Reflejo de Moro o del abrazo, signo de un bebé saludable

El reflejo de Moro es un signo saludable del bebé recién nacido.  Los padres primerizos pueden confundirlo con un estado de susto pero… ¡tranquilos! Es perfectamente normal.  Para comenzar, digamos que los reflejos son respuestas involuntarias a un estímulo.   Algunos reflejos desaparecen a los pocos meses del nacimiento y otros se instalan para toda la vida.

Aprende más: El primer mes del recién nacido

El reflejo de Moro es un reflejo defensivo normal en los recien nacidos

Descubrimiento del reflejo de Moro

El reflejo de Moro consiste en un movimiento de abrir y cerrar los brazos, simultáneamente con un movimiento de las piernas.  Se llama también respuesta de sobresalto, reflejo de sobresalto y reflejo del abrazo.  Debe su nombre al pediatra Ernst Moro, quien había nacido en diciembre de 1874 en la ciudad de Liubliana, antigua capital de Eslovenia.  Murió en 1951.

En aquellos tiempos la pediatría no estaba muy desarrollada.  Moro comenzó a trabajar en la Clínica Pediátrica de Viena y se especializó en la digestión infantil.   Creó una prueba para detectar la tuberculosis que fue conocida como “La prueba de Moro” y se utilizó hasta mediados del siglo XX.

En 1918 publicó sus observaciones sobre los bebés de 0 a 3 meses de edad, y entre sus características incluyó el reflejo del abrazo, que desde entonces lleva su nombre.

Cómo provocar el reflejo de Moro

El reflejo de Moro es uno de los muchos reflejos que tienen los bebés recién nacidos como bien lo explica esta cartilla de la Fundación Nemours.  Este reflejo aparece cuando el bebé siente como si estuviera cayendo.  La ausencia del reflejo de Moro puede indicar la presencia de una lesión o de una enfermedad. Normalmente desaparece a los 3 o 4 meses de vida.

Es una de las primeras pruebas que se hacen a los bebés inmediatamente después del nacimiento, como la prueba del talón o el test de Apgar.

Hay varias formas de provocar el reflejo de Moro, pero todas deben tener el mismo resultado:  mirada de sobresalto y extensión de los brazos y piernas, con las palmas hacia arriba y los pulgares flexionados.   Puede estar acompañado de llanto durante aproximadamente un minuto.  Cuando finaliza el reflejo, el bebé recoge los brazos y piernas, flexiona los codos y se relaja.

Por ejemplo con el bebé acostado de espaldas sobre una superficie acolchada, se puede levantar su cabecita y luego soltarla en forma súbita, sin dejar que llegue a golpear contra la superficie.

Otras formas de provocar el reflejo de Moro:

  • Golpear la almohada sobre la que se apoya la cabeza del bebé;
  • Poner al bebé sobre una mesa y dar un golpe sobre la mesa con la mano;
  • Subir y bajar al bebé bruscamente bruscamente la cabeza del bebé;
  • Dejar caer bruscamente la cabeza del bebé sobre la almohada.

Te recomendamos no experimentar con el reflejo de Moro en casa; bastará con que el pediatra lo verifique una vez durante una consulta.

El reflejo de Moro es una de las primeras pruebas que se hacen al recien nacido

Causas del reflejo de Moro

El reflejo de Moro se encuentra dentro de los reflejos defensivos o respuestas de huída o lucha del organismo del bebé.    Otros reflejos de esta misma clase son el reflejo táctil (la parte tocada retrocede), el reflejo auditivo (respuestas variables ante estímulos sonoros), el reflejo palpebral (cierre de los párpados ante estímulos luminosos), reflejo de reacción a la propulsión lateral del tronco (es un reflejo que aparece tardíamente, a los seis a ocho meses de edad, y consiste en extender el brazo opuesto al lado que recibe la propulsión para amortiguar la caída).  Y también el reflejo del paracaídas, que aparece entre los 7 y 9 meses de edad, consiste en imprimir un movimiento de caída hacia una superficie horizontal desde una pequeña altura; la respuesta debe ser extensión de brazos y apertura de manos para amortiguar la caída.

La presencia del reflejo es un signo de normalidad; de hecho, la ausencia de este reflejo o la falta de simetría estaría indicando algún problema.  Tampoco es normal que el reflejo persista más allá de los cuatro o cinco meses, o en un niño o una persona adulta.

Si hay alguna anormalidad, el pediatra te hará algunas preguntas acerca del trabajo de parto, el nacimiento y antecedentes familiares entre otras.

También examinará el sistema nervioso y muscular del bebé.

Los niños en los que el reflejo de Moro no se ha inhibido, tienden a estar en actitud de alerta todo el tiempo, respondiendo en forma exagerada a estímulos no relevantes como ruidos, luz intensa, movimientos inesperados.

Ahora que ya sabes de qué se trata el reflejo de Moro o reflejo del abrazo, no te sorprendas si tu bebé abre bruscamente los brazos y su mirada refleja un poco de susto; es normal y muy pronto pasará.  Pero… ¡no por eso te prives de tomarlo en brazos, besarlo y llenarlo de mimos!

Hay diferentes reflejos que se manifiestan en el recién nacido y permiten evaluar sus funciones neurológicas

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