¿Escuchaste hablar de los bits de inteligencia? No, no… nada de chips injertados en nuestro cerebro que agreguen algunos bits de inteligencia a la (poca o mucha) que tenemos. Sería ideal pero… ¡sólo ocurre en los relatos de ciencia ficción! En la realidad, el concepto fue desarrollado por el médico norteamericano Glenn Doman en 1955 y se basa en la cantidad de información que puede procesar el cerebro en un segundo. Dedicado inicialmente a niños con lesiones cerebrales, actualmente se utiliza para estimular todo aprendizaje infantil.
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¿Cómo funciona el método de bits de inteligencia?
Para comenzar, digamos que los bits de inteligencia no tienen casi ninguna analogía con los bits informáticos. Simplemente el profesor Doman llamó bit de inteligencia a la cantidad de información que puede procesar el cerebro infantil en un segundo.
En la actualidad, muchos pedagogos y educadores se centran en lo formal o superficial del método, sin tener en cuenta los otros factores que hacen posible que, con un recurso tan viejo como el mundo, es decir, una ilustración y la palabra que la nombra, las actuales generaciones de niños aprendan más y más rápido que las anteriores.
Así, parece que los bits de inteligencia son simplemente las ilustraciones. Desde decenas de páginas web y textos didácticos se insiste sobre el asunto de las láminas como si en éstas residiera todo el misterio.
Si bien el método se materializa a través de estas tarjetas o ilustraciones estimulando la vía visual, se apoya en otros tres elementos centrales: la cantidad de palabras nuevas a enseñar en cada sesión; la velocidad a la que se muestran las tarjetas, y la actitud de quien está cumpliendo el papel de enseñar, ya sea el docente, tutor o los padres del niño.
Además, las tarjetas o bits de inteligencia deben prepararse teniendo en cuenta determinadas cuestiones relacionadas con el tamaño y el color entre otros factores.
Todo esto está relacionado con el desarrollo del aparato visual y el desarrollo cerebral del bebé. Se ha descubierto que las conexiones neuronales se establecen en los primeros seois años de vida, cuando el cerebro aún es inmaduro y moldeable.
A partir de los siete años, siempre podremos aprender, pero ya no podremos realizar nuevas conexiones neuronales sino solamente utilizar las existentes.
Como corolario, digamos que cuantas más conexiones establecen las neuronas, mayor es la organización del cerebro y más amplia su aptitud y su capacidad de aprendizaje.
¿No te parece un motivo más que suficiente como para comenzar cuanto antes con la estimulación de tu bebé?
Cómo aplicar en casa el método de bits de inteligencia con niños de 3 años de edad
Para comenzar, debes hacerte de una colección de fichas o bits de inteligencia. Puedes hacer tú misma las fichas o descargarlas de algún sitio educativo como el portal NTIC del Ministerio de Educación de España. En este sitio también puedes encontrar el método para aplicar directamente desde el ordenador.
Elige categorías de acuerdo a lo que quieres que el niño aprenda, como imágenes, números, palabras o inglés.
Dentro de cada categoría selecciona subcategorías. Analiza estas posibilidades:
- Categoría imágenes. Subcategorías: juguetes, flores, partes de la cabeza, aropa, animales salvajes, muebles o lo que más te guste.
- Categoría números: los números del 1 al 100 agrupados por decenas. Los números se representan con puntos. Es simple, el 1 es un punto y el 50 son 50 puntos.
- Categoría palabras: las mismas secciones que en imágenes pero con las palabras en vez de representaciones gráficas.
- Categoría inglés: incluye tres secciones: imágenes, números y palabras pero… en inglés.
Supongamos que seleccionas la categoría imágenes y dentro de ésta, la subcategoría juguetes, con ocho juguetes. Toma ocho hojas de papel tamaño A4 y pega imágenes de los juguetes, una por hoja. Las imágenes deben ser grandes, nítidas, precisas, únicas, es decir sin fondo de color ni otras imágenes que puedan confundir, llamativas, de colores vivos y en lo posible, de elementos nuevos para el niño o niña.
Cada una de estas tarjetas o láminas es, nada más ni nada menos, que uno de los famosos bits de inteligencia.
Ahora… ¡a trabajar!
- Nos sentamos con los niños en un lugar y forma cómodos y divertidos, por ejemplo en el piso formando un círculo.
- Vamos exhibiendo cada uno de los bits de inteligencia al tiempo que decimos el nombre del juguete, pronunciando claramente y con entusiasmo. Mostramos las láminas a una velocidad de un bit por segundo.
- Seguimos con otra categoría. Podemos enseñar hasta cinco categorías en una sola sesión, teniendo en cuenta que cada categoría puede contener hasta 8 o 10 elementos.
- Repetimos este juego tres veces por día durante 5 días, pues según el método Doman, son necesarias unas 15 repeticiones para que se fije el concepto.
- Para reafirmar los conocimientos, se puede complementar la visualización de los bits de inteligencia con otras actividades como recortar, colorear, picar y pegar, juegos de memoria y relacionar la imagen con el nombre.
Como ves, no es muy diferente a lo que se ha hecho toda la vida.
La diferencia está en los tres factores más importantes: la velocidad de muestra de las imágenes, el tiempo y repeticiones, y la actitud con que se enseña. Esto es muy importante. Si los niños comienzan a aprender en un entorno animado y entusiasta, donde se pueda vivir la alegría del aprendizaje, en el futuro relacionarán el aprendizaje y el estudio con sensaciones placenteras.
Así, no sólo les resultarán más fáciles las distintas etapas de su educación sino que amarán aprender y saber más. Y en la Era del Conocimiento, lo mejor que les puedes dar a tus hijos es la capacidad de aprender a aprender, y a disfrutar de aprender.
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