Sin importar la edad, el menor debe recibir una serie de nutrientes esenciales en todas las etapas del desarrollo infantil. Estos son importantes no solo para garantizar la construcción de nuevos tejidos en la medida que el niño crece, sino para la regulación de su metabolismo y prevenir enfermedades. Por ello, es de gran importancia que estén representados en su dieta diaria.
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Contenido
Nutrientes esenciales: Macronutrientes
Son los nutrientes que suministran la energía metabólica del organismo y los materiales de construcción esenciales para el crecimiento. A diferencia de los micronutrientes se consumen en cantidades mayores, e incluyen los glúcidos, las proteínas y los lípidos.
Para el desarrollo infantil, se debe hacer hincapié en los dos primeros, pues normalmente los lípidos ya se encuentran presentes en los alimentos que el niño consume con regularidad.
Las proteínas
Las proteínas están formadas por aminoácidos, que son los materiales de construcción para todos los tejidos. Sin proteínas no hay crecimiento ni desarrollo, por lo que su ingesta diaria es tan importante para un niño, es uno de los nutrientes esenciales en el desarrollo infantil.
Aunque el cuerpo humano es capaz de sintetizar 12 de los 20 aminoácidos necesarios para su funcionamiento y desarrollo, 8 de ellos (llamados aminoácidos esenciales) solo pueden ser adquiridos mediante la dieta. Por eso es vital que el niño reciba las cantidades necesarias de proteínas diariamente, garantizando así su desarrollo.
En nutrición, las proteínas se clasifican según su origen:
De origen animal: carnes de aves como pato, pavo, pollo entre otros. También procedente de cerdo, conejo, cordero y de res, huevos, mariscos, moluscos y pescados.
De origen vegetal: frutos secos como avellanas, almendras, nueces y legumbres como por ejemplo frijoles, garbanzos, judías, lentejas, soja entre otros.
Las proteínas tampoco deben ser consumidas en exceso. Para un correcto desarrollo infantil, la OMS recomienda una ingesta de 1,6 g/Kg diarios.
Glúcidos
Conocidos también como hidratos de carbono, se transforman luego de ingeridos en glucosa. Esta es quien aporta la energía que el organismo necesitará durante el día.
Los más aconsejables son los hidratos de carbono complejos, saludables para el organismo. Estos se encuentran en los cereales como el arroz, centeno, maíz, trigo, en los tubérculos y los derivados de ambos como las pastas y las harinas enriquecidas.
Los hidratos de carbono simples, el azúcar y la sacarosa, se utilizan en productos como bollos, dulces, golosinas, mermeladas, pasteles y otros, y en las bebidas azucaradas. Aunque sean del agrado de los niños, deben evitarse porque pueden conducir a sobrepeso y obesidad.
Nutrientes esenciales: Micronutrientes
Los micronutrientes son sustancias que el organismo requiere en pequeñas dosis. No obstante, son esenciales en el desarrollo infantil para regular los procesos metabólicos. Esta categoría de nutrientes esenciales engloba las vitaminas y los minerales.
Vitamina A
Es clave para la visión, en especial para el reconocimiento de los colores y el desarrollo de la visión nocturna. Participa además en el sistema inmunológico, que garantiza la prevención de infecciones.
La vitamina A se encuentra en las zanahorias y otras verduras y frutas de color naranja, así como en la leche fortificada.
Vitaminas del complejo B
El complejo B engloba a la tiamina, la riboflavina, la niacina, el ácido fólico, el ácido pantoténico, la B6, la B12 y la biotina. Este complejo interviene en muchos procesos, entre ellos la producción y uso de energía. Su defecto puede producir anemia, entre otras enfermedades.
Este complejo se encuentra en casi todos los alimentos, pero el pescado, el pollo, la carne roja, las verduras de hoja, los cereales integrales y los lácteos son especialmente ricos en vitamina B.
Vitamina C
Como antioxidante la vitamina C, refuerza el sistema inmune del niño. Además, favorece la cicatrización, entre otras funciones.
Se obtiene a través del consumo de cítricos como la naranja, tanto en zumos como ingiriendo la fruta en gajos. Otras fuentes importantes de vitamina C son las fresas, el melón, los pimientos rojos dulces y el tomate.
Vitamina D
Favorece la absorción de calcio, por lo que contribuye al desarrollo de huesos y dientes sanos.
Con suficiente luz solar, la piel produce esta vitamina D de forma natural. No obstante, no está de más aumentar sus dosis consumiendo atún, cereales, huevos, leche fortificada o salmón.
Vitamina E
Este antioxidante natural protege del envejecimiento y la degradación de los tejidos.
El consumo de aceite de girasol, aceite de oliva, almendras, cereales integrales y vegetales de hoja verde como lechugas y espinacas, garantiza que el niño recibe niveles suficientes de la vitamina E.
Vitamina K
La vitamina K es esencial para la coagulación de la sangre y la formación de glóbulos rojos.
Incorporar a la dieta del niño vegetales de hoja verde, aceites vegetales, brócoli, carnes, coles de Bruselas, lácteos y repollo es suficiente para tener niveles adecuados de esta vitamina.
Calcio
El calcio es un mineral vital para el desarrollo óseo y dental del menor. Su carencia acarrea enfermedades óseas a mediano y largo plazo, por lo que garantizarlo en la niñez equivale a una vida adulta más saludable.
Sin dudas, los lácteos son la fuente de calcio por excelencia, por lo que el niño debe recibir cantidades suficientes de leche y/o yogur a diario. Es considerado como uno de los nutrientes esenciales fundamental en la etapa infantil.
Hierro
Es vital para la formación de glóbulos rojos. Estas son las células que transportan el oxígeno a todo el cuerpo y acarrean el dióxido de carbono fuera de él. De no recibir suficiente hierro, se desarrolla anemia.
El hierro se obtiene de la carne, los frijoles, las verduras de hoja verde oscura y el cereal fortificado con hierro. El jugo de naranja favorece su absorción.
Magnesio
Este mineral es uno de los componentes básicos de las células, imprescindible para producir energía. El magnesio también es vital para el buen funcionamiento del corazón.
El magnesio se obtiene consumiendo almendras y otras nueces, arroz integral, cereales de salvado, frijoles y tofu.
Potasio
Sin potasio no hay impulso nervioso, por lo que se requiere para que todas las células y órganos del cuerpo funcionen. Es uno de los nutrientes esenciales de mayor importancia para el funcionamiento del organismo.
Aunque los plátanos son la fuente de potasio natural más conocida, es abundante también en alimentos como las batatas, los frijoles blancos, la leche descremada y el yogur.
Yodo
El yodo es un mineral es imprescindible para el desarrollo infantil, regulando procesos como la frecuencia cardiaca y la temperatura corporal.
Está presente en las algas, los espárragos, los mariscos y los pescados, aunque muchos países lo incorporan a la sal de mesa para garantizar que toda su población reciba cantidades de yodo suficientes.
Zinc
El zinc es vital para que el sistema inmunológico del niño lo proteja de virus y otros patógenos. Interviene además en el crecimiento infantil.
Se encuentra en el pollo, los frijoles y los cereales fortificados.
Estos nutrientes esenciales deben ser incorporados en la dieta infantil acorde con los requerimientos diarios, de forma variada y atractiva para que tu hijo sea capaz de suplir las demandas de cada etapa de su desarrollo.
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