A qué sabe la Luna es un cuento del escritor e ilustrador polaco Michael Grejniec. Es ideal para leer a los no tan pequeños y para iniciar en la buena literatura a los que ya saben leer. Inteligente, divertido y sensible, ¿A qué sabe la luna?, editado por primera vez en castellano en el año 2000, se encuentra disponible en varios idiomas, ha conseguido importantes reconocimientos internacionales y hasta tiene una versión para niños autistas.
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Acerca del autor de A qué sabe la luna
Michael Grejniec nació en Polonia en 1955. Antes de dedicarse a escribir e ilustrar sus propios cuentos para niños trabajó como ilustrador en Europa, produciendo carteles para teatro, cine y animé. En 1985 se trasladó a los Estados Unidos. Entre sus muchos libros ilustrados para niños se encuentran “Flores con los colores del arco iris”, “Fiabo: el pez rojo brillante que amaba las historias”, “Nueve gatitos de dormir”, “Diez pequeños monos: ¡puedes hacerlo!” y muchos más.
Sus cuentos son didácticos y se destacan por estimular en los niños valores como la solidaridad, la amistad y la colaboración.
Por ejemplo en “Diez pequeños monos: ¡puedes hacerlo!”, diez monitos unen su esfuerzo para alcanzar un plátano, subiendo uno encima del otro. De todas formas no alcanzan al plátano pero la solución llega con Papá Mono: subiéndose a sus hombros sí pueden llegar a la sabrosa fruta y arrancarla de la planta para saborearla. Según los especialistas, esta historia simple y a la vez llena de suspenso introduce a los niños en el concepto de la suma.
“Nueve gatitos para dormir” es otra historia sencilla y conmovedora. Nueve gatitos duermen profundamente pero uno de ellos despierta y quiere contar cuántos gatitos están despiertos. La tarea se complica ya que los pequeños cachorros abren y cierran los ojos y nunca se sabe cuántos duermen y cuántos están despiertos. Los gatitos son de diferentes colores para que los más pequeños vayan aprendiendo los nombres de los colores, y según los especialistas, introduce a los niños en el concepto de la resta.
A qué sabe la luna por su parte fue traducida al español por Carmen Barreiro y está disponible en varios idiomas: portugués, castellano, euskera, catalán, gallego e inglés. Este libro del que enseguida hablaremos, recibió varios premios, como el Japan Picture Book Award en 1996, el premio del Programa Nacional de Lectura de la Secretaría de Educación Pública de México en el año 2004 y fue incluido en el Plan Nacional de Lectura del gobierno de Portugal.
La historia simple y divertida de A qué sabe la luna
El autor de A qué sabe la luna plantea un enigma que, según parece, desvela a todos los animalitos de la selva: cuál será el sabor de la luna. A iniciativa de la tortuga, subiendo a la montaña más alta todos los animales, desde el más grande hasta el más pequeño, comenzando con el elefante y finalizando con el ratón, hacen una torre subiéndose unos arriba de otros para alcanzar la luna.
La luna juega con ellos acercándose y alejándose y haciendo difícil llegar hasta ella hasta que decide quedarse en un solo lugar. Así el ratón, el último en subir a la torre de animales, puede robar un pedacito de luna y saborearla, a la vez de convidar a los demás animales con pedacitos de luna.
El final del cuento es asombroso. Por una parte nunca sabremos si la luna es dulce o salada ya que tuvo, para cada uno de los animalitos, su sabor preferido. Por otra parte llama la atención la reflexión final de un pez… en cuyo estanque se refleja la luna. No esperes que la comentemos… ¡Sólo queremos que disfrutes tanto como nosotros cuando la leas!
Según los especialistas, este cuento resalta valores como la solidaridad. Por otra parte, como muchas canciones infantiles y cuentos, se basa en la repetición de un elemento, como lo comentábamos en El Pollito Pío. Este es un recurso que encanta a los niños, en especial a los que todavía no saben leer, pues es fácil de memorizar y les permite adivinar las palabras siguientes, algo que les produce muchísimo placer.
Párrafo aparte para las ilustraciones, como decíamos, obra del mismo autor del cuento. Fueron realizadas en papel cuché o papel satinado. Es un tipo de papel especial, llamado también papel estucado, recubierto por varias capas de diversos materiales que le otorgan brillo y mayor absorción de la tinta. Nos muestra una gigantesca y amigable luna, que observa con curiosidad a los animales terrícolas que intentan alcanzarla, destacándose sobre el fondo negro que evoca el cielo nocturno.
Para finalizar, una referencia a la versión BATA o con pictogramas: como lo comentábamos con la canción Soy una taza, este cuento de Michael Grejniec tiene valores terapéuticos para los niños con dificultades para comunicarse como los que padecen autismo. Por lo tanto se ha realizado una edición con pictogramas, que son pequeños dibujos orientativos para que los niños puedan comprender y disfrutar la historia.
Cómo y dónde leer A qué sabe la luna
Te recomendamos la lectura de A qué sabe la luna como un cuento para dormir. En realidad es excelente para esta función ya que las repeticiones y reiteraciones tienen un efecto sedante.
Según los especialistas, está recomendado para niños de 3 a 5 años, pero te sugerimos leerlo junto con tus hijos si recién están aprendiendo a leer, ya que las palabras son fáciles y la historia es muy sencilla.
El libro puede adquirirse en librerías en forma personal o en línea. También existen versiones gratuitas para descargar de Internet y versiones en video realizadas por docentes y escolares. Como siempre que hablamos de libros, lo mejor es tener la edición autorizada y disfrutar el placer no solamente de leer sino también… ¡tocar y oler el libro!
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