Las salsas son, para muchos, un enemigo. Suelen ser ricas en grasas, calóricas y no siempre están preparadas con los mejores ingredientes. Sin embargo, en innegable que también son las responsables de que le podamos dar un sabor especial a nuestros platos. Y si hay una salsa estrella, la reina, aquella que gusta tanto a niños como a mayores, es la salsa barbacoa. Tiene un toquecito dulce, pero a la vez picante. Es intensa, pero gracias a su base de tomate conquista a todos. Si ya te estás relamiendo, sigue leyendo, porque hoy te enseñamos a preparar salsa barbacoa casera, ideal tanto para niños como para adultos.
Y tal vez estés pensando en por qué prepararla en casa si ya la venden hecha. Créenos: el sabor de una salsa hecho en casa es muchísimo mejor. No será tan artificial y sobre todo controlarás el tipo de ingredientes que le echas, las cantidades e incluso podrás ajustarlos si alguno en concreto no te convence. Además de la satisfacción de sentirte un cocinillas, sin que esta receta tenga nada de complicado. Puedes involucrar también a los peques, esta receta de salsa barbacoa casera es increíblemente fácil y, lo mejor de todo, increíblemente deliciosa. ¿Te apuntas?
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Ingredientes de la salsa barbacoa casera
Para preparar esta salsa barbacoa en casa necesitarás 500 gramos de tomate frito, el que más te guste del supermercado, el que suelas comprar normalmente. Evita aquellos que son tipo “estilo casero”, porque, aunque van muy bien para la mayoría de recetas y suelen ser más sanos, lo cierto también es que ese toque de sabor “diferente” pueden no ir demasiado bien con nuestra barbacoa.
Prepara también 120 ml de vinagre y 3 cucharadas generosas de salsa de soja. Estos dos ingredientes son los que le van a dar el punto de sabor exótico, te recomiendo especialmente que no te pases con la soja, en cualquier caso, es mejor echar una cucharada menos, probar (aunque aún falten más ingredientes por integrar) y rectificar si es necesario. Lo mismo sucede con las 2 cucharadas con colmo de mostaza. Ve probando y si es necesario añade más, pero recuerda que no podrás quitar, así que ve con tiento, especialmente si es una receta para peques, ya que sabes que ellos son un poco más reacios a los sabores super intensos.
Estos son los líquidos. En cuanto a los sólidos, vas a necesitar 4 cucharadas de azúcar de caña y 1 cucharada de pimentón picante. Espolvorea con 1 cucharada de especias Barbacoa (por ejemplo, las de la marca Hacendado van muy bien) y con 1 cucharadita de café de especias curry.
Cómo preparar la salsa barbacoa casera: receta fácil y rápida
Ahora, como verás, hacer la salsa barbacoa casera es de lo más fácil y tampoco es nada cara. Te recomendamos coger un bol en el que puedas remover bien todos los ingredientes y que prepares unas varillas de cocina. ¿Lo tienes ya todo? Bien, vamos a ello.
En primer lugar, añade al bol todos los ingredientes líquidos, en este orden. Tomate, salsa de soja, vinagre y mostaza. Remueve bien cada vez que añadas un ingrediente, es la forma más certera de que todos queden perfectamente integrados. La idea de usar varillas es porque también favorece que todo se mezcle mejor, pero si no tienes a mano o te apañas mejor con otros cubiertos, como cuchara, lengua o tenedor, también puedes.
Una vez hayas añadido todos los líquidos, empezamos con los sólidos, de mayor a menor presencial. Lo primero es el azúcar, removiendo entre cada cucharada con el mismo objetivo, que todo se integre bien.
Tras el azúcar, añadimos las especias barbacoa, el pimentón y el curry. Mueve todo bien de nuevo. Te quedará una salsa densa, con un color rojizo teja, debe tener la consistencia y el color de las salsas de barbacoa habituales. Es posible que te tire un poco a amarillo y esto es debido a la mostaza, ya que muchas salsas barbacoa industriales no tienen mostaza y utilizan ingredientes artificiales para conseguir este efecto, por lo que, en ese caso, no te preocupes, ya que es normal.
¿Se cocina la salsa barbacoa?
Sí, debes cocinarla, pero déjanos que te demos un consejo. Si simplemente quieres dejarla ya lista para consumir, para tener salsa disponible para tus bocatas, tus sándwiches o preparaciones que vayamos a hacer en otra ocasión (por ejemplo, para la carne del finde), puedes pasarla por una sartén, llevarla a ebullición y después bajarla a fuego medio – bajo, durante unos diez minutos y ya la tendrás lista para consumir cuando la necesites.
Un truco para ahorrarte este paso es que la cocines junto con los ingredientes que vas a aliñar con la salsa barbacoa. Por ejemplo, imagina que quieres preparar carne al horno con salsa barbacoa. La salsa la puedes meter en el horno junto con la carne y se cocinará todo a la vez. Lo mismo sucede si vas a hacer alguna preparación en la sartén que lleve salsa, lo puedes cocinar todo junto. En las pizzas, si vas a usar tu salsa barbacoa casera para ellas, también las puedes cocinar al horno a la vez que la propia salsa.
Ahorrarás tiempo y recursos energéticos y lo tendrás todo listo a la vez. Eso sí, esto tiene la desventaja que no te sobrará salsa para guardarla para otras ocasiones o para reservar, por ejemplo, para bocadillos. Por eso, si esta es tu intención, no la mezcles entera con la comida y reserva lo que creas que vas a necesitar. Ten en cuenta que con los ingredientes que te hemos dado te saldrán aproximadamente 750 ml de salsa, que es bastante. Si quieres menos, parte los ingredientes y sus cantidades en proporción para obtener la cantidad de salsa que tú quieras.
¿Es buena este tipo de salsa?
Antes de terminar, queremos que tengas clara una cosa que a veces se pierde un poco de vista. Que algo sea casero no significa que sea sano. En este caso, es cierto que estamos utilizando ingredientes que no son malos como tal, pero también en cuenta que la mostaza, el tomate, etc., tampoco invitan a que abusemos de ellos. Y lo peor de esta receta es que tiene mucha cantidad de azúcar. Aunque sea azúcar de caña, no debes confiarte.
Por tanto, sin ser la salsa más sana del mundo, no está mal, pero tampoco debes abusar de ella. Siempre puedes tomar alternativas, como aliñar tus comidas solo son salsa de soja (mucho más sana, aunque muy salada) u optar por algún tipo de preparación en casa más saludable, como la típica mezcla de aceite de oliva, ajo o perejil o incluso animarte a hacer tu propio tomate frito sin azúcar.
Esperamos que hayas disfrutado de esta receta y, si te ha gustado, puedes pedirnos que te demos nuevas ideas de recetas que os van a gustar a toda la familia. Redescubre el placer de cocinar y sobre todo de comer en familia y olvida las clásicas recetas aburridas que llevas toda la vida haciendo. Como ves, hay muchas más opciones rápidas y fáciles, en las que pueden ayudar incluso los más pequeños.
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