El sufrimiento fetal, conocido también como distrés fetal, es una complicación obstétrica de emergencia que ocurre durante el embarazo o el parto . De forma general, es causada por un déficit de la llegada de oxígeno al feto por diferentes causas. Esta situación puede conducir a lesiones permanentes o inclusive producir la muerte del feto.
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La incidencia de esta complicación no es alta, se estima en alrededor del 2% de los partos. No obstante, debido a que el sufrimiento fetal agudo aparece de forma rápida y causa complicaciones en un corto período de tiempo, ante sus síntomas el personal de obstetricia debe actuar de inmediato.
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¿Por qué aparece el sufrimiento fetal?
En su definición más aceptada, sufrimiento fetal agudo es “aquella asfixia fetal progresiva, que, si no es corregida o evitada, provocará una descompensación de la respuesta fisiológica, desencadenando un daño permanente del Sistema Nervioso Central (SNC), falla múltiple de órganos y podría llegar a ocasionar su muerte.”
El SFA aparece cuando existe un déficit de oxígeno secundario. Este se debe en la mayoría de los casos a una insuficiencia de la circulación de sangre uteroplacentaria, aunque puede ocurrir por compresión del cordón umbilical u otras complicaciones fetales, tales como infecciones o hemorragias.
Cuando existe una falta de oxígeno (hipoxia) en el tejido fetal, aparece una disminución del metabolismo de glucosa. De perdurar esta hipoxia las células comienzan a afectarse, el poco oxígeno disponible se redirige hacia los órganos vitales como el cerebro y el corazón.
El déficit de oxigenación en el intestino fetal conduce a un incremento de la motilidad con la consecuente liberación de meconio al líquido amniótico, mientras que el metabolismo de la glucosa en ausencia de oxígeno provoca acidosis láctica. En la medida que el SFA se prolonga, ocurren daños irreversibles como las lesiones del cerebro por déficit de irrigación sanguínea y oxigenación, el fallo multiorgánico y la muerte fetal.
El SFA también puede detectarse durante el parto vaginal, aunque es infrecuente. Este ocurre por lo general cuando el embarazo se ha extendido demasiado o sea más allá de las 40 semanas, en partos difíciles o muy rápidos.
¿ Cuándo sospechar sufrimiento fetal?
Durante el embarazo el sufrimiento fetal se puede manifestar de diferentes maneras, entre ellas se encuentran:
Cambios en el movimiento fetal
Comenzar a sentir los movimientos de un bebé en el vientre materno provoca una sensación indescriptible y la gestante va aprendiendo a conocer los más mínimos detalles de esas manifestaciones de vida de su pequeñito. Alrededor de las 28 semanas de embarazo ya están completamente establecidos. Fuera de la labor de parto, la alteración en los movimientos del feto puede ser uno de los indicadores de sufrimiento fetal más importantes y de más fácil reconocimiento por parte de la madre. Lo detecta la madre, quien es la que conoce los movimientos de su hijo. Al notar que el feto no se mueve o que sus movimientos son anormales, debe acudir al obstetra para que este evalúe si hay SFA.
Sangrado Vaginal
Aunque durante el embarazo es normal que existan pequeñas hemorragias, un sangrado vaginal profuso es una señal de alarma que puede indicar problemas como el desprendimiento placentario, una placenta previa o otras causas.
Estas pueden no causar sufrimiento fetal agudo en un principio, pero un desgarro puede aumentar de tamaño con rapidez y crear una hipoxia fetal. Ante un sangrado vaginal, el obstetra debe realizar una evaluación que asegure que el feto está recibiendo oxígeno en cantidad suficiente.
Los problemas de placenta que causen sangrado exigen un seguimiento directo de la madre y el feto, por lo que es muy probable que la gestante deba ser hospitalizada.
Presión arterial materna alta
La presión arterial alta está asociada con un estrechamiento de los vasos sanguíneos, lo cual puede provocar una disminución del flujo sanguíneo hacia el feto y por tanto una deficiencia en el suministro de oxígeno. Adicionalmente, las gestantes diagnosticadas con preeclampsia tienen un alto riesgo de sufrir desprendimientos placentarios.
Por ello, es importante que obstetras y nutricionistas trabajen de conjunto con la madre para mantener una presión arterial normal, y evaluar de forma regular que el feto no sufra de SFA.
Otros posibles síntomas de alerta
El aumento excesivo peso durante el embarazo puede crear las condiciones propicias para que se produzca un sufrimiento fetal. Dentro de otros factores que deben evaluarse como condiciones de riesgo para el sufrimiento fetal agudo están las gestantes diabéticas, aquellas que presentan anemias u otras con problemas pulmonares que causan una reducción del oxígeno en sangre.
¿Cómo se diagnóstica el sufrimiento fetal agudo?
Cuando se detectan o se refieren algunas de las señales de alarma previamente señaladas, el obstetra procederá a efectuar algunos exámenes para descartar o confirmar la presencia de sufrimiento fetal.
Lo más frecuente es que se le practique una Prueba de No Estrés (PNE), para ello a la embarazada se le coloca un cinturón alrededor del vientre con un aditamento para medir la frecuencia cardíaca del feto. Otra banda mide las contracciones del útero. De esta forma se puede monitorear la vitalidad del feto.
En ocasiones lo indicado es efectuar un perfil biofísico, en este caso se realiza la PNE y un ultrasonido fetal. El ultrasonido permite obtener una evaluación del líquido amniótico y de acuerdo con su medición será la conducta por seguir.
Se considera que la primera señal de peligro de sufrimiento fetal es la variación de la frecuencia cardíaca. Ante la más mínima sospecha los especialistas deberán proceder y por supuesto actuar en consecuencia.
¿Cómo se actúa ante el sufrimiento fetal agudo?
En el caso que se detecten anomalías importantes en la frecuencia cardíaca fetal, el obstetra tratará de corregirla administrando oxígeno a la gestante, incorporando líquidos por vía intravenosa y haciendo que repose de costado. De haber sido utilizada oxitocina para la estimulación de las contracciones, se detendrá su administración de inmediato.
Si las anomalías continúan y debido al peligro que implica el SFA para el feto, el obstetra procederá a acelerar el parto recurriendo a la cesárea de emergencia. Esta debe realizarse en un lapso no mayor de 30 minutos luego de la detección de la anomalía.
Este procedimiento quirúrgico es la mejor manera de remover de forma rápida las condiciones que causan sufrimiento fetal agudo, evitando así el riesgo de complicaciones.
Cuando se realiza una cesárea de emergencia a un feto que ha padecido SFA, es vital la evaluación inmediata del recién nacido. En estos casos, se utiliza el puntaje de Apgar para valorar el estado clínico del neonato y realizar o no maniobras de resucitación. Estas se ejecutan si este puntaje está por debajo de 5 puntos al evaluarse a los 10 y 20 minutos.
En cualquier caso, y en especial si existen factores de riesgo, es necesario tener en cuenta el sufrimiento fetal agudo para minimizar el posible daño al bebé.
Aunque previamente te hemos explicado todo lo relacionado con el sufrimiento fetal en la gran mayoría de las ocasiones si es detectado a tiempo y se actúa de forma efectiva y rápida no tendrá repercusiones negativas en el crecimiento y desarrollo de tu pequeño, y te lo comento desde mi propia experiencia de madre con una cesárea de urgencia por sufrimiento fetal de mi hijo más pequeño. Su vida completamente normal.
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