El reflujo gastroesofágico no complicado o fisiológico es un padecimiento muy común en los recién nacidos lee normal en bebés y niños que da origen a las frecuentes regurgitaciones. En este artículo nos referiremos al reflujo gastroesofágico patológico o enfermedad del reflujo gastroesofágico.
Para conocer todo lo relacionado sobre el reflujo gastroesofágico no complicado o fisiológico, no dejes de leer el siguiente artículo: ¿Qué puedes hacer para reducir las regurgitaciones de tu bebé?
En niños menores de 2 años lo común es que el reflujo gastroesofágico tenga una causa funcional. Pasada esa edad, se debe sospechar la presencia de un trastorno patológico. Incluso dentro del reflujo gastroesofágico patológico, pueden presentarse casos leves que mejoran por si solos, o graves donde es necesario un tratamiento adecuado para controlarlo.
Contenido
- 1 ¿Qué diferencias hay entre el reflujo gastroesofágico (RGE) y la enfermedad del reflujo gastroesofágico (ERGE) ?
- 2 Síntomas que pudieran hacer sospechar de una enfermedad del reflujo gastroesofágico
- 3 Diagnosticando el RGE patológico
- 4 Evitando y tratando el RGE
- 5 Evolución del reflujo gastroesofágico patológico
¿Qué diferencias hay entre el reflujo gastroesofágico (RGE) y la enfermedad del reflujo gastroesofágico (ERGE) ?
Se le llama reflujo gastroesofágico (RGE) al paso del contenido del estómago hacia el esófago con o sin regurgitación y vómitos. La mayoría de los episodios de RGE se producen después de la ingestión de alimentos y causan pocos o ningún síntoma. Cuando esto sucede es porque el tránsito de los alimentos no sigue su curso normal hacia el intestino. Esto es motivado porque el esfínter esofágico inferior del lactante aún no está completamente desarrollado y fortalecido.
Cuando el paso del contenido gástrico da origen a síntomas y complicaciones se clasifica como enfermedad del reflujo gastroesofágico (ERGE). Hay algunas afecciones que favorecen la aparición de la ERGE, entre ellas las enfermedades respiratorias y las neurológicas que causan alteraciones en la motilidad digestiva.
Síntomas que pudieran hacer sospechar de una enfermedad del reflujo gastroesofágico
Cuando se trata de ERGE, se tiene en cuenta algunos síntomas que aparecen, como:
- Por lo general se afecta el desarrollo normal del niño y se produce malnutrición o fallo en el crecimiento.
- Si hay complicaciones como la esofagitis o la aparición de trastornos respiratorios.
- Si la frecuencia y la duración del reflujo indican que estamos ante una alteración grave del tránsito digestivo.
Los síntomas que indican una posible ERGE son la esofagitis, que en los lactantes se manifiesta por
- Irritabilidad
- Alteración del sueño
- Llanto constante
- Rechazo hacia alimento.
- Movimientos espasmódicos del cuello (síndrome de Sandifer).
Los niños mayores pueden referir sensación de llenado gástrico, pirosis, dolor o disfagia.
Una esofagitis puede originar hemorragias digestivas, que aparecen como anemia ferropénica, vómitos con sangre (hematemesis), o sangre en las heces, dando lugar a deposiciones oscuras por la sangre digerida.
Si existen aspiraciones de los jugos gástricos del reflujo, los bebés pueden presentar episodios de apnea, tos persistente y bronquitis a repetición.
Diagnosticando el RGE patológico
No hay una prueba definitiva para el diagnóstico de esta afección. Los datos sobre la evolución y el examen clínico pueden ser elementos muy valiosos. Se recogerá además información sobre la historia dietética y alimentaria del bebé, el patrón que siguen los vómitos, la cantidad que ingiere y la frecuencia de las tomas, para descartar que el RGE se deba a una sobrealimentación. También se anotan los cambios en la alimentación y la actitud del niño hacia la comida (rechazo del alimento, eructos, arcadas, entre otros).
Cuando los síntomas son característicos de la enfermedad basta con estos elementos para llegar al diagnóstico de ERGE. No obstante, se orientan varias pruebas complementarias que permiten documentar que existe ERGE, conocer sobre las complicaciones presentes y evaluar cuan eficaz es el tratamiento orientado, además de excluir otras causas de estos síntomas.
Entre las pruebas complementarias que el médico puede indicar están la monitorización del pH esofágico, la prueba combinada de impedancia intraluminal múltiple (MII) y pHmetría, la manometría, la endoscopia, un estudio radiológico, las ecografías, la gammagrafía con Tc99 añadido al alimento y estudios de lactosa entre ellos.
Evitando y tratando el RGE
Las opciones terapéuticas de la ERGE abarcan medidas generales, tratamiento medicamentoso y algunas alternativas quirúrgicas.
Medidas generales
Una forma efectiva para evitar el reflujo gastroesofágico, una vez que el médico descarta un proceso patológico, es recurrir a la lactancia materna exclusiva. También existen fórmulas lácteas con espesantes para impedir su subida al esófago.
A la hora de dormir, es conveniente elevar la cabecera de su cama y colocarle apoyado sobre el lateral derecho. Tampoco debe darse al pequeño chocolate, alimentos picantes o cafeína, ni exponérsele al humo del tabaco. Tampoco las madres deben tomar leche de vaca, productos lácteos ni alimentos con leche, ni huevo durante al menos 2 semanas.
Aunque generalmente el RGE patológico tiende a desaparecer en la medida que se fortalece el esfínter gástrico, es necesario tratarla por las posibles complicaciones que pueden aparecer.
Tratamiento con fármacos
Aunque la eficacia y la seguridad de estos tratamientos en determinados rangos de edad no están bien establecidas, el médico puede indicar un tratamiento medicamentoso cuando se dispone de un diagnóstico confirmado de ERGE. Es importante que se establezcan y cumplan las dosis indicadas para cada caso, que siempre tienen que ser prescritas por un facultativo.
En este caso, el tratamiento de elección son los inhibidores de la bomba de protones como el Omeprazol, el Lansoprazol y el Esomeprazol. El tratamiento se indica durante 2 a 4 semanas, una vez al día, media hora antes del desayuno. Si no aparece mejoría, se incrementa la dosis. De resultar eficaz se mantiene el tratamiento durante 3 a 6 meses y luego se retira de forma gradual, para que no aparezca el efecto rebote de la secreción ácida.
Aunque este tratamiento es el más recomendable, el médico puede determinar el uso de antagonistas de los receptores de la histamina 2, antiácidos, agentes barreras u otros productos.
Opciones quirúrgicas
En pacientes que presentan una patología de base neurológica (como la parálisis cerebral) o casos muy graves que no responden a otros tratamientos, existe una solución quirúrgica a aplicar, llamada la funduplicatura de Nissen por vía laparoscópica. Actualmente, se desarrollan métodos endoscópicos y otras alternativas quirúrgicas para lograr mayor efectividad.
Evolución del reflujo gastroesofágico patológico
EL RGE funcional es un proceso natural y desaparece por si solo cuando el niño alcanza el año de vida, pudiendo extenderse hasta los 12-18 meses. En caso de que pasada esa edad el RGE se mantenga y sea patológico esta condición tiende a mejorar con la edad, aunque un 10% de los niños continúa teniendo reflujo gastroesofágico hasta edades adultas.
Si el niño es mayor y es diagnosticado con ERGE o reflujo gastroesofágico patológico, lo más probable es que requiera de algunas de las modalidades de tratamiento previamente descritas.
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