El aprendizaje es el proceso que permite alcanzar y/o modificar habilidades, destrezas, conocimientos y conductas. Por tanto, se puede afirmar que cuando se aprende se producen cambios, pues el comportamiento se verá influenciado por la nueva experiencia adquirida
Existen numerosas teorías sobre el aprendizaje, pero todas concuerdan en un aspecto: esta es una de las funciones más importantes para la vida de los seres humanos.
En los documentos de la UNICEF se afirma que “La mente de los niños se desarrolla rápidamente cuando se les habla, se les toca o se les acuna, y cuando observan a su alrededor rostros familiares, escuchan voces conocidas y juegan con diferentes objetos. Aprenden rápidamente cuando se sienten queridos y seguros desde el nacimiento y cuando juegan y se relacionan con frecuencia con los miembros de la familia. Los niños que se sienten seguros observan por lo general un mejor rendimiento escolar y superan con mayor facilidad las dificultades que presenta la vida”.
Contenido
- 1 ¿Por qué es tan importante el aprendizaje?
- 2 ¿A qué edad comienza el aprendizaje?
- 3 Aprendizaje en edades tempranas
- 4 Tecnología y aprendizaje
- 5 ¿Qué son las discapacidades o dificultades del aprendizaje?
- 6 ¿Qué significa tener dificultades en el aprendizaje?
- 7 Importancia de los problemas de aprendizaje
- 8 Causas de los trastornos del aprendizaje
- 9 Algunos trastornos específicos del aprendizaje
- 10 ¿Qué hacer para ayudar a nuestros hijos con DA?
¿Por qué es tan importante el aprendizaje?
El aprendizaje es importante porque es el único modo que permite adaptarnos a las exigencias del medio que nos rodea, no importa si vivimos en la más moderna de las ciudades o en medio de la más espesa jungla. Todos tenemos que adquirir, procesar, comprender y aplicar en el contexto adecuado la información que constantemente estamos asimilando. El aprendizaje nos permite cambiar y cambiar nos permite sobrevivir.
El proceso del aprendizaje es una actividad totalmente individual que se produce como resultado de los procesos cognitivos que posibilitan procesar nuevos conocimientos con la consiguiente adecuación de nuestras percepciones. Conocimientos que luego pueden ser aplicados, incluso, en situaciones diferentes al contexto donde se aprendieron.
Por tanto, cuando nuestros hijos presentan algún tipo de dificultad para lograr un correcto y puntual aprendizaje, podemos afirmar que están mostrando dificultades en uno de los aspectos básicos para su vida.
¿A qué edad comienza el aprendizaje?
El aprendizaje es un proceso que comienza en la vida intrauterina. Diferentes estudios demuestran que durante la vida extrauterina el bebé prefiere los sabores de comida que la madre solía consumir. Eso mismo sucede con los olores.
Otros estudios demuestran que el feto reconoce la voz de su madre desde que está en el útero y aprende el idioma que se habla en el mundo exterior a él.
Por ejemplo, existen evidencias según las cuales los bebés que aún no han nacido pueden reconocer la música que su madre escuchaba mientras él se encontraba en su útero.
Pero también el tacto se pone de manifiesto como un aprendizaje durante la vida intrauterina. Un interesante estudio publicado en el 2015, concluye que los fetos tienen la capacidad de reaccionar a las caricias que la madre hace sobre su abdomen. Increíblemente el feto responde haciendo algo similar sobre su cuerpo.
Aprendizaje en edades tempranas
Cada día hay más comprensión y conocimientos sobre la importancia del aprendizaje en la etapas tempranas de la vida y cómo repercutirá en el desarrollo futuro del recién nacido y en su calidad de vida posterior.
Los pequeñines tienen en muy poco tiempo que aprender a gatear, a caminar, a hablar, escuchar, escribir, leer, conocer e interpretar el mundo de los rodea. También en los primeros años son capaces de seleccionar, clasificar, inferir, imitar entre otras capacidades y habilidades. Estos conocimientos son la base para el aprendizaje.
Tal proceso de maduración gradual del cerebro es el resultado de una mezcla de factores genéticos y ambientales: un cerebro conformado por estructuras aptas para aprender sumado a lo que se suman las experiencias que se van acumulando y las influencias del entorno. Todo ello contribuye a que el aprendizaje se vaya adquiriendo y perfeccionado.
Aunque el cerebro no deje de aprender durante toda la vida, es en la primera infancia que, a nivel neurológico, se establecen las bases o estructuras para todo aprendizaje posterior.
Es esta etapa de la vida antes del comienzo de la escuela que se desarrollan las bases sobre las que se asentarán las funciones cerebrales superiores como son la memoria, el razonamiento lógico, el lenguaje y la percepción, entre otras.
Importancia del aprendizaje en los primeros años…
Diferentes trabajos demuestran que en edades tan tempranas como los 18 meses posteriores al nacimiento se encuentran diferencias abismales en el desarrollo del lenguaje, al ser relacionadas con diferentes realidades socioeconómicas.
Los numerosos resultados de las investigación en neurociencias, sobre el desarrollo del cerebro y el sistema nervioso y su relación con el aprendizaje en la primera etapa de la infancia, han validado la importancia que tienen los primeros años de vida para su desarrollo y evolución posterior. Es en estos primeros años que los niños desarrollan habilidades físicas, cognitivas, sociales y emocionales que son el fundamento de su desarrollo posterior.
Las influencias negativas de tipo ambiental, social, emocional o fisicas repercutirán dramáticamente sobre el desarrollo físico y psicológico del niño, afectando su comportamiento y aprendizaje. En contraposición las influencias positivas como la estimulación temprana, un ambiente pacífico, sentirse querido y amado, el contar con la seguridad y apoyo de los padres serán de inestimable valor en el desarrollo de su sistema nervioso.
A partir de ahora vamos a referirnos al aprendizaje durante la etapa escolar del niño, pero te recomiendo que no dejes de leer la página sobre Estimulación Temprana, donde tendrás diversas recomendaciones sobre cómo ayudar a que tu hijo desarrolle su capacidad de aprender desde edades muy tempranas.
Tecnología y aprendizaje
Esta es uno de los temas que está aun hoy en debate. El innegable impacto que el desarrollo de la tecnología ha tenido en todas las esferas de nuestra vida diaria es una realidad y un hecho inobjetable.
Algunos consideran que la tecnología ha hecho grandes aportes al aprendizaje, otros postulan que muchos niños con problemas de personalidad se refugian en la tecnología y aumenta su aislamiento, interfiere en las relaciones sociales y hasta cuando su uso es excesivo puede ocasionar obesidad, trastornos en el sueño y otros manifestaciones psicosomáticas.
Con independencia de los debates, la tecnología ha irrumpido en el sistema de educación y aprendizaje y ha cambiado las formas de comunicarnos e interactuar entre estudiantes, entre profesores y alumnos, en la familia y en la sociedad en su conjunto. Se considera que la tecnología ha hecho al aprendizaje más divertido y dinámico, facilitando la impartición y adquisición del conocimiento.
La infinidad de modalidades de tecnologías audiovisuales ha multiplicado las herramientas educativas, lográndose que el estudiante aumente la capacidad de concentración y el nivel de atención ante los nuevos conocimientos. Las múltiples alternativas que ofrece internet pueden lograr que la adquisición de conocimientos sea más rica, más fácil y entretenida.
No todas son ventajas…
Pero en el uso de la tecnología todas no son ventajas, algunos consideran que el empleo de los dispositivos móviles, pueden causar distracción y pérdida de concentración de los estudiantes. Otros postulan que las nuevas tecnologías pueden facilitar el fraude escolar. A los problemas anteriores se suman no dormir lo suficiente, retrasos del aprendizaje y dificultades en las relaciones sociales, obesidad y problemas de conducta y comportamiento.
No hay dudas que pasar tiempo frente a frente con la familia, con los amigos y sus profesores son de inestimable valor en la vida y el desarrollo de un niño. Pero por otra parte el mundo digital es un imperativo de nuestros tiempos. Hacer un uso equilibrado de sus ventajas, atajando sus efectos negativos es una responsabilidad de todos.
La American Academy of Pediatrics (AAP) , ha emitido una serie de recomendaciones sobre cómo puede ser empleada la tecnología de forma responsable y segura y la responsabilidad de los padres para que se manifieste en el aprendizaje de sus hijos de una forma beneficiosa. En la tabla siguiente hay resumen de sus principales recomendaciones.
¿Qué son las discapacidades o dificultades del aprendizaje?
La etapa escolar impone retos a los niños, es una edad en la que los padres esperan que aprendan a leer, a escribir, a expresarse y a calcular números. Es precisamente al enfrentar esos retos que se evidencian las discapacidades del aprendizaje en una o varias materias y tienen como característica que no mejoran con el tiempo.
Los expertos postulan que “Los niños que tienen dificultades de aprendizaje son los que manifiestan una discrepancia educativa significativa entre su potencial intelectual estimado y el nivel actual de ejecución. Lo anterior está relacionado con los trastornos básicos en los procesos de aprendizaje, que pueden o no ir acompañados por disfunciones demostrables en el sistema nervioso central”.
Las discapacidades del aprendizaje son enfermedades que requieren diagnóstico y tratamiento y se pueden atenuar sus manifestaciones con el apoyo de los padres y de profesionales. No se debe confundir con problemas o dificultades en el aprendizaje relacionados con discapacidades intelectuales o del desarrollo.
¿Qué significa tener dificultades en el aprendizaje?
Las dificultades en el aprendizaje o DA, ocupan un lugar significativo dentro de las patologías que existen en la etapa escolar. Dificultades estas que suelen presentarse desde los primeros grados escolares. Es precisamente en la escuela donde los maestros o profesores detectan esta clase de problema, teniendo la necesidad de plantear el mismo a los padres para que el niño sea evaluado por un especialista.
Las DA abarcan numerosas manifestaciones, pues éstas van desde las dificultades en temas básicos como pueden ser escuchar, hablar, leer, escribir, razonar hasta algunas más complejas como lo pueden ser las habilidades matemáticas. Sin embargo, existen tres áreas donde estas dificultades pueden tener una mayor repercusión y son: la lectura, la escritura y el cálculo de operaciones matemáticas.
Tener dificultades en el aprendizaje significa entonces que los niños no son capaces de adquirir determinados conocimientos con la fluidez que se espera.
Importancia de los problemas de aprendizaje
Lo cierto es que esta situación, como es lógico suponer, tiene una gran repercusión social dado que los problemas de aprendizaje afectan a 1 de cada 10 niños en edad escolar y no siempre se detectan todos los casos. En reiteradas ocasiones los profesores tienen un número de alumnos que supera la cantidad ideal y no siempre está en sus manos la posibilidad de brindar plena atención a todos los niños que se encuentran en su aula.
Como regla general, los problemas de DA pueden ser detectados en los niños a partir de los 5 años de edad y constituyen una gran preocupación para muchos padres, pues afectan gravemente el rendimiento escolar y las relaciones interpersonales de sus hijos. Un niño con problemas de aprendizaje suele tener un nivel de inteligencia similar a la media, pero requiere de ayuda especializada para poner estas a plena capacidad.
Diagnóstico psicopedagógico
Cuando un niño o niña tiene una discordancia entre rendimiento y habilidad intelectual en una o más áreas es decir expresión oral, expresión escrita, comprensión oral, comprensión de la lectura, habilidades básicas de lectura, cálculo matemático, razonamiento matemático o escritura, planteamos que existe una dificultad de aprendizaje y por lo tanto es necesaria la intervención de un especialista.
En la observación de la niño o niña con DA, es necesario determinar si posee un CI normal o sobre la media. Porque podría ser que la causa de las DA se estén produciendo por otros trastornos, tales como, retraso mental, deficiencias sensoriales, problemas conductuales, trastornos por déficit de atención e hiperactividad o por alguna clase de inadaptación social.
Causas de los trastornos del aprendizaje
Las causas que originan estos trastornos en el aprendizaje pueden ser múltiples, pues las mismas pueden ir desde un ritmo más lento en la asimilación del conocimiento hasta una severa disminución en la capacidad de aprendizaje. Por otra parte hay trastornos específicos que pueden ocasionar una incapacidad selectiva para aprender una materia dada.
Es necesario valorar si el niño no aprende porque está sufriendo maltrato físico, psicológico, sexual o por abandono. De igual manera se debe tener en cuenta si existe disfunción familiar, dificultades socio económicas, desnutrición, subculturas o abandono pedagógico, pues estas son causas que pueden motivar la aparición de DA.
Debemos estar muy alertas puesto que ante un niño que no aprende podemos equivocar el enfoque y elaborar el criterio de que la alteración puede ser endógena y realmente puede darse el caso de que sea el entorno familiar o escolar el verdadero origen de las DA.
Otras causas de DA pueden encontrarse en los trastornos emocionales, como pueden ser la ansiedad, la depresión, la angustia por separación, las fobias (principalmente la escolar) las manifestaciones de tipo histérico, así como los trastornos de tipo obsesivo y la timidez. Todo esto se puede deber a que los síntomas acompañantes de los trastornos anteriormente descritos pueden llegar a interferir en la capacidad para aprender.
Aprendizaje, comportamiento y desarrollo
El aprendizaje y el comportamiento son el producto de cómo el cerebro y el cuerpo trabajan conjuntamente. Para poder leer, el niño necesita desarrollar movimientos oculares suaves, la escritura requiere de la habilidad añadida de hacer que las manos y los ojos trabajen conjuntamente.
Hay una interrelación entre las habilidades motoras y el funcionamiento del equilibrio. Cualquier problema en alguna de estas áreas va a perjudicar la capacidad de actuación del niño en clase. Estos síntomas no están necesariamente conectados con la inteligencia.
Algunos trastornos específicos del aprendizaje
Dislexia
Cuando un maestro se percata que un alumno tiene letra ilegible, errores ortográficos, pobre vocabulario, falta de expresión oral o escrita, lectura mecánica defectuosa o escasa comprensión en la lectura es posible que estemos ante la presencia de una dislexia.
Los signos de la dislexia pueden ir cambiando en la medida que el niño va ganando en edad, pero de manera general lo primero que se observa es la clara dificultad que presenta el sujeto para aprender a leer, situación que puede pasar desapercibida durante muchos años si no se le presta al niño la debida atención. Es muy común que los niños que poseen una alta capacidad de memoria utilicen esta para camuflar su incapacidad de lectura, logrando de este modo compensar su patología y pasar desapercibidos ante los ojos de un profesor que no esté demasiado atento.
Es importante tener conciencia de los numerosos problemas que puede presentar este trastorno en la cotidianeidad, puesto que, aunque las dificultades específicas que presentan al paciente están localizadas en un tema muy específico (lectura y escritura), e incluso pudiera decirse que no presentan dificultades en los otros dominios, para la vida moderna puede ser una limitante de tipo severa. Aun así, también hay que decir que la misma no supone imposibilidad de ninguna clase para llevar una vida normal.
¿Qué hacer ante un niño con dislexia?
Existe en la actualidad gran cantidad de material específico para la prevención de la dislexia o al menos para su tratamiento, basándose el mismo, sobre todo, en una individualizada práctica docente. Este es un tema en el que se necesita una gran especialización, pues cabe al profesor, establecer dicha enseñanza individualizada estructurándola en orden de dificultad y por edades.
Es por ello que cuando se trata de niños pequeños será necesario insistir en el fomento del hábito de lectura, así como el aumento de la conciencia fonológica, es decir, reconocer las sílabas y fonemas.
De igual manera, en la medida en que los niños vayan creciendo, será necesario trabajar en la automatización de la lectura utilizando estrategias de comprensión de textos, aunque siempre buscando que el niño practique la lectura en voz alta. En todos los casos resulta fundamental que el niño lea tanto como sea posible pues es esta la única manera de mejorar sus habilidades de lectura.
Para el niño con dislexia, leer puede ser tedioso, por lo tanto, es necesario que las lecturas resulten motivadoras, que las mismas sean de su agrado, que las temáticas le resulten interesantes y que se le reconozca su esfuerzo una tarea agotadora y poco grata. Claro está que nada de esto será posible sin la ayuda de los padres y profesores quienes deben apoyar al niño sin exigirle de más o entrar en comparaciones con otros alumnos.
Disgrafia
La disgrafia consiste en la incapacidad que puede tener un niño para aprender a escribir, siempre y cuando el mismo no presente retraso mental, déficit sensorial o de tipo escolar.
La escritura es una práctica que necesita de una gran coordinación en los movimientos y como ya sabemos: es mucho más difícil aprender a escribir que aprender a leer. Ahora bien, para aprender a escribir es necesario saber leer, así como poder reproducir las palabras de manera legible, de igual manera es imprescindible tener la capacidad de hacerlo en un tiempo y en un espacio previamente determinados.
Si queremos diagnosticar la disgrafia en un niño debemos observar si existe en el mismo un marcado déficit en cuanto a lo que habilidades de escritura se refiere, de igual modo observar si su rendimiento es mucho menor del nivel esperado para su cociente de inteligencia y grado escolar.
Por lo general la escritura de estos niños se presenta en forma rígida, suelta, e irregular, impulsiva, desorganizada o en espejo (una de sus formas más peculiares).
¿Cómo enfrentar la disgrafia?
El tratamiento consiste en la realización de numerosos ejercicios de escritura, la corrección de hábitos a la hora de colocar el papel o tomar el lápiz siempre en periodos cortos de entrenamiento, pero varias veces al día.
Cuando un niño padece de digrafía no se le debe enviar al pizarrón, porque puede ser objeto de burla de sus compañeros y esto baja su auto estima, por tanto, en estos casos es importante estimular sus éxitos y exaltar su buen rendimiento en la materia oral.
Discalculia
La discalculia es una de las tres dificultades específicas del aprendizaje y el equivalente matemático de la dislexia, puesto que en lugar de tratarse de problemas para expresarse correctamente haciendo un buen uso lenguaje, se trata de una incapacidad para comprender y realizar cálculos matemáticos.
Esta anomalía, que casi nunca se diagnostica y mucho menos se trata correctamente, puede estar causada por un déficit de percepción visual o problemas de orientación. Es una discapacidad relativamente poco conocida y para muchos especialistas solo se trata de una variante de la dislexia. Generalmente una persona con discalculia tiene un cociente intelectual normal, pero manifiesta problemas con las matemáticas, señas, direcciones, teniendo un bajo rendimiento escolar en contenidos puntuales.
¿Qué hacer si observas estos síntomas en un niño?
Para diagnosticar la discalculia debemos tener en cuenta si el rendimiento está por debajo del nivel esperado en pruebas individuales, si existe la posibilidad de usar los símbolos matemáticos y numéricos, si existen problemas para establecer el concepto de conjuntos, si hay dificultades para reconocer las operaciones matemáticas o si hay capacidad para memorizar las tablas de multiplicar.
Al igual que en los trastornos anteriormente descritos para tratar la discalculia es necesaria una pedagogía especializada que sea capaz de hacerle sentir al niño que aprender es divertido utilizando objetos que sirvan como medios auxiliares para facilitarle las operaciones al niño, todo esto reforzando su confianza y auto estima.
¿Qué hacer para ayudar a nuestros hijos con DA?
Una vez que se ha efectuado la evaluación psicológica de la capacidad intelectual del niño y un análisis de su desempeño académico pueden ser necesarias otras pruebas. Entre las mismas puede requerirse una evaluación de su desarrollo neurológico que puede contemplar de acuerdo a cada caso el análisis del lenguaje, la memoria, las destrezas motoras, la atención , el estado emocional y la evaluación de la familia y su medio ambiente.
Por lo general es la escuela quien en coordinación con los padres solicita esta evaluación y se discuten de conjunto los resultados. En base a los resultados que el mismo arroje se establecerá el plan a seguir en cada caso, Cada niño con DA es único y requiere un plan ajustado a cada caso en particular.
Nunca recrimine a su hijo, ni emplee términos degradantes, ni negativos. Destaque sus virtudes y cualidades y ayúdelo a que no sea tildado de discapacitado o incapaz de aprender. Hágalo sentir motivado, confiado, seguro y que puede salir adelante y vencer sus dificultades en el aprendizaje. Es necesario que el aprendizaje que reciba esté acorde a sus potencialidades.
Los caminos entre la mente y el cuerpo pueden ser remodelados y se pueden crear bases cada vez más seguras en todos los aspectos del aprendizaje. Del trabajo conjunto dependerá el éxito en este empeño, apoya y enfrenta junto a él las dificultades en el aprendizaje.