La semana 23 de embarazo es una de las más cruciales. Comienzan a notarse cambios importantes; de hecho estás casi al final del segundo trimestre, que se extiende entre las semanas 13 y 26 de tu embarazo. En la semana 21 el feto ya había comenzado a aumentar notablemente de peso y se iniciaron los movimientos oculares. Ahora responderá a estímulos sonoros con parpadeos y susto.
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La semana 23 de embarazo y el feto
Esta es una semana de grandes cambios para el feto. Ya pesa alrededor de 450 gramos y mide entre 20 y 21 centímetros. Mueve brazos y piernas así como ejercita los músculos de los dedos de las manos y los pies, por eso puedes sentir movimientos diarios más bruscos… ¡aunque todavía los percibes sólo tú!
¿Sabías que tu bebé ya puede escucharte? Acostúmbralo a tu voz, por ejemplo leyendo en voz alta tus propios libros, el periódico o una revista… Lo importante es que se habitúe a la cadencia y modulación de tu forma de hablar. Por supuesto puedes hablar con tu bebé… ¡le encantará!
La piel comienza a cambiar de color: aunque todavía está arrugada las grasas ya empiezan a depositarse y también los pigmentos que darán color a los ojos y la piel. Es importante recordar que para adquirir sus colores definitivos todavía deberá pasar alrededor de un año después de su nacimiento.
También se inicia el proceso de calcificación de los huesos, desde el centro hacia los extremos; también es importante saber que el sistema óseo no se consolidará hasta varios años después del nacimiento. Por este motivo debes cuidar especialmente tu salud dental, ya que el feto está tomando calcio de tu organismo y esto puede debilitar tu dentadura. También puede aparecer sangrado de encías. ¡Consulta con tu médico!
La semana 23 de embarazo y tu cuerpo
Tu cuerpo también experimentará grandes cambios en esta semana. De hecho, la fecha probable de parto ya puede establecerse con más precisión y esto te traerá ansiedad y dificultades para dormir. Junto con esto, necesidad frecuente de orinar, acidez, hinchazón y calambres en las piernas y malestar general son los síntomas de esta etapa.
Te recomendamos tomar las cosas con calma… Procura descansar, alimentarte bien incorporando hierro a tu dieta y mantenerte relajada. Algunos médicos recomiendan dormir de costado para facilitar el flujo de sangre hacia la placenta y utilizar un cojín de embarazada colocándolo entre las rodillas, para relajar las piernas y aliviar la presión de la panza. Pueden ser útiles ejercicios como yoga y natación, que también aliviarán el dolor de espalda.
Precisamente la piel del abdomen comienza a estirarse; es el momento de pensar algunas estrategias para evitar las desagradables estrías. El mejor truco antiestrías es la hidratación con cremas, que te ayudarán también a disminuir la picazón que produce la piel seca y tirante.
¿Hablábamos de la hinchazón de las piernas? Se produce porque el útero ejerce presión sobre las venas dificultando el regreso de la sangre al corazón. Te recomendamos descansar con las piernas elevadas a la altura del corazón.
Y por último pero no lo menos importante… ¡controla tu peso! En la semana 23 de embarazo debes haber aumentado como mínimo 4.6 Kg y 6.9 Kg. como máximo, con una media de 5.7 Kg. Recuerda que tanto el exceso de peso como el poco aumento de peso durante el embarazo pueden representar riesgos para el bebé.
La semana 23 de embarazo y los controles médicos
No hay estudios diagnósticos específicos para esta semana, pero es importante saber que si se indica una ecografía, debido al tamaño del feto ya no se visualizará entero sino por partes.
Debes estar atenta a la aparición de manchas o sangrado. Algunas causas del sangrado en esta semana pueden la expulsión del tapón mucoso, que indica que el cuello del útero se está preparando para el parto; la llamada “placenta previa” que es el desplazamiento de la placenta hacia la vagina, o la placenta abrupta, que es el desprendimiento de la placenta antes del parto.
Un manchado poco abundante acompañado de sensación de presión en la panza, dolor de espalda y contracciones, puede estar anunciando un parto prematuro. Profundizaremos este tema a continuación, pero es importante saber que si es el caso, los médicos pueden prevenirlo mediante una intervención conocida como cerclaje, que consiste en impedir la dilatación de la matriz.
La mayoría de las veces, un sangrado en la semana 23 de embarazo no significa nada malo pero es imprescindible la consulta con el médico para que él determine las causas y tratamientos a seguir; generalmente son estudios como ultrasonidos, examen pélvico o monitoreo fetal.
Partos prematuros en la semana 23 de embarazo
Hasta hace algunas décadas, un parto prematuro en esta semana representaba pocas probabilidades para el bebé de vivir fuera de la panza de la mamá. Sin embargo, los avances científicos de los últimos años en cuanto a medicina fetal permiten mejorar el pronóstico de estos bebés.
Por ejemplo, se menciona el caso de Amillia, una niña estadounidense que nació en el año 2007 luego de 22 semanas de embarazo y con sólo 284 gramos de peso. Actualmente ha mejorado muchísimo la atención de los prematuros mediante medicamentos que aceleran la maduración del sistema respiratorio, que es la gran dificultad en esta semana de gestación.
Recuerda que la mejor forma de prevenir un parto prematuro es seguir estrictamente los controles médicos. Según datos de UNICEF durante la Semana del Prematuro del año 2013, alrededor del 8,5% de los nacimientos se produce antes de la semana 37 de gestación y esta tendencia va en alza en los países de renta media y alta. No se sabe cuál es el motivo, pero se cree que es el resultado de una combinación de factores socioeconómicos, ambientales, genéticos y culturales.
Otros cambios que experimentarás: Hinchazón en las manos