Tu bebé está creciendo rápido y tú con él. ¿Cómo ha sido este primer año?, fue algo nuevo ¿verdad? El primer año de crianza es uno de los más duros. Sobre todo si eres primeriza. Hay muchas cosas a las que tienes que adaptarte, como a dormir poco y despertar por las noches a atenderlo. También hay muchas cosas que debes aprender, como la alimentación del bebé.
El primer año de vida de tu retoño es el más tierno y difícil que vivirás. Sobre todo por las cosas que debes aprender para cuidar de él y su salud. La alimentación durante los primeros meses es sumamente importante. Durante ese tiempo se desarrolla el mayor crecimiento que el humano tiene en toda su vida. Inquietante, ¿no?
Pero, si estás aquí, es porque te interesa la salud de tu hijo y su bienestar desde el primer año de vida. Para darle lo mejor durante su primer año de crecimiento, sigue leyendo porque te lo contaremos todo.
Contenido
Importancia de la sana alimentación del bebé
La falta de inclusión de los alimentos saludables durante el primer año de vida puede afectar su desarrollo y crecimiento físico. Es necesario adquirir desde muy temprano, buenos hábitos alimenticios para marcar patrones sanos para toda la vida. Ya que su nivel intelectual y habilidades para aprender, y comunicarse también dependerán de su correcta nutrición. En sí, su futuro depende de ello.
Ahora que sabes esto, ¿qué sigue? Pues, conocer uno a uno los mejores alimentos que puedes suministrarle antes de que hable y descubra los dulces.
Guía nutricional en su primer año de vida
Primer semestre
La leche materna
Durante los primeros meses de vida tu bebé necesitará de la leche para crecer. Nada de alimentos sólidos a menos que su médico indique que puede ingerirlos. Por lo general el bebé de solo unos meses requiere del calcio y vitaminas proporcionados por la leche materna. Este es el primer alimento que se recomienda para el recién nacido o en su defecto la leche de fórmula.
Amamantar genera un aporte nutricional e inmunológico dentro de la alimentación del bebé. Al mismo tiempo, se desarrollarán anticuerpos en su organismo que le ayudarán a estar sano durante su crecimiento. Este mismo acto proporcionará que entre el bebé y tú se fortalezcan los lazos emocionales que los unen.
Cuidado con los alimentos sólidos
Asimismo, durante esta primera etapa no es recomendable suministrar alimentos sólidos. Lo recomendable para ellos es esperar que el bebé al menos pueda sentarse solo y tomar cosas con la mano.
Esta etapa la vivirás alrededor de sus 4 o 5 meses. Entonces ya podrás incluir uno que otro alimento sólido como la fruta. Pero, debes tener en cuenta que si tu bebé expulsa el alimento fuera de su boca, aún no se encuentra preparado para comerlo.
Por lo general cuando se obliga al bebé de poco tiempo a comer alimentos sólidos, incurre en perjudicar sus horas de sueño. Suministrarle alimentos para los que todavía no se encuentra físicamente preparado puede provocar sobrealimentación y obesidad en el menor.
Segundo semestre de vida
Desde los seis meses en adelante la exigencia nutricional se vuelve más alta. No solo porque tu bebé ya muestra preferencias por algunos alimentos, sino porque la leche materna y la fórmula no son suficientes. En esta etapa el apetito de tu retoño es mayor dado a su crecimiento, así que es válido incluir comida suplementaria.
Pero, ¿con cuál alimento comenzar? Ya que tu hijo se encuentra en una etapa de aprendizaje, es importante ser sutil en los cambios alimenticios. El cereal o crema de arroz infantil es uno de los primeros alimentos suplementarios que se recomiendan para los bebés. No representa un cambio brusco y al mismo tiempo tienden a ser un alimento más sólido y completo. Aportan al niño alto contenido en hierro.
Cuidado con el gluten
Es importante estar alertas ante el contenido de algunos cereales que incluirás en la alimentación del bebé para su primer año de vida. Durante el crecimiento, el gluten puede ser un factor perjudicial, pues contiene niveles de fibra intolerables por el organismo del niño.
Los cereales sin gluten por lo general se elaboran con arroz, maíz, sorgo y el mijo los cuales no lo contienen. Este alimento puedes suministrarlo hasta los 7 meses de vida.
El aporte nutricional que proporciona el cereal sin gluten a la alimentación del bebé es especialmente de vitamina B. No solo eso, también contiene altos valores nutritivos como minerales, ácidos grasos, proteínas y carbohidratos de leve absorción. Ideales y necesarios para el correcto desarrollo del niño.
Puré de frutas y de verduras
Una vez superada esta primera etapa de transición alimenticia, se abre paso las frutas y verduras. Lo más recomendable es comenzar por las verduras porque las frutas suelen ser más dulces y el bebé puede apegarse a ellas. Si comienzas con las frutas, para cuando quieras incluir los vegetales los rechazará por su sabor.
No obstante, es importante tener en cuenta el alto contenido de grasa que poseen las verduras y no abusar durante los primeros días. Recuerda que tu bebé está recibiendo todo por primera vez y abusar de los alimentos representaría un choque a su salud o metabolismo.
Por su parte, las frutas son mucho más ricas en agua. Puedes iniciarlas en su dieta del primer año de vida con porciones pequeñas cinco veces al día.
Otros consejos para la alimentación del bebé
No atropelles al niño con la cantidad de nuevos alimentos
Es importante que le permitas adaptarse a los suministros. Dale de comer un nuevo alimento a la vez y no mezcles proteínas con carbohidratos, por ejemplo. Intenta que se acostumbre a cada uno por al menos 3 días antes de incluir otro.
De esta manera evitas ocasionar un impacto en su sistema digestivo y también una que otra alergia.
Juega con porciones pequeñas cada cierto tiempo
Puedes iniciar con una cucharadita y luego ir aumentando gradualmente, según se vaya adaptando.
Aleja de su dieta los alimentos preparados como mucha sal o azúcar
Así como la leche completa o leche de vaca. El organismo del bebé no está preparado para estos alimentos hasta que cumple al menos el primer año.
Es recomendable fomentar los buenos hábitos en la alimentación del bebé desde el primer año de vida, para lo que se recomienda estar atentos mientras comen y beben. Ya tienes en tus manos la información necesaria para que alimentes al retoño de la forma adecuada. Si tienes alguna duda, consulta con su pediatra.