Las galletas de Navidad son un clásico de esta celebración. De hecho, cualquier persona que alguna vez haya estado en Navidad en Europa o América del Norte, estará familiarizada con estas deliciosas galletas que simbolizan el espíritu de la Navidad. Y aunque todavía faltan algunos meses para que comience el crudo invierno… ¿Qué te parece comenzar a prepararlas? A buen resguardo de los golosos de la familia… ¡puede que lleguen a las próximas Navidades!
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Podríamos decir que cada país, cada región y hasta cada familia, tiene su propia receta de galletas de Navidad. Buscando recetas fáciles de galletas de navidad para ofrecerte en esta nota hemos encontrado… ¡más de quinientas variantes! ¿Puedes creerlo? Es interesante saber que las galletas de Navidad se originaron en la Edad Media, a partir de las deliciosas especias y condimentos introducidos en Europa como las frutas desecadas, canela, pimienta y jengibre. En realidad, tanto el azúcar como las especias eran productos exóticos y caros, por lo que sólo se utilizaban en ocasiones especiales como por ejemplo… ¡las Navidades!
Tradicionalmente las galletas de navidad tenían forma cuadrada o circular, pero en la primera mitad del siglo XVII se inventaron los cortantes para galletas con formas festivas alusivas a la Navidad, como pinos, o estrellas. A partir de ese momento, las galletas de Navidad ya nunca volverían a ser las mismas.
Los colonos y emigrantes europeos, especialmente alemanes y holandeses, llevaron al Nuevo Continente la costumbre de hornear galletas de navidad y así esta dulce tradición se expandió por todo el mundo.
Aunque básicamente todas las galletas de Navidad se elaboran en base a mantequilla, azúcar, harina y especias aromáticas, hay tres tipos principales:
- La galleta de Navidad básica. Lisa, decorada con nueces o pequeñas frutas secas. En Austria se denomina Weihnachtsbaeckerei, muy parecida a la alemana Weihnachtskekse aunque ésta lleva brandy. En Alemania hay otra variante llamada Spritz. En Noruega se conoce como Kringla.
- La galleta de jengibre. Esta es la receta más antigua; se conoce desde el siglo XI de nuestra era. Incluye canela, anís y clavo de olor y tienen el característico color dorado. Lleva también ralladura o esencia de cítricos, y se conoce en los distintos países como Lebkuchen (Austria), Piparkakut (Finlandia), Musner (Dinamarca) o Melomakarona (Grecia).
- Una combinación de ambas. El tercer tipo de galleta de Navidad se basa en la receta de pan de jengibre o la receta básica de galletas de navidad, con frutos secos y un componente ácido o agrio. Con frecuencia se encuentran en Francia, como variantes de las magdalenas, es decir, una receta básica de magdalena con yogur o crémor tártaro. Parecidas a éstas son las Kourambiethes griegas, que también llevan esencia de vainilla y coñac. En los Países Bajos se disfrutan las Speculaas o galletas de San Nicolás, que tienen almendras y granos de anís y en Rusia se hornean las Kolachki con queso crema y nueces.
Las galletas de Navidad no podían quedar fuera de la industria de los alimentos. En la actualidad puedes encontrar, no solamente galletas de Navidad disponibles en las góndolas de los supermercados, sino también mezclas listas para hornear que requieren poco más que algo de agua o leche para elaborar las galletas de Navidad perfectas. Inclusive hay galletas de Navidad para personas celíacas o diabéticas, como bien lo explica esta nota de Consumer Eroski.
Las primeras galletas de navidad industrializadas aparecieron en el año 1902 y tenían formas de animales. En realidad fueron creadas para decorar el árbol de Navidad, pero rápidamente se convirtieron en un producto más de la mesa navideña.
Más allá de que utilices una receta íntegramente casera o una mezcla listas para usar, no te prives en estas navidades de hornear las famosas galletas de Navidad. Son un excelente motivo para pasar un rato en la cocina, llenar la casa del delicioso aroma de unas galletas recién horneadas, iniciar a los niños en el arte de cocinar y disfrutar al máximo el espíritu navideño.
Galletas de muñeco de nieve
Tiempo de preparación: 30 minutos a 1 hora
Tiempo de cocción: 10 a 30 minutos
Rinde: 24 galletas
Ingredientes
- 200 gr. de harina leudante
- 100 gr. de azúcar
- 100 gr. de mantequilla
- 1 huevo grande
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- Glaseado o fondant blanco
- Glaseado verde y rojo
- 48 chispas de chocolate
Preparación
- Mezclar la harina y el azúcar un tazón. Deshacer la mantequilla con las yemas de los dedos y mezclar con la preparación anterior. Debe quedar una mezcla seca y granulada.
- Agregar el huevo y la esencia de vainilla y mezclar para formar una masa suave.
- Extender sobre una superficie de trabajo enharinada y cortar en círculos.
- Colocar en una placa para horno untada con un poco de mantequilla y hornear de 10 a 12 minutos o hasta que estén doradas. Dejar enfriar completamente antes de decorar.
- Extender la cobertura de color blanco y cortar círculos del mismo tamaño que las galletas. Humedecer la cara posterior y pegar sobre las galletas.
- Con la cobertura verde y roja decorar las galletas formando caras de muñecos de nieve por ejemplo un colorido gorro verde y rojo. Con las chispas de chocolate formar los ojos, nariz y boca sonriente.
Rendimiento: alrededor de 48 galletas
Ingredientes
- 3/4 taza de mantequilla
- 1 taza de azúcar
- 1 huevo
- 1/4 taza de jarabe o melaza
- 2 ½ tazas de harina para repostería
- 1 cucharadita de jengibre molido
- 1 cucharadita de clavo de olor molido
- 1 cucharadita de canela molida
- 1 ½ cucharadita de bicarbonato de sodio
Preparación
- Precalentar el horno.
- En un tazón batir la mantequilla y el azúcar hasta que quede una preparación cremosa.
- Agregar el huevo y la melaza, batir para combinar.
- Agregar los demás ingredientes y mezclar hasta lograr una masa lisa.
- Hacer un rollo con la masa, cortar en rodajas de 1 cm. de espesor. Espolvorear con un poco de azúcar.
- Colocar en una placa para horno limpia y hornear de 7 a 9 minutos, hasta que estén apenas doradas. Dejar enfriar 5 minutos en la placa y luego retirarlas y colocar las galletas de Navidad en un plato o bandeja para que se enfríen completamente.
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