La alimentación de niños de 1-3 años marca la transición entre el fin de la lactancia materna y la incorporación de alimentos de mayor textura y consistencia. Esta es también una etapa muy importante en la formación de buenos hábitos alimentarios, imprescindibles para el crecimiento y la salud de nuestros hijos.
Luego del acelerado desarrollo del niño desde su nacimiento hasta los doce meses, el período de las edades comprendidas entre 1 a 3 años se caracteriza por un crecimiento lento y mantenido, durante el cual los alimentos juegan un rol fundamental.
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Contenido
La alimentación de niños de 1-3 años
La alimentación en estos primeros años de vida es fundamental porque todavía el niño está completando el desarrollo de su sistema inmunitario, de su desarrollo neurológico además de su crecimiento y desarrollo. Es muy vulnerable a desarrollar enfermedades derivadas de una nutrición incorrecta.
La alimentación de niños de 1-3 años debe ser cuidadosamente balanceada y equilibrada para que le aporte al niño a partir de su primer año los requerimientos necesarios. Hay tres objetivos fundamentales[3]:
- Garantizar las demandas nutricionales que aseguren su optimo crecimiento y desarrollo.
- Prevenir las carencias nutricionales.
- Evitar las enfermedades derivadas de los déficits nutricionales
Además de los alimentos requeridos para el crecimiento, en estas edades también deben incorporarse grasas y vitaminas que previenen enfermedades y brindan una niñez saludable.
Al cambiar los hábitos alimentarios, es probable que el niño tenga menos apetito y sea más selectivo a la hora de comer. Por ello, es recomendable tener varias comidas saludables disponibles para cambiarle el menú si rechaza un alimento. Trate además que las porciones sean pequeñas y no lo fuerce a seguir comiendo cuando no desee más.
No le ofrezca demasiados líquidos ni alimentos como recompensa entre comidas, porque estos afectaran su apetito.
La conducta alimentaria en esta etapa de la vida es de gran importancia porque se pueden generar preferencias o aversiones, lo que pude conducir a carencias nutricionales.
Alimentos importantes para niños de 1-3 años
Los alimentos que se enumeran a continuación deben incorporarse a la alimentación de niños de 1-3 años, adaptándose a los requerimientos de cada menor.
Leche
Uno de los requerimientos fundamentales en esta etapa es la toma diaria de calcio. Se estima que, para un correcto desarrollo de huesos y dientes, es necesario que se incorpore en la alimentación de niños de 1-3 años alrededor de 500 mg de calcio. Por ello, la leche es uno de los alimentos que no deben faltar en la dieta del menor, pues es fuente principal de este necesario mineral. Durante estas edades el niño ha de consumir de 3 a cuatro raciones diarias (entre 500 a 700 mL).
Hasta los 2 años se recomienda darle al niño leche entera. Luego, debe sustituirse por leche y productos lácteos sin grasa o con solo o 2%.
Carnes
Otro de los elementos principales a incluir en la dieta son las carnes. Estas son necesarias para suplir las necesidades de hierro biodisponible de su cuerpo en crecimiento, y este alimento es la fuente de más fácil absorción. Además, las carnes aportan proteínas y cinc, imprescindibles para el desarrollo de nuevos tejidos. Otro de los aportes de la carne es la vitamina B12, necesaria para la formación de nuevas células sanguíneas y desarrollar el sistema nervioso.
En estas edades es preferible darle al menor carnes de sabor suave como las de cerdo, conejo, pavo, pollo y ternera. No obstante, deben evitarse en lo posible los embutidos y se recomienda eliminar en las aves la piel y grasa visibles. El niño debe consumir carne de tres a cuatro veces semanales, en raciones de 40-60 gramos. Las carnes pueden incorporarse ya a partir de los 6 meses de edad en cantidades menores, de 10 o 15 gr y luego aumentar su consumo de forma progresiva.
Pescado
El pescado es otra fuente importante de proteínas y otros nutrientes necesarios para el desarrollo del niño. En especial, aporta vitaminas liposolubles como las A y D y también vitamina B12. También resulta de provecho su aporte de fósforo, hierro, yodo, magnesio y selenio. Otra de sus contribuciones son los ácidos grasos Omega 3, lípidos estructurales que contribuyen al desarrollo del sistema nervioso central y de órganos como la retina.
Para la alimentación de niños de 1-3 años se recomienda un mínimo de 4 raciones semanales de entre 50 a 70 gramos, aumentando 10 gramos por año del menor. Se prefieren pescados magros como el lenguado, la merluza o la pescadilla, siempre teniendo especial cuidado en dárselo libre de espinas.
Aceites y grasas
En cuanto al aporte de aceites y grasas, deben preferirse las de origen vegetal por su naturaleza monoinsaturada. Con relación a su procedencia, el mejor es sin lugar a dudas el aceite de oliva, pero pueden emplearse en la cocción de sus alimentos cualquier aceite vegetal con la excepción de los aceites de coco y palma.
Huevos
Otro de los alimentos que no deben faltar en la alimentación de niños de 1-3 años es el huevo. La albúmina y otras proteínas presentes en la clara, además de fáciles de digerir, contienen todos los aminoácidos esenciales para la construcción de los tejidos en el organismo.
En cuanto al aporte de vitaminas, el huevo es rico en vitaminas del grupo B y vitaminas A, D, E y K. En relación con su contenido de micronutrientes, aporta cinc, hierro, fósforo, yodo, manganeso y selenio. Para niños de 1 a 3 años, se recomienda un consumo mínimo de 3 huevos a la semana en forma de tortilla, cocido o pasado por agua.
Verduras y frutas
Es importante desde estas tempranas edades crear en el niño la costumbre de consumir a diario frutas y verduras, lo que será un significativo y saludable aporte a sus hábitos alimentarios.
Como las verduras no suelen resultarles llamativas a los niños de estas edades, lo ideal es ir combinando colores y texturas en ellas, y dárselas tanto crudas como cocidas. De esta forma podemos hacer que lleguen a gustarles, recibiendo el beneficio del alto contenido de magnesio, potasio, vitaminas como la A, B y C y un aporte importante de fibra, tan necesaria para el control del tránsito gastrointestinal.
Así, se recomienda que el pequeño consuma entre 2 a 3 raciones de verduras diarias e igual cantidad de frutas. En cuanto a estas últimas, deben elegirse las más maduras, pues se facilita de esta forma la digestión.
Legumbres
Las legumbres son ricas en minerales y vitaminas, fuente importante de hidratos de carbono de lenta absorción y carecen de grasa. Además, son baratas y muy sabrosas, permitiendo la elaboración de una gran variedad de platillos. Pueden mezclarse con carne, pescado o arroz en forma de purés. Así, se garantiza que el niño ingiere platos nutritivos y completos, muy fáciles de comer.
La recomendación es prepararlas de 2 a 3 veces por semana, entre 30 o 40 gr como plato principal o 20 gr en guarnición.
Cereales y pastas
Estos alimentos son una fuente importante de carbohidratos, lo que garantiza suficiente energía para el niño en sus actividades diarias. También aportan proteínas, fibra y vitaminas del grupo B. Los cereales deben integrar la alimentación diaria del menor y es fácil transformarlos en papillas, lo cual facilita que el niño los acepte.
La recomendación es que el niño los consuma entre 4 y 6 raciones diarias.
Una ayuda necesaria…
La siguiente tabla de forma resumida te puede ayudar a diseñar el menú diario y semanal de tu hijo, siguiendo las recomendaciones de los consumos ideales para tu pequeño.
Más consejos sobre la alimentación de niños de 1-3 años
Cuando el niño esté dispuesto a hacerlo, permítale que utilice la cuchara, incluso si es torpe con ella y ensucia la mesa. No utilice el televisor como medio de distracción para comer: trate de que las comidas del niño coincidan en la mesa con la de toda la familia.
Tenga en cuenta que toma un aproximado de 10 intentos que un niño acepte un alimento nuevo, así que sea paciente al incorporar nuevos elementos a su menú.
Un problema común en esta etapa es el atragantamiento. Siempre observe al menor comer y trate de cortar sus alimentos lo más pequeño posible.
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