En la actualidad en España hay varias opciones de profesionales para atender tu parto: el obstetra, tocólogo o ginecobstetra y la matrona o comadrona. Estos son calificados y certificados con los conocimientos y preparación para enfrentar el feliz acontecimiento de traer a tu hijo al mundo.
A las opciones anteriormente mencionadas algunas mujeres prefieren incorporar a las doulas para el acompañamiento emocional, pero ellas no están acreditadas para la intervención obstétrica. Por lo general comienzan a desempeñar sus funciones 4 o 5 semanas antes del parto, el parto y durante el inicio de la lactancia.
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Cada una de ellas tiene sus ventajas y desventajas, que deberás sopesar detenidamente hacia el fin del embarazo para que te acompañe durante ese momento tan importante de tu vida. O puedes hacerte acompañar de varios al mismo tiempo.
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¿En que basarte para elegir quién va a atender tu parto?
En dependencia de la formación, habilidades y perspectivas sobre el embarazo y el parto de cada uno de estos profesionales, podrás escoger las que más se adaptan a tu forma de pensar y la comodidad que te brindan para el parto. No obstante, el principal criterio que debes tener en cuenta es tu propia salud y la de tu hijo.
Para seleccionar entre las opciones disponibles, ten en consideración estos elementos:
- Factores de riesgo durante el embarazo y el parto
- Lugar dónde tener al bebé
- Creencias y deseos con respecto al parto natural
De esta forma, podrás conformar un plan de nacimiento que incluya la selección de la persona adecuada para que te atienda. Pero es necesario comprender que este plan, lejos de ser un acuerdo vinculante, es más bien un listado de tus preferencias: durante el parto pueden surgir contingencias que te obliguen a variarlo sobre la marcha.
El plan para el nacimiento ayuda a informarte, explorar las opciones y entender el proceso del alumbramiento por anticipado. También ayuda a ponerte en contacto con las personas adecuadas que te auxiliarán en el proceso.
Aspectos por considerar en un plan de nacimiento
Antes de seleccionar quien va a atender tu parto, infórmate y elige las mejores respuestas a estas preguntas:
¿Qué deseas si el parto es normal?
Decidir previamente aspectos como el alivio del dolor o la monitorización fetal ayudará a aclararte cómo y con quién se realizará el alumbramiento. Incluye también el lugar dónde quieres dar a luz, las posturas que utilizarás y si deseas que te acompañe tu pareja o un familiar.
¿Cómo esperas que traten a tu bebé tras el parto?
Aspectos como quién corta el cordón umbilical, quien dará los primeros cuidados piel con piel, si deseas que se alimente al niño inmediatamente después que nazca, si su primera toma será por lactancia o biberón, si el niño debe estar en tu misma habitación o en la sala de recién nacidos… estos aspectos son solo una parte de lo que puedes considerar de antemano.
¿Cómo proceder ante una emergencia?
El plan también debe tener en cuenta los imprevistos, cómo en el caso que se necesite practicar una cesárea o entres en labor de parto de forma prematura.
Eligiendo de antemano tus opciones, no tendrás que decidir sobre la marcha y bajo el estrés del dolor y la premura. Una vez establecido tu plan de nacimiento, es momento de elegir quién o quiénes van a atender tu parto.
¿Quiénes están calificados para atender tu parto?
El obstetra, tocólogo o ginecoobstetra
La mayoría de las mujeres embarazadas eligen al médico obstetra para monitorear el embarazo y dar a luz de forma natural.
Este profesional radica en hospitales especializados, que cuentan con todas las condiciones no solo para conducir un parto por la vía natural, sino también para dar respuesta a cualquier emergencia relacionada con el alumbramiento.
El obstetra es un médico que ha hecho una especialización en su actividad y usualmente cuenta con muchos años de experiencia en la materia. Dentro de este grupo se puede incluir a algunos médicos de familia, que también brindan atención prenatal y asisten el parto.
La ventaja de contar con un obstetra radica en que este atenderá todo tu embarazo y por ello supervisa cada aspecto médico de este, definiendo además si el parto natural es viable o debe realizarse por cesárea. Se auxilia de otros profesionales como matronas, enfermeras, otros doctores e incluso doulas.
Para contactar con un buen obstetra, puedes recurrir directamente a los cubiertos por Sanidad. O pedir consejo a tu médico de familia y a tus amigas que ya son madres.
La matrona
Conocida también como comadrona o matrona ha sido históricamente quién ha atendido el embarazo hasta la aparición del obstetra como proveedor de salud.
Ellas aportan, de conjunto con su larga experiencia práctica, un enfoque orientado al manejo de las emociones durante el parto. No solamente se debe enfocar a la matrona como la persona que atiende en casa, pues muchos centros de maternidad, clínicas, hospitales y prácticas de obstetricia emplean sus servicios profesionales.
La partera o matrona también puede ayudar a la madre futura durante todo el embarazo, ofreciendo educación y asesoramiento personalizado. Además de aconsejar hábitos saludables, aclarar contigo los resultados de las pruebas prenatales y monitorizar la condición fetal, ella también está capacitada para evaluar posibles factores de riesgo y detectar a tiempo los problemas que pudieran surgir durante el embarazo.
Aunque su objetivo es facilitar el parto natural, sin dispositivos de alta tecnología ni medicamentas, la matrona está capacitada para reconocer y actuar en consecuencia ante un problema que se presente. Incluso, para poner el parto en manos de un obstetra si madre o hijo necesitan de una intervención médica directa.
Como estadística, los partos asistidos por matronas son menos traumáticos para madre e hijo. Las matronas se forman por seis años, con cuatro de estudios universitarios y dos más de formación especializada y obtienen entonces la titulación de Enfermera Especialista en Obstetricia y Ginecología.
Si la embarazada hace el alumbramiento en un hospital, el coste de la matrona está cubierto por la seguridad social. En los partos domiciliarios, la asistencia cuesta unos 2 000 euros.
La doula no es para atender tu parto, solo te acompaña emocionalmente
La palabra doula se deriva del griego, y significa literalmente “sirvienta de la mujer”. Las doulas no son consideradas profesionales y básicamente es su experiencia las que le permiten acompañar emocionalmente a la embarazada durante el final del embarazo, el parto y la lactancia.
Ellas en numerosos casos y de acuerdo con las preferencias de la embarazada le pueden proporcionar seguridad y confianza, pero en ningún momento están capacitadas para brindar asistencia sanitaria. No sustituyen ni a la matrona, ni al obstetra. Hay numerosos criterios y anécdotas donde reconocen que gracias a su apoyo físico y emocional se reduce la necesidad de analgésicos durante el parto, y este se facilita.
Entre su posible papel se reconoce que también auxilian a la hora de encontrar las posturas y patrón de respiración adecuados y te mantienen cómoda durante el proceso de parto. Luego de este, se ocupan de lo necesario en casa para que puedas descansar, reponerte del trabajo postparto y adaptar a madre e hijo a la lactancia.
Pese a su utilidad, ellas no tienen preparación académica específica ni existe titulación oficial para doulas en España. Su asistencia no está cubierta por Sanidad en España, así que es necesario contratarlas de forma privada por unos 1 000 a 1 200 euros. Para emplear a una doula, lo mejor es preguntar entre tus amistades por una recomendación y no dejarte cautivar por las promociones sensacionalistas.
Tu selección para atender tu parto…
Y siempre ten presente que para atender tu parto lo más importante es que confíes en los encargados de este. Busca información, revisa cuidadosamente y decide por el que te haga sentir más cómoda porque ese momento es tuyo y solo tu debe tener el derecho a decidir sobre este gran acontecimiento en la vida de una mujer.
Analiza detenidamente las ventajas y desventajas de cada uno de los profesionales capacitados para atender tu parto, solicita información complementaria y no dudes en seleccionar el que consideres el ideal para ti, tu confianza y seguridad es determinante para un parto feliz.
Debes estar muy informada sobre todo lo relacionado con el nacimiento de tu hijo, así que te invito a leer: ¿Conoces cómo se desarrolla un parto normal?