Una alteración en el desarrollo de la expresión verbal y no verbal es la principal característica de los trastornos del lenguaje. Se caracterizan por una oposición a aprender habilidades lingüísticas durante el crecimiento y desarrollo.
Como madre, es necesario que prestes atención a esas primeras señales de alerta para buscar ayuda lo más pronto posible. Los trastornos del lenguaje tienen el riesgo de afectar el nivel educativo y la cohabitación social de tu hijo.
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Claves para solucionar la deficiencia lingüística
- Padres y educadores tienen que saber de qué trata el problema. Especialmente, qué tipo de actitud es la mejor para tratar un niño con problema de expresión lingüística.
- Cuanto más rápido busquen ayuda de un especialista en trastornos del lenguaje, más efectivo será el tratamiento. Además, serán limitadas las consecuencias que experimentaría el menor.
- Un niño con trastornos del lenguaje que no es tratado a tiempo corre riesgo de desarrollar desórdenes conductuales, tanto en el ámbito escolar como en el social.
- Cada niño se afecta de forma distinta por los trastornos de este tipo. La dificultad para expresarse cambia de acuerdo a su personalidad, necesidades y entorno.
- Además de considerar al niño, hay que tener presente los factores externos que tienen incidencia en la alteración de su desarrollo.
Síntomas de los trastornos de lenguaje
De acuerdo a la logopeda, Cristina Arroyo Fernández, las alertas de un trastorno del lenguaje se dividen en dos. Por un lado, se encuentran los indicios lingüísticos y los no lingüísticos. En el primer grupo, destacan:
- Adquisición de fonemas lenta y desorganizada.
- Baja expresividad o estructura desordenada de una frase.
- Lenguaje limitado pese a su edad avanzada.
- Incapacidad para repetir palabras y frases.
- Uso de funciones comunicativas y lenguaje no verbal a nivel primario.
La importancia de reconocer estos síntomas radica en la posibilidad de actuar rápido frente al problema. En el campo de los indicios de no lingüísticos de los trastornos del lenguaje, se presentan:
- Deficiencias en la estructuración espacio-tiempo.
- Alteraciones de atención y comportamiento agresivo.
- Dificultad para identificar el origen de un sonido.
Dislalia
Es uno de los trastornos del lenguaje más comunes donde pequeño omite o sustituye incorrectamente los sonidos. Por ejemplo, si quiere decir sapo pronuncia ‘apo’ o ‘tapo’.
Es posible que luego se le escuche pronunciar la sílaba omitida, en este caso, la ‘sa’. Pero luego, al unirlo en un fonema regresa al error inicial. El resultado será una expresión ininteligible. Algunos de los efectos y consecuencias de que el niño presente dislalia son:
- Promoción de timidez en el menor al verse desmotivados a participar en actividades sociales o escolares a causa del problema del lenguaje.
- Incidencia a una actitud hostil como reacción a actitudes perjudiciales con respecto a la alteración lingüística.
En cuanto al tratamiento de la dislalia, se recomiendan actividades sencillas en las que el niño desarrolle correctamente el lenguaje. Es importante que los padres participen activamente para que se sienta motivado.
Tipos de dislalias
Existen varios tipos de este mismo problema. Está la dislalia de tipo fonológica, que se caracteriza por la inmadurez de los órganos fonológicos. Si bien es usual a temprana edad, si continúa después de los 4 años, los padres deben tomar acción inmediata.
Audiógena. Como su nombre lo indica, se asocia a defectos de la audición. Es imposible que se comunique bien, ya que su expresión auditiva es deficiente y, por consiguiente, lo será su pronunciación.
En la dislalia funcional existe un problema en la articulación del lenguaje. Omite o deforman fonemas con la letra r, s, z, l, k, ch. No hay ningún factor biológico que le provoque.
Disartria en los niños
Una afección caracterizada por la dificultad de la persona para producir palabras por problemas a nivel muscular.
Tanto los grupos musculares de boca, rostro y sistema respiratorio están en una condición tan precaria que solo se mueven de forma lenta. En algunos casos, no tienen capacidad de hacerlo en absoluto.
Tartamudez
Mucho más común que la dislalia por ser una alteración del ritmo y fluidez verbal. La repetición involuntaria de sílabas, palabras o frases es su principal característica.
Estas interrupciones espasmódicas al hablar dificultan de manera importante la expresión del pequeño y repercuten en su bienestar general. El niño siente angustia, malestar y rechazo ante cualquier situación que implique expresarse.
Tipos de tartamudez
Este trastorno del lenguaje puede dividirse en leve y grave, pero también cuenta con varias clases de alteración lingüística. La tartamudez clónica es la más conocida. Cuando un niño la padece repite de forma involuntaria segmentos de palabras, sílabas o frases.
Mientras, el tartamudeo tónico consiste en espasmos que detienen una conversación a causa de la inmovilidad muscular del aparato fonador. Y la tartamudez mixta es una combinación de ambas. Tiene como síntomas el sacudir la cabeza al hablar, sentir vergüenza de expresarse, frustración al comunicarse.
Tratamiento de la tartamudez
Si bien no existe un tratamiento que la elimine por completo, los resultados de la terapia son bastante satisfactorios. Sobre todo, para mejorar la vida del paciente y su desenvolvimiento social. No hay que corregirlos, solo promover que hable con tranquilidad.
Muy esencial es que tanto padres como maestros puedan controlar el ambiente en el que el niño con tartamudez se desarrolla. Mientras más relajado se sienta, menores serán los episodios de tartamudeo.
Niño con trastornos del lenguaje
Los padres deben adaptar su lenguaje al nivel que lo hace su hijo. Es necesario dirigirse a él despacio y pronunciar cada fonema de forma correcta. Además, la comunicación debe acompañarse del lenguaje no verbal.
Cuando se pone en práctica el lenguaje no verbal junto con el verbal, se facilita el entendimiento del mensaje. También se recomienda que respetar el turno de palabra del niño y no interrumpirlo mientras habla. De esta manera, no se sentirá presionado y pronunciará con calma.
Haz construcciones sintácticas sencillas, adáptalas a las capacidades de comprensión del pequeño. Siempre procura que estén bien estructuradas. Mantenlo bajo observación para apreciar los avances y comentarlo con su terapeuta.
Asimismo, se aconseja a los padres que mantengan una actitud positiva frente a los avances del pequeño. Así, el niño se sentirá incentivado a seguir hablando y recuperará la confianza en sí mismo.
Logopeda, el especialista en trastornos del lenguaje
Los padres de un niño con trastornos del lenguaje no están solos. Cuentan con la ayuda de un logopeda, el profesional especializado en solucionar este tipo de deficiencias en el desarrollo infantil.
Un buen logopeda podrá darte asesoría sobre lo que necesita el menor para mejorar su desarrollo lingüístico. Motricidad oro-facial, discriminación auditiva, respiración y relajación, son algunos de los aspectos que trabaja este especialista en terapias del lenguaje.
También fortalece la articulación, gramática, pragmática, oralidad y expresión no verbal para que el niño logre expresarse correctamente. Así, también se previenen dificultades en relación a la lectura y escritura del lenguaje escrito.
Es posible conseguir que tu hijo tenga un óptimo desarrollo integral y supere los trastornos del lenguaje. Siempre y cuando, cuentes con un diagnóstico a tiempo, buena supervisión y un buen trato que promueva su bienestar.