¿Desde que llegó el bebé cambió la rutina? Es necesario cambiar pañales y levantarse de madrugada a alimentarlo, todo mientras te recuperas de haber dado a luz. Nadie dice que la maternidad es algo fácil, adaptarse a la nueva vida es un reto por completo, pero tampoco es imposible. Aprende aquí cómo adaptarte a la vida materna y cómo lograr la recuperación postparto con éxito.
Contenido
- 1 Recuperación postparto, ¡sí se puede!
- 1.1 ¡Nueva vida! 10 consejos para adaptarse
- 1.2 Puede ser una etapa compleja, por fortuna hay formas de hacerla más sencillas:
- 1.2.1 Acepta la etapa en la que te encuentras y vívela
- 1.2.2 Cambia tus pensamientos
- 1.2.3 Adquiere nuevas perspectivas
- 1.2.4 Haz pequeñas excepciones
- 1.2.5 Ajusta tus planes de vida
- 1.2.6 Pide ayuda
- 1.2.7 ¡Ups! Cambios en tu cuerpo
- 1.2.8 Cuida de ti misma
- 1.2.9 Rétate como madre
- 1.2.10 Escucha a otras madres
- 1.2.11 Toma tu espacio y tiempo
Recuperación postparto, ¡sí se puede!
Cuando una madre recibe a su bebé en brazos por primera vez, lo primero que invade su cuerpo es la sensación de amor. Ver a esa criaturita delicada, con la piel arrugadita y esa carita de ángel le hace olvidar el dolor que siente tras el parto, dejándolo en segundo plano. Pero, por mala suerte, este efecto no dura eternamente.
Para las mujeres, la etapa después del trabajo de parto puede ser un verdadero dolor. La recuperación postparto tiende a durar al menos unas dos o tres meses. A esto se le suma el adaptarse a la nueva vida como madre, o como la madre de un niño más. Cual sea el caso, la llegada de un bebé puede ser hermosa pero también difícil. Las mujeres tienen que aprender a ajustarse a esa nueva vida y para eso te traemos estos 10 consejos.
¡Nueva vida! 10 consejos para adaptarse
Adaptarse tiene sus desafíos. Especialmente para las madres jóvenes o primerizas. Cuidar de esa pequeña criatura que acaba de llegar al mundo es muy importante, pero no se deben olvidar del cuidado personal.
Por fortuna, muchas mujeres pueden tomarse el tiempo para quedarse en casa y cuidar de sus niños recién nacidos. Este tiempo les permite adaptarse a los cambios y desarrollar habilidades o responsabilidades como madre. Un bebé exige mucha atención, hay que alimentarlos, cambiarlos a menudo y, en muchas ocasiones, les causan desvelos a los padres.
Puede ser una etapa compleja, por fortuna hay formas de hacerla más sencillas:
Acepta la etapa en la que te encuentras y vívela
Es posible que durante las primeras semanas o meses como madre sientas que la vida se ha vuelto difícil. Estarás deseando que el tiempo pase rápido y tu hijo crezca ya. Lo cierto es que tras esta etapa vienen otras y otras que deberás superar como si fuera una carrera de obstáculos.
Es importante que cambies tu mentalidad. Acepta que te encuentras en una etapa de la vida en la que eres madre y tienes bajo tu potestad el crecimiento de un pequeño ser. No debes resistirte a ellos, solo debes vivirlo. Este cambio de mentalidad te permitirá relajarte y apreciar los momentos que vives como madre.
Cambia tus pensamientos
Durante el embarazo es probable que hayas anticipado la llegada de tu bebé con mucha emoción y cariño, pero luego del parto es posible también que no hayas sentido esa emoción. Para muchas mujeres es común la depresión posnatal. No obstante, no debes sentirte como una mala madre. Es común que este cambio en tu vida genere cierto pánico.
Tus hormonas durante la recuperación postparto se desestabilizan, sobre todo, al adquirir la rutina de dormir poco y con el cambio de las relaciones personales. Te enfrentas a una rutina nueva. Es en este momento en el que debes olvidar todas las expectativas sobre lo que creías que sería tu vida con el bebé. Es fundamental que disfrutes esta experiencia y lo que está por venir. No debes ser muy dura contigo misma con respecto a los cambios.
Adquiere nuevas perspectivas
Dedicarse solo a ser mamá y olvidar el cuidado personal es un completo error. Ser madres es una responsabilidad, sí, pero esto no quiere decir que deban ser un producto para sus hijos. Alimentarlo, bañarlo, hacerlo reír, jugar con él, criarlo, ayudarlo en un mejor desarrollo.
Como madre es importante reconocer que no eres la única responsable de tu hijo. El padre debe ser involucrado en la crianza y las necesidades del bebé. También es bueno que busques apoyo en familiares y amigos de vez en cuando. Mereces tener un respiro también.
Haz pequeñas excepciones
Cumplir con las rutinas de manera estricta, como los horarios para dormir, o la alimentación frecuente, pueden generarte asfixia. Es por eso que de vez en vez puedes optar por romper con la rutina. No te obligues ni te presiones con el cumplimiento de tus actividades, cuando también tienes la oportunidad de hacer excepciones de vez en cuando.
Por ejemplo, no está demás permanecer despierto después de la hora de dormir del bebé para compartir en una fiesta familiar o de amigos. Cuando se tiene una rutina estricta, estos cambios resultan emocionantes y estimulantes tanto para ti como para tu hijo.
Ajusta tus planes de vida
Durante la recuperación postparto puede que comiences a pensar en tu vida cuando no tenías obligaciones. Aunque la vida que tienes ahora es algo diferente a cuando eras adoleScente, no significa que debas dejar de lado tus intereses.
Debes aprender a ajustar tus planes de vida a la vida materna. Busca formas simples de incorporar tus actividades favoritas a tus rutinas. No temas llevar a tu bebé contigo a reuniones con amigos o hacer las compras.
Come de tus dulces favoritos mientras el bebé toma una siesta, o escucha tu música por ese lapso de tiempo, aún si sabes que pronto debes atenderlo. Estas son pequeñas ganancias dentro de la vida maternal que debes aprender a aprovechar.
Pide ayuda
Si las labores como madre y el mantener la casa en orden se salen de tu control. No temas en recurrir a alguien y pedir ayuda. Contar con personas que ayuden en casa es fundamental durante esta etapa.
Sobre todo si tu pareja no puede tener un tiempo libre o vacaciones de su trabajo. En caso de que la situación económica no permita contar con una persona para esto. Puedes optar por tus amigas o familiares, bien sea para ayudarte en casa, o con el bebé mientras tú te ocupas del resto.
¡Ups! Cambios en tu cuerpo
Junto a los cambios emocionales que vienen durante la recuperación postparto, también experimentarás los cambios corporales, como el aumento de peso. Luego del embarazo bajar de peso no es una cuestión que se dé ágilmente. Debes aprender a tener mucha paciencia con esto.
Una vez que el médico determine que ya puedes realizar actividades físicas, como el ejercicio, deberás comenzar por unos moderados y suaves durante poco tiempo e ir incrementando la actividad gradualmente día tras día. Salir a caminar puede ser un buen ejercicio en el que incluso puedes llevar a tu bebé contigo.
Cuida de ti misma
En el período de recuperación postparto las hormonas son diferentes a las del período de embarazo. Como se presentan cambios físicos es probable que te sientas indispuesta para algunas actividades. Habrá momentos en los que te sentirás mal, desordenada o quizá hasta fuera de control, pero esta etapa pasará con el período de recuperación.
Cuida de ti misma en este proceso, creando o haciendo cosas que te hagan sentir bien o mejor. Como realizar actividades físicas (una vez que puedas realizarlas), meditar, salir a reuniones con amigos, citas con tu pareja. Aleja el estrés y descansa de vez en cuando. El bebé necesita de una madre con salud mental y física.
Rétate como madre
Hay madres que temen a los cambios y a realizar actividades junto al bebé. Como también hay madres que se han atrevido a salir de su zona de confort.
Salir de tu zona de confort te hará sentir competente como madre. No te limites a mantenerte con tu hijo solo dentro de casa, como si ambos fueran cadetes de un cuartel militar. Para comenzar, si nunca lo sacas de casa, cada vez será más difícil para él adaptarse al exterior.
Si tienes hijos mayores, esto no es justo para ellos. Anímate a armar planes con tu pareja y familia para hacer actividades divertidas y permitirle a tu bebé que forme parte de ello. Puede que llore y se queje, pero también percibirá los cambios y aprenderá a adaptarse.
Solo debes comprometerte y hacerlo, estos pequeños pasos te harán fuerte y capaz de salir de tu zona de confort como madre.
Escucha a otras madres
Aprender de las personas que ya tienen experiencia, o al menos más experiencia que tú, puede ayudarte a definir mejor esta etapa. Será mucho más fácil recibir apoyo de ellas como si de una comunidad se tratase. Los consejos de mamá, tías, suegra o amigas te harán sentir más segura en el proceso de recuperación postparto y en la adaptación a tu nuevo rol.
Toma tu espacio y tiempo
Si sientes un poco de frustración porque todos están muy pendientes de ti, quieren ver al bebé, visitarte y hacer acto de presencia, es hora de que te apartes. Nada peor para la salud de la mamá y el pequeño que sentirse asfixiados por el mundo exterior. Ser mamá también implica disfrutar momentos de intimidad en familia. No estás obligada a permanecer disponible para todos los demás.