Si pensamos qué ocurre durante las primeras veinticuatro horas de los bebés recién nacidos en casa … ¡honestamente, sus padres no podrían tener otra cosa que estrés! Cualquier persona sometida a las tensiones de tener por primera vez al bebé en casa no sería capaz de soportarlo, excepto, claro, sus propios padres. Sin embargo, la carga de estrés es inevitable. ¿Es tu caso? Entonces sigue nuestros consejos.
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Bebés recién nacidos por primera vez en casa
La maternidad ha dado el alta a la feliz mamá y su hijo recién nacido. Es el momento de volver a casa, donde está todo preparado: la habitación, la ropa, pañales, juguetes, regalos. Pero… ¿están los padres preparados para comenzar la nueva vida junto a sus bebés recién nacidos?
En realidad los bebés recién nacidos no traen un manual de instrucciones… ¡mucho menos un disco de instalación! De hecho, traer el bebé a casa es como llegar con un pequeño desconocido: recién ahora comienza el trabajo de descubrir y enamorarse de su hijo como nunca en la vida les había sucedido hasta ahora.
Es normal sentirse un poco abrumados por la responsabilidad y el temor de no saber muy bien qué sigue ahora, y por otra parte saturados por los consejos, seguramente bienintencionados pero bastante agobiantes, de amigos y familiares.
De hecho, lo único que desean tú y tu pareja es estar solos con el bebé. Pero… ¿qué ocurrirá durante las próximas veinticuatro horas? Chequea esta lista de actividades de los bebés recién nacidos y sus padres:
- 6:00 am: despertarse.
- 6:45 am: Alimentar al bebé.
- 7.00 am: Cambiar el pañal húmedo y sucio.
- 8.00 am: Alimentar al bebé.
- 9.00 am: Cambiar el pañal húmedo y sucio. Tomar una ducha.
- 9:45 am: Alimentar al bebé. El bebé duerme. Desayunar.
- 11:45 am: Alimentar al bebé.
- 12:15 pm: Cambiar el pañal húmedo y sucio, dar masajes al bebé para que expulse los gases. El bebé duerme.
- 1:00 pm: Descansar, almorzar.
- 2:40 pm: Alimentar al bebé.
- 3:15 pm: Cambiar el pañal húmedo y sucio. El bebé duerme. Tomar una siesta.
- 5:15 pm: Alimentar al bebé. Cambiar el pañal húmedo y sucio. El bebé duerme. Tomar la merienda.
- 7:15 pm: Alimentar al bebé.
- 9:00 pm: Bañar al bebé.
- 9:50 pm: Alimentar al bebé. Cambiar el pañal húmedo y sucio. El bebé duerme. Dormir.
- 12:36 am: Alimentar al bebé. Cambiar el pañal húmedo y sucio. El bebé duerme. Dormir.
- 1:15 am: Alimentar al bebé. Cambiar el pañal húmedo y sucio. El bebé duerme. Dormir.
- 4:00 am: Alimentar al bebé. Cambiar el pañal húmedo y sucio. El bebé duerme. Dormir.
- 4:55 am: Alimentar al bebé. Cambiar el pañal húmedo y sucio. El bebé duerme. Dormir.
- 6.00 am: Volver al principio de esta lista.
¿Es muy diferente a tu realidad? Creemos que no. Como sea, es suficiente para sentirse estresada.
Consejos para lidiar con bebés recién nacidos y no sucumbir en el esfuerzo
- Adopta una dieta saludable, bebe mucha agua, toma aire fresco, aprovecha para dormir cuando el bebé está durmiendo. Ponte de acuerdo con tu pareja para turnarse cuando el bebé llora por la noche. Resiste el impulso de beber litros de café para mantenerte alerta. En cambio haz algo que disfrutes, como cuidar las plantas, pintar, leer un libro o lo que sea. Adopta desde el comienzo buenos hábitos respecto de la crianza del bebé como bien lo explica la MFMER (Mayo Foundation for Medical Education and Research)
- Establece reglas de visita. Familiares y amigos se sienten muy ansiosos y deseosos de ver a los bebés recién nacidos pero no tienen en cuenta los horarios del bebé ni el posible estrés de los padres. Establece un día y horario para las visitas. Recuerda que las visitas deben lavarse las manos antes de tomar en brazos al bebé y que las personas enfermas deben quedarse en casa y visitar al bebé cuando estén sanas.
- Adáptate a los tiempos del bebé. Como lo vimos en el apartado anterior, el bebé está muy ocupado estos días alimentándose, durmiendo y llorando. De hecho está exclusivamente dedicado a estas tareas. Procura reducir las actividades programadas al mínimo. Si tienes que salir con el bebé, prepara un bolso con todo lo necesario.
- Espera una montaña rusa de emociones. En el tiempo que tardes en cambiar un pañal pasarás de la maravillosa emoción de ser la madre de un ser tan pequeño, casi diminuto, pero tan precioso y perfecto, a la angustiosa sensación de no saber ni siquiera cambiar el pañal de un bebé, mucho menos cuidar de él adecuadamente. Al mismo tiempo frustración y enojo por la pérdida de tu independencia. Seguramente estás un poco cansada y tu pareja también. Busquen un momento para hablar de estas cosas y quítenle dramatismo a la situación. Una sonrisa, una risa compartida y un abrazo y besos a tiempo pueden disipar cualquier tormenta.
- Reduce las tareas domésticas. Un poco de polvo de más, un repaso al baño en vez de la limpieza a fondo, unas tostadas con mantequilla en vez de la cena si estás muy cansada… No ocurrirá nada, todo el mundo puede soportarlo.
- No se queden con su bebé entre cuatro paredes. Salgan, den una caminata, tomen un poco de sol. Lleven al bebé al parque o simplemente a dar una vuelta en su carrito.
- Acepten las ayudas. Cuando alguien de la familia o un amigo o amiga se ofrecen a ayudar… ¡acéptenlo! Inclusive sugieran la ayuda que necesitan, como cargar al bebé, doblar la ropa limpia y hacer algunos recados.
- No abandonen su vida social. Es cierto que los bebés recién nacidos necesitan todo el amor y atención que puedan darles, pero no se olviden de ustedes mismos. Programen salidas, cultiven sus amistades… y no sólo a través de Internet. De vez en cuando una mano amiga que se quede con el bebé mientras ustedes van al cine o a cenar vendrá de maravillas.
- Aprecien el momento. Los bebés recién nacidos son muy demandantes, pero la buena noticia es que… ¡no serán recién nacidos toda la vida! Es más: la etapa de recién nacido durará mucho menos de lo que esperabas. No te apresures y aprecia el momento: estos momentos son únicos e irrepetibles.
- Saber cuándo buscar ayuda adicional. La crianza de los bebés recién nacidos es un verdadero desafío, aún cuando no estuvieses estresada. De manera que si lo estás… todo puede ser peor. Si te sientes realmente mal y crees que necesitas ayuda, no dudes en consultar con tu médico.
Una de sus primeras pruebas: La prueba del talón