Pequeños bebés y el reflejo de Babinski

Comprobemos si les ha ocurrido lo mismo… Estás acariciando el pie del bebé y su dedo pulgar se dobla hacia arriba mientras que el resto de los dedos se abren como un abanico. ¿Qué ha sucedido? ¿Debo preocuparme? Esta sensibilidad es muy común en lactantes y recibe el nombre de reflejo de Babinski.

La maternidad es una de las etapas más felices en la vida de cualquier mujer. Pero como cualquier nueva experiencia, presenta retos entre los afectos, el compromiso y el empeño que pone una madre.

Tanto el cuerpo como la mente están dedicados a casi exclusivo cuidado de esta nueva vida. Y todos los sentidos son nuestros botones de alarma para detectar cualquier anormalidad. Además, en medio de nuestro propio desajuste emocional por vivir la maternidad, tendemos a maximizar cualquier situación. Sigue leyendo y verás que no hay nada de qué preocuparse.

Reflejo de Babinski, el más común

Sabemos que la mayoría de las madres ha visto cómo su hijo padece de reflejo de Babiski. Y si no has sido testigo de este hecho, también hay pruebas caseras para realizarlo. Es completamente normal y beneficioso que un bebé lo experimente. ¿Por qué? Este movimiento involuntario es la manera más sencilla de precisar cómo avanza el desarrollo de su sistema nervioso.

Este signo o reflejo es natural que se presente desde el primer mes de vida del infante y hasta los 24 meses.

Lo más común, de hecho, es que desaparezca cuando el niño alcanza el año de edad. Porque durante este periodo el bebé comienza a gatear y mediante la punta de los pies, se ayuda a impulsarse para comenzar a caminar.

Una vez que el niño comienza a caminar, o durante el gateo, el reflejo desaparece como clara señal de que su sistema nervioso alcanzó mayor desarrollo.  

Prueba en casa

Si aún no has visto que tu pediatra realice esta prueba en los reflejos, puedes hacer un pequeño examen en casa. Esto con el fin de comprobar que el sistema nervioso se desarrolla con completa normalidad. Sigue el siguiente paso a paso:

Acuesta al bebé

El bebé debe estar acostado sobre una superficie plana para que se nos haga más fácil detectar la reacción física y emocional al estímulo que realizaremos.

Relajación total

Debe estar relajado antes de ser estimulado. Asegúrate de que no tenga otras distracciones visuales o auditivas que puedan sabotear nuestro test.

Objeto de prueba

El objeto que utilizarás para realizar la estimulación es de libre elección. Puede tratarse de un objeto sólido o liviano. También, sin mucho esfuerzo, puedes elegir realizarlo con tu dedo pulgar o índice.

Roce o toque

El objeto seleccionado o el dedo deben rozar la planta del pie del bebé suavemente, haciendo guiño a las cosquillas, pero ejerciendo un poco de presión. Procura que este examen se extienda desde la planta del pie hasta llegar a sus dedos en un solo movimiento.

¿Cuándo es anormal?

Los adultos deben preocuparse cuando el reflejo de Babinski se presenta por encima de los dos años de un infante porque puede tratarse de un síntoma que alerte sobre el padecimiento de alguna patología asociada al sistema nervioso o hasta neurológico.

Si notas que el bebé presenta esta respuesta involuntaria ante un estímulo, luego de los 24 meses, es recomendable que acudas al pediatra. El especialista determinará si se trata de algún daño en las vías nerviosas.

Si este es el caso: no temas

Es simplemente un síntoma que se activa ante lo que podría ser un daño. Toma en cuenta que no necesariamente puede estar relacionado a una patología. Si padece de un reflejo de Babinski anormal, que no corresponde con su edad, puede ser un temporal o permanente.

Es conveniente que tengas conocimiento en torno a las causas que podrían generar un reflejo anormal en un niño. Sin embargo, recuerda que solo un especialista será el encargado de diagnosticar cualquier enfermedad.

Y en adultos…

Por otra parte, en los adultos este síntoma revela una patología y se relaciona con un daño de vías piramidales. Una persona que padezca el reflejo de Babinski, con frecuencia, también tendrá otros percances físicos relacionados a la falta de coordinación y debilidad o dificultad para mantener el control muscular de su cuerpo.

En casos más graves está directamente asociado a:

• Esclerosis lateral amiotrófica.
• Poliomelitis.
• Siringomielia.
• Esclerosis múltiple.
• Ciertos tipos de poliomelitis.
• Traumatismo craneal.
• Tumor cerebral.
• Meningitis.
• Turberculosis.
• Accidente cerebro vascular.
• Lesión en la médula espinal.

¿A quién puedo acudir? A tu médico de cabecera en primera instancia. Aunque también existen especialistas para evaluar estos reflejos como los neurólogos y los cirujanos ortopédicos.  

Mitos sobre el reflejo de Babinski

Es natural que en una reunión de madres comiencen a tejerse mitos en torno a los síntomas que padecen los bebés. Estas creencias populares no hacen más que crearnos perturbaciones psicológicas. Nos llenan de ansiedad y hasta nos mantienen en un estado obsesivo por el bienestar de nuestro hijo.

Naturalmente  el reflejo de Babinski también ha inspirado ciertas percepciones que no son las más acertadas. Toma nota:

La estimulación que realicemos en la planta del pie debe ser suficientemente intensa o hasta dolorosa

No, no es así. La respuesta al estímulo dependerá del sistema nervioso del infante. Es decir, habrá niños que pueden reaccionar fácilmente a un leve estímulo, mientras otros ameritarán cierta presión en el test. Pero, de ninguna manera, podrá ser doloroso.

Hice la prueba y el bebé no genera una respuesta contundente al estímulo: hay daño en su sistema nervioso

Esta afirmación solo podría realizarla un especialista. Si realizaste un test casero del reflejo de Babinski y el niño no tuvo una respuesta contundente, no te preocupes.

Puede deberse a que no lo realizaste bien o el bebé está distraído

En ese caso la mejor decisión es acudir a su pediatra para plantearle la situación. De hecho, en la medicina existen otros métodos para medir los diferentes fenómenos en el sistema nervioso.

Probé con mi bebé y, al primer movimiento, no muestra nada. Algo está mal

Muy relacionado al punto anterior. El primer signo que arrojé el niño tampoco es determinante. Ármate de paciencia. Sigue el paso a paso. Y repite el test casero.

Si tampoco obtienes una respuesta adecuada, no pasa nada

Acude al especialista y coméntale la reacción que viste. Él será encargado de realizar un examen profesional del reflejo de Babinski.

Cuando realizo el test del reflejo de Babinski mi bebé no abre sus dedos en forma de abanico y eso es anormal

Tampoco esta creencia es cierta. Aunque comentábamos más arriba que la abertura de los pies en forma de abanico es una de las reacciones más comunes, no la hace exclusiva.

No se trata más que de un fenómeno asociado bastante común. Si no forma parte de la reacción del niño, no hay nada que tener. También es normal.

¿Cuándo es necesario realizar el test?

Este examen es prioritario en caso de que el bebé se haya caído, haya conocimiento o sospecha de traumatismo. En esos casos es aconsejable que se asista inmediatamente a un centro asistencial o acudir al pediatra de cabecera.

En consulta debes expresar al médico sobre este hecho. Uno de los primeros exámenes físicos que efectuará al niño será el reflejo de Babinski. Pero también optará por otros test más especializados como tomar una angiografía de la cabeza del infante.

Pensando en estas eventualidades, es recomendable que pidas al pediatra el examen del reflejo de Babinski. Y te ofrezca una orientación de sus resultados para que formen parte de la historia clínica de tu bebé.

Si un niño sufre una caída y sospechas o sabes si se golpeó la cabeza, no es recomendable que realices este examen por tu cuenta. Es momento de contactar con un profesional que detecte cualquier anormalidad.

Un poco de historia

El neurólogo franco-polaco Joseph Babinski es reconocido por ser quien dio con este hallazgo. Además,  explicó la base del reflejo involuntario de los bebés cuando eran estimulados a través de un movimiento..

Su planteamiento en torno a este síntoma tuvo lugar en 1896 durante una reunión de la Sociedad de Biología. Lo tituló “Fenómeno de los dedos del pie” y apenas contaba con 26 líneas de texto. No obstante, le valió el reconocimiento de la sociedad médica. El signo que hoy lleva su nombre forma parte de prácticamente cualquier exploración de carácter neurológico.

Continúa: Reflejo de Moro o del abrazo, signo de un bebé saludable