¡Ya estás en la semana 39 de embarazo! Esto quiere decir que muy pronto tendrás en brazos a tu bebé. Estas últimas semanas se hacen interminables… En especial estos días ya que cualquier pequeño síntoma te hace pensar que ha llegado el momento.
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Te recomendamos estar relajada para no agregar estrés a las molestias propias del tercer trimestre del embarazo:
- Aumento de peso.
- Disminución del líquido amniótico.
- Movimientos del bebé.
- Descenso del feto hacia la parte inferior de la pelvis.
- Calambres en las piernas.
- Fatiga, falta de calcio y magnesio, inflamación de tobillos.
- Dificultades para respirar, dolor de espalda.
En realidad la mayoría de las mujeres recibimos señales muy claras de advertencia de la llegada del bebé. Pero a los bebés, y en especial si eres primeriza, les encanta dar falsas alarmas. ¡Lo único que lograrás será viajar a la maternidad para que desde allí te manden de vuelta a casa!
La semana 39 de embarazo y las contracciones Braxton-Hicks.
Ya debes haber leído todos los libros y artículos sobre el parto, tomaste el curso de parto sin temor junto con tu pareja, el bolso para la maternidad está preparado… ¡Realmente no hay mucho más que hacer que esperar!
Pero seguramente no puedes pensar en otra cosa que no sea la inminencia del parto y te sientes intranquila acerca de si realmente te darás cuenta de que estás en trabajo de parto. Una de las confusiones más habituales es la de las contracciones del verdadero trabajo de parto con las contracciones Braxton-Hicks. Esta duda o preocupación se intensifica si te encuentras en la semana 39 de embarazo. ¿Quieres saber más? ¡Sigue leyendo!
Las contracciones Braxton-Hicks pueden presentarse en cualquier momento del embarazo pero ser más frecuentes en el tercer trimestre y más intensas en las últimas semanas. Son tensiones en los nervios del útero que responden a varias causas. Fueron identificadas en 1872 por John Braxton Hicks, un médico inglés pionero de la obstetricia, y ayudaron a iluminar aspectos desconocidos del parto hasta ese momento.
Actualmente se cree que este tipo de contracciones forman parte del proceso de la gestación, como una forma del organismo de prepararse para el trabajo de parto y ablandar el cuello del útero. En las madres primerizas pueden comenzar alrededor de la semana 28 de embarazo, y en las que ya tuvieron hijos un poco antes y con mayor intensidad. Por otra parte, se hacen cada vez más frecuentes y molestas a medida que se acerca la fecha prevista para el nacimiento del bebé.
En realidad para muchas mujeres las contracciones Braxton Hicks pasan casi desapercibidas, apenas como un endurecimiento de la panza, pero otras las sienten con gran intensidad y fuerza.
Las causas más comunes de las contracciones Braxton Hicks son:
- Los movimientos del feto.
- Tocarse el abdomen.
- Tener relaciones sexuales.
- Realizar esfuerzos, ejercicios.
También podemos analizar sus diferencias con las contracciones del verdadero trabajo de parto:
- Son irregulares.
- No aumenta su intensidad.
- No aumenta su frecuencia, por el contrario, desaparecen.
- No causan dolor.
- No siguen un patrón.
Si se presentan estas contracciones, te recomendamos:
- Ponerte cómoda.
- Practicar la respiración y ejercicios aprendidos en el curso.
- Cambiar de posición o actividad.
- Descansar recostada sobre tu lado derecho, utilizar un cojín de embarazada.
- Permancer hidratada; de hecho, la deshidratación puede hacer que las contracciones Braxton Hicks sean más intensas y molestas.
La semana 39 de embarazo y los cambios en el feto
Veamos ahora qué está ocurriendo con el feto. Para comenzar, se encuentra en el llamado “período fetal tardío” que se extiende entre las semanas 26 y 40. Los tejidos de cada órgano ya están preparados para afrontar la vida fuera de la panza.
Los controles médicos desde la semana 38 son semanales pero son controles de percepción de los movimientos fetales. Tu médico controlará peso, presión arterial, altura uterina, latidos fetales y presentación fetal.
El feto debe medir unos 50 cm. y pesar 2.5Kg o un poco más. Continúa acumulando grasas, ya ha perdido el lanugo y sus uñas pueden haber crecido bastante.
Su cuerpo se está cubriendo de una sustancia blanca grasa llamada Vernix Caseosa que se mezcla con el líquido amniótico, que es probable sea tragado por el bebé.
Si todo está bien… ¡sólo resta esperar! Te recomendamos mantenerte tranquila y relajada, disfrutando de estos últimos días en soledad con tu pareja, ya que en una semana más toda la tranquilidad del hogar se convertirá en un adorable caos.
Precauciones en la semana 39 de embarazo
Durante esta semana debes permanecer muy tranquila y relajada para no acelerar el parto innecesariamente; además, debes estar atenta a las contracciones y también controlar los movimientos del bebé. Por supuesto, consultar con urgencia a tu médico si los movimientos del bebé cesan o se hacen esporádicos.
Toma en cuenta estas recomendaciones:
- Cuando estés acostada, hazlo de costado hacia la izquierda o lo que es lo mismo sobre tu lado derecho, para facilitar la circulación, o semisentada.
- Practica algunos ejercicios para fortalecer los músculos.
- Practica la respiración y relajación aprendidos en el curso de preparto.
- No realices viajes largos.
- Viajar en avión: infórmate acerca de las políticas de las compañías. Hasta las 28 semanas de gestación no hay ningún problema acerca de viajar en avión, pero es conveniente consultar con el médico la conveniencia o no de volar en las semanas posteriores. De hecho, después de la semana 36 semana de gestación está recomendado no volar.
- Conducir: tampoco es conveniente conducir a partir del séptimo mes de embarazo.
- Relaciones sexuales: Hasta el octavo mes de embarazo se puede llevar una vida sexual normal, pero después es preferible evitar la penetración y movimientos bruscos.
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