de refrescarlo de inmediato y bajarle la temperatura mientras acudes a un centro de tratamiento de urgencia.

Cuando se acude de inmediato y no se retrasa el tratamiento sus efectos pueden ser leves, pero cuando se dilata la atención médica pueden producirse efectos muy negativos. Pueden ocasionarse daños severos en el corazón, el cerebro, los riñones, los músculos y hasta la muerte.

Evitarlo es la mejor alternativa, pero ante los síntomas no pierdas tiempo. En tus manos está proteger a tu hijo ante las severas complicaciones del golpe de calor.

Y para disfrutar del verano,  te recomiendo la lectura de: Escapadas con niños, ¿eres más de playa o montaña

Post Relacionados