Para nadie es un secreto que los peques de casa no se mueren de alegría por comer verduras o vegetales. Hay cosas mucho más sabrosas y divertidas, y a menos que tu hijo sea un fanático al brócoli y la espinaca, hacer que se alimente sano no es tarea fácil, pero sí necesaria. Con recetas de verduras para niños que combinen diversión con sabor y nutrición saludable, garantizamos su salud presente y futura.
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Si ya pasaron los tiempos en que nuestro hijo era un bebé y podíamos disimular el sabor y textura de las verduras en los purés, toca el momento de ponerse creativos. Ya de por sí el tener que estar quietos para comer puede resultar un suplicio para el niño, y si encima ha de comer algo que no le agrade la tarea es aún más difícil.
En estos casos, de nada vale que le expliques la importancia de estos alimentos para su salud y para su crecimiento. Ni te entenderá ni lograrás convencerle, pero sí es importante que tú sepas por qué debes incluir verduras en la dieta de tu hijo.
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¿Por qué necesitas recetas de verduras para niños en tu mesa?
Por el aspecto y el sabor, generalmente un poco amargo, los niños tienden a rechazar las verduras. No obstante, estas aportan a sus jóvenes organismos un alto contenido de vitaminas y minerales, esenciales para el metabolismo y la asimilación de nutrientes.
Otro aspecto positivo de las verduras es el aporte de fibra y agua, que son vitales para el correcto funcionamiento del tracto digestivo.
Pongámonos creativos con las recetas de verduras para niños
No les vamos a convencer con explicaciones, así que hay que recurrir a algunas tretas que como cocineras podemos emplear.
Vegetales divertidos en las recetas de verduras para niños
¿Y si ponemos las verduras en comidas que ya son divertidas? Una pizza vegetariana o un sándwich de verduras mixtas son una buena forma de que coman eso que no les gusta de una forma que aman. Lo importante es que los incorporen a sus dietas, y capaz que te sorprendan repitiendo o pidiendo el mismo platillo otro día.
No les exijas demasiado
No llenes su plato de verduras. Que coma un poco es mejor que no coma nada, así que déjale a su aire. Eso sí: que no falten verduras y vegetales en la mesa, para que se acostumbre y los pida él mismo si se le antoja.
Hazlos snacks
Si siempre hay más ensaladas y vegetales en el refrigerador que otros productos para merendar, irás creando un buen hábito. Ofréceles, por ejemplo, jitomates cherry, pepino en bastones o zanahorias crudas. Y mucha fruta también, ya lista para consumir.
Incorpóralas
Si las mezclas con otros alimentos más atractivos, las verduras no les sabrán tan mal. Ensaladas de queso, pollo o jamón con verduras ya empezarán a parecerle apetitosas.
También puedes incorporar verduras ralladas a las albóndigas, como la zanahoria o el calabacín. No solo le darán un sabor diferente, sino una textura peculiar, al tiempo que incorporarás más nutrientes necesarios.
¡Escóndelas!
En lugar de patatas fritas, prueba a servir camote (boniato) frito o zanahorias al horno. También puedes preparar, con un espiralizador, fideos de calabaza. El sabor es el mismo, pero el aporte es mayor.
Hazlas jugo
Beber es más fácil que comer. Así, si combinas zanahoria y betabel, por ejemplo, ganas en un color divertido y un sabor delicioso. Combinando frutas y verduras puedes preparar unos jugos espectaculares y del agrado del pequeño, como melón con pepino y kiwi. ¡Experimenta!
Cambia el modo de cocción
A veces lo que no gusta de las verduras es la textura, pero puedes variarla si usas el método de cocción adecuado. Por ejemplo:
Coliflor: rostizada y salteada con especias.
Col o repollo: a la juliana, salteada con vinagre de manzanas.
Espinaca: sírvela en ensalada con frutas o ajonjolí.
Recetas de verduras para niños majaderos
Si tu hijo es reacio a las verduras, puedes enmascarar sus aspectos desagradables con la receta adecuada.
Acá te sugerimos unas cuantas, pero por supuesto este artículo no es más que un acercamiento al problema. Puedes encontrar miles de recetas de verduras para niños tanto en la red como en libros de cocina especializados.
Tortilla colorida
Bate dos huevos y añade una pizca de sal. Pela y corta en trocitos una zanahoria, medio calabacín y medio pimiento rojo.
Pon los vegetales en el microondas por tres minutos para que se cocinen, añádelos a los huevos batidos y prepara la tortilla. Además de los nutrientes de los vegetales, tus hijos se beneficiarán de las proteínas del huevo para crecer.
Crema anaranjada
Preparada a base de un trozo de calabaza y dos zanahorias grandes, gusta mucho a los niños por su sabor dulce. Basta cocer en una cazuela y aplastarlas con un poco de leche hasta que tomen la consistencia de puré.
De las recetas de verduras para niños, esta es una de las que más betacarotenos y antioxidantes aporta, además de ser un platillo genial para cuando el menor tiene algún episodio diarreico, pues regula el tránsito intestinal.
Ensalada de pollo con vegetales
Usando una pechuga de pollo cocida, media cebolla picadita, 2 zanahorias ralladas, hojas de lechuga y una ramita de perejil, puedes preparar esta ensalada. Si lo deseas y a tu hijo le gusta, puedes completarla con un aliño de aceite de oliva.
Así, estarás aportando a su organismo proteínas, vitaminas del complejo B, fibra, vitamina C, betacarotenos, minerales y la vitamina D, esencial para desarrollar la estructura ósea del niño.
Gazpacho de fresa
Ideal para los días de calor, puedes hacer un gazpacho de la manera regular con tomate, pepino, pimiento, cebolla, ajo y aceite de oliva, pero incorporándole 400 g de fresas, lo que modifica el sabor haciéndolo más suave.
El aporte de este plato es muy variado, pero es especialmente rico en vitamina C.
Coliflor en nubes
Si tomas coliflor cocida, la rebozas en huevo y harina y la fríes en aceite de girasol, obtendrás un bocado que tu hijo encontrará exquisito, en especial si lo acompañas de una salsa de tomate frito para mojarlo antes de comer.
Recuerda eliminar el exceso de grasa con un papel absorbente. La coliflor es rica en potasio, que previene los frecuentes calambres musculares que aparecen tras el deporte.
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