Llega el verano y, con él, las vacaciones para la mayoría de la gente y también para los niños. Acaba el cole, cierran algunas oficinas y comercios y las playas y chiringuitos se llenan hasta la bandera de familias deseosas de disfrutar del mejor período del año. Tanto si son tus primeras vacaciones en familia como si ya lleváis varios años veraneando en la playa con los más peques, llegados a esta época del año nunca está de más recordar una serie de recomendaciones que deberías seguir para que todo salga genial y solo os dediquéis a disfrutar.
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Contenido
5 consejos para disfrutar de las vacaciones en familia en la playa
¡Cuidado con el sol!
Todos conocemos ya los peligros del sol y los niños son los más vulnerables a él. Su piel es mucho más fina que la nuestra y los riesgos de quemaduras son mayores. Además, no solo se trata de un efecto estético, si no que trae consigo otros muchos problemas: a tu peque le dolerá, estará incómodo con todo, le costará dormir, no disfrutará igual de la playa al día siguiente porque el sol le picará, le puede dar fiebre y acabar en el médico por culpa de una insolación.
¿La solución? Mucha crema, de alta protección y renovarla constantemente. Busca alguna que sea resistente al agua y recuerda permanecer bajo la sombrilla mientras que no se estén bañando. Los niños siempre deben tener sombra disponible.
El agua, nuestro amigo y a la vez nuestro mayor enemigo
Cada verano, tenemos que escuchar en las noticias algún que otro caso de niños que se han ahogado en las playas o piscinas. Por mucha atención que pongamos, un pequeño despiste puede tener consecuencias fatales. Aunque sepan nadar, no te confíes y nunca, bajo ningún concepto, les quites la vista de encima ni un momento.
Además, recuérdales que no deben irse donde no hacen pie.
No te olvides el botiquín en casa
Aunque vayas a un hotel o un apartamento, incluso a la casa de unos familiares, lleva contigo tu kit de farmacia habitual. Echa un ojo en casa: eso que nunca te falta, también debe ir contigo en vacaciones. Sus medicinas habituales para los resfriados y pequeñas dolencias, tiritas, desinfectante, termómetro…
Controla la comida: el cuerpo no entiende de vacaciones
En vacaciones tendemos a hacer muchos excesos y uno de ellos es la comida. Déjales que disfruten comiendo helados y chuches, pero con control. Evita las digestiones pesadas y sobre todo, los cortes de digestión por bañarse demasiado rápido o sufrir cambios bruscos de temperatura.
Relájate
Y, sobre todo, recuerda, ¡estás de vacaciones! Relájate y deja que los niños disfruten. No te pongas demasiado nervioso/a si quieren pasar el día entero jugando o si están de un lado a otro por la playa. Recuerda cuando tú eras pequeño. Para que no se te haga tan pesado, túrnate con los adultos para vigilarles y participar en sus juegos.
Las vacaciones en familia son un momento estupendo para pasar tiempo juntos.
Y tú, ¿qué otros consejos les darías a otros padres para que disfruten de sus vacaciones en familia?
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