Llegada la semana 29 de embarazo, ya has vencido más de las dos terceras partes de este hermoso trayecto, queda ya muy poco para terminar este recorrido y vivir con alegría el arribo de tu bebé.
De seguro te estarás preguntando sobre los cambios que experimentará tu bebé en estos próximos 7 días. Sobre esos cambios y los tuyos hablaremos, para que estés al tanto de los cuidados y emociones de esta semana que te acercará aún más al nacimiento de tu hijo. Desde Canal Chupete te acompañamos en esta semana veinte y nueve
Contenido
- 1 El desarrollo del feto en la semana 29 de embarazo
- 2 La madre en la semana 29 de embarazo
- 3 Exámenes y pruebas complementarias a las 29 semanas de embarazo
- 4 Malestares y complicaciones en la semana 29 de embarazo
- 5 Cuidados y actividades especiales del embarazo 29 semanas
- 6 Plan de parto
- 7 También es importante a las 29 semanas de embarazo…
El desarrollo del feto en la semana 29 de embarazo
Con un peso aproximado de 1153 gramos y una talla de 39 centímetros, el feto es más parecido cada vez a un bebé listo para nacer. Pero aun algunos de sus órganos no tienen la maduración suficiente y en particular el sistema respiratorio. La superficie de su piel se ha tornado más suave y rellenita, pues está incrementando de peso rápidamente.
Todavía el tamaño de su cabeza es mayor que el de su abdomen, siendo aún un poco desproporcionada con relación al resto de su pequeño cuerpo. Esta situación a partir de esta semana comienza a cambiar semana por semana hasta que en la semana 35 ya el diámetro del abdomen es mayor que el de la cabeza.
Además, poco a poco tu hijo va acumulando grasa en su tejido adiposo, lo que le dará aspecto más rellenito cuando nazca.
Gracias a la grasa que acumula estará mejor preparado para la vida fuera de la matriz materna y a los cambios de temperatura. Su esqueleto se endurece por día, reteniendo calcio, hierro y fósforo.
Ya ese fino pelo que se llama lanugo y le ha cubierto por semanas está comenzando a desaparecer. Algunos bebés lo conservan en la espalda al nacer, otros no.
Los movimientos fetales
Sus patadas, codazos y rodillazos no te faltarán porque tiene menos espacio en el útero para los movimientos y además está mucho más activo. Es normal que sientas unos diez movimientos por hora. Si notases cambios muy marcados en su rutina lo aconsejable es consultar a tu obstetra, pues podría ser el indicativo de que algo no anda bien.
Hablando de la creciente actividad del feto, la masa muscular se ha incrementado y esta es la forma que tiene el futuro bebé para ejercitarla. Aunque los huesos acumulen calcio son aun flexibles en extremo y muy moldeables. Esta flexibilidad, necesaria para que pase por el canal de parto, la conservará durante buena parte de su infancia. De ahí que la expresión que “los bebés son de goma” no sea completamente descabellada.
En un sorprendente mecanismo adaptativo, el cordón umbilical se recubre de un fluido con consistencia de gelatina, que sirve para que no quede comprimido cuando el feto se gira.
Los órganos en la semana 29
Órganos tan importantes como los riñones, el estómago y los intestinos son plenamente funcionales en esta semana. El feto en la semana 29 de embarazo es capaz de tragar cantidades abundantes de líquido amniótico y excretarlo por la orina.
En el aparato respiratorio vital para la vida extrauterina, continúan madurando por una parte los alvéolos contribuyen a aumentar la capacidad de los pulmones para intercambiar oxígeno y por otra se produce surfactante pulmonar básico para que los pulmones no colapsen. De nacer ahora, sus pulmones no estarán lo suficientemente maduros como para enfrentar la vida extrauterina por sí mismo y requerirá de su atención en Unidades de cuidados intensivos.
Los testículos siguen su camino de descenso desde el abdomen hasta las bolsas escrotales.
El sistema nervioso
Junto con el crecimiento de su cerebro, también lo hace su cabecita. De hecho, su cerebro se ha desarrollado lo suficiente como para ayudarle a controlar la temperatura corporal.
El cerebro ya posee la mayoría de los surcos principales, pero aún le faltan por desarrollar cientos de millones de neuronas antes del parto, que le acompañarán por el resto de su vida adulta. Estas se agrupan en las crestas y pliegues definitivos que las contendrán en su niñez y madurez. El cerebro se torna muy irregular.
Las conexiones nerviosas que se establecen en esta semana 29 de embarazo le permiten desempeñar nuevas funciones como dormir, así que a partir de ahora tendrá periodos de vigilia y de sueño.
Los sentidos en la semana 29 de embarazo
En esta etapa del embarazo la mayor parte de los sentidos ya están desarrollados o en su fase final. Así el sentido del gusto se va desarrollando y el sabor de los alimentos puede pasar al líquido amniótico como lo demuestran diversos trabajos.
Ya en esta semana el feto es capaz de cerrar y abrir sus ojos y los mismos son sensibles a la estimulación luminosa. El tacto se ha desarrollado y también su capacidad de succión al chocar con su dedo. También hay evidencias de que en este periodo comienza el desarrollo de su sensibilidad al dolor. Ha desarrollado su capacidad para oír y reaccionará ante ruidos del exterior.
Posición fetal
Para su comodidad los brazos están doblados sobre el pechito y tiene las rodillas hacia arriba y la cabeza encorvada. Esta es la posición fetal clásica que mantendrá hasta su nacimiento.
Entre las semanas 29 y la 32 de embarazo la gran mayoría de los fetos adoptan la posición cefálica manteniendo su posición fetal. O sea enrollados sobre ellos mismos pero con la cabeza hacia abajo.
Como la naturaleza es tan sabia, este acomodo facilita que la parte más ancha en ese momento del feto o sea las nalgas y las caderas queden hacia arriba y pueda tener más amplitud para sus movimientos y por otra se está preparando para el parto.
A partir de esta semana el feto engordará a un ritmo muy rápido y después le costará mucho más trabajo moverse dentro de un espacio reducido. No obstante aun la presentación fetal no es definitiva y pudiera cambiarla en las semanas posteriores.
La madre en la semana 29 de embarazo
Con el crecimiento del útero, que ya se acerca al diafragma en una embarazada de 29 semanas, comienzan a aparecer más y más molestias, cansancio y torpeza. El abdomen ha subido hasta justo por debajo de la caja torácica, así que es lógico que su presión sobre las costillas sea cuando menos una incomodidad.
El tercer trimestre es el de mayor aumento para el feto y la madre, casi a razón de medio kilo por semana, por lo que no tienes que alarmarte si subes unas 11 libras (5 kg) en estos tres meses finales. A tus 29 semanas de embarazo, lo normal es que tu peso haya aumentado unos 10 kilos. Esta cifra puede variar, claro está, en especial si traes gemelos. De ser tu caso podrías haber aumentado unos 10 a 15 kilogramos sobre tu peso inicial.
El crecimiento uterino, el aumento de peso y la retención de líquidos provocan diversas molestias en la piel, originando picazón, estrías y otras alteraciones cutáneas.
A partir de esta semana las contracciones llamadas de Braxton Hicks, son más frecuentes porque están activando la preparación de tu útero para el momento del parto. Estas contracciones son molestas pero no causan dolor y no son rítmicas, lo que las diferencia de las asociadas al trabajo de parto verdadero.
Numerosas mujeres comienzan a tener secreción de calostro en sus pechos y en ocasiones llegan a manchar el sostenedor. Este alimento de alto valor biológico constituye una fuente inestimable de protección para tu pequeñín en las primeras horas de su vida.
Exámenes y pruebas complementarias a las 29 semanas de embarazo
Entre la semana 29 de embarazo y la 32 se debe de efectuar el tercer chequeo, incluyendo la ecografía del tercer trimestre. También en esta semana o las próximas se efectuará el chequeo de la glucosa, análisis microbiológico y presencia de albúmina en orina. Podrían ser necesarios otros exámenes complementarios de acuerdo a la situación propia de cada embarazada.
En este periodo de embarazo, en ausencia de complicaciones, las visitas se realizan cada 4 semanas. Se chequeará la presión arterial, la altura uterina, la frecuencia cardiaca fetal, el peso de la madre y la presentación del feto. Lo normal es que la frecuencia cardíaca fetal en esta etapa oscile entre 120 y 160 latidos por minuto.
Si eres Rh negativa, y aun no has recibido la inyección de la gammaglobulina anti-D es momento de hacerlo, de esta manera evitarás complicaciones posteriores.
Lo anteriormente referido es el procedimiento de un embarazo normal sin complicaciones, si presentaras inflamación en los pies, la cara o un dolor de cabeza que se mantiene y no mejora con los remedios habituales es recomendable que visites a tu médico. Si notas que tu bebé disminuye notablemente sus movimientos o hay ausencia de ellos también debes de acudir a un servicio especializado.
Malestares y complicaciones en la semana 29 de embarazo
Los movimientos del feto pueden ser tan violentos que generen dolor a la madre, cortarle el aliento o despertarla durante la noche. Lógicamente, esto es pasajero y no hay forma de evitarlo, así que no te alarmes.
También en esta etapa son más frecuentes las contracciones llamadas de Braxton Hicks. Hay mujeres que todavía no las sienten, pero son encogimientos que se producen en el útero cuando este se empieza a preparar para el parto.
Aunque no son muy fuertes y son totalmente normales se recomienda consultar con el ginecólogo si de dieran más de cinco contracciones en una hora.
Calambres en las piernas
Aunque los expertos no saben con exactitud qué los producen, muchas gestantes referencian calambres en las piernas. Algunas teorías apuntan al peso adicional sobre los miembros inferiores de la embarazada, pero otra causa probable es una deficiencia de calcio o potasio. Una tercera hipótesis apunta a que se debe a la presión del útero sobre los nervios que se dirigen hacia las piernas.
Una técnica para hacer que cese es estirar la pierna con suavidad y flexionar el pie con los dedos hacia atrás. Los estiramientos durante el día y en especial antes de dormir deben ofrecerte alivio. Como medida adicional, asegúrate de consumir suficientes alimentos ricos en calcio y potasio.
Acidez estomacal y estreñimiento
En el tercer trimestre pueden regresar los molestos ardores de estómago y el estreñimiento. La acidez o pirosis se debe a la mayor presión que ahora ejerce el útero sobre tu sistema digestivo, lo que hace que el esfínter que cierra el estómago falle y el contenido de la digestión retorne al esófago causando acidez.
Por otra parte, la hormona progesterona causa en el sistema digestivo de la gestante la ralentización del tránsito intestinal, lo cual hace que se reabsorba más agua de las heces, se endurezcan y sea más difícil su excreción y aparezca el estreñimiento.
En numerosas ocasiones el estreñimiento, puede ocasionar las hemorroides o venas inflamadas en el recto. Estas son molestias que en la mayoria de las ocasiones regresan a la normalidad después del parto.
Ciática y dolores osteomusculares
A la altura de la semana 29 de embarazo, tu flujo sanguíneo se habrá multiplicado por diez, como el tamaño de tu útero. Con ello aumenta la sensación de cansancio y los dolores en las piernas y en la espalda. Este último es una respuesta obvia al peso que cargas y puedes sentir también la ciática, que es un dolor agudo en la base de la espalda que se extiende hasta la pierna cuando el nervio ciático queda comprimido en una articulación de la espalda.
Cansancio y fatiga
El aumento de peso, el crecimiento del abdomen, el aumento del volumen sanguíneo y las preocupaciones asociadas al desarrollo de tu embarazo, el parto y las nuevas funciones que asumirás como madre te pueden provocar angustias, cansancio y fatiga.
Todo ello es completamente normal y fisiológico en la semana 29 de embarazo. No le debes imponer a tu cuerpo un esfuerzo que le resulte agotador o que esté por encima de sus posibilidades.
Debes adecuar tu ritmo a lo que tu organismo te solicite. Descansar cuando te lo pida, practicar actividades de relajación, hacer actividades físicas sistemáticas de acuerdo a tus posibilidades y disipar tus preocupaciones con entretenimiento, soporte familiar, social y fundamentalmente de tu pareja.
Síndrome de las piernas inquietas
Este es otro síntoma bastante común en el embarazo y que puedes sentir durante esta semana 29. El síndrome de piernas inquietas es una necesidad imperiosa de mover continuamente las piernas, en especial cuando descansas.
Aunque no se conoce con exactitud la causa, está vinculada a un desequilibrio de la dopamina, un neurotransmisor que puede verse afectado en sus concentraciones por déficit de hierro. Desaparece tras el embarazo, pero puedes minimizarlo consumiendo alimentos y suplementos que contengan este mineral, descansando tus pies en alto con cojines o almohadas de embarazo al acostarte y evitando los estimulantes como la cafeína o hacer ejercicios antes de irte a dormir.
Parto prematuro
Puedes sentir que las llamadas contracciones Braxton Hicks, que aún eran suaves y localizadas, se hacen más frecuentes al comenzar las 29 semanas de embarazo, en particular cuando cambias de posición o el feto se mueve.
Estos encogimientos del útero empiezan a partir de la 6 semana del embarazo, pero son más perceptibles a lo largo del tercer trimestre de la gestación. Esto es normal, pero si exceden las 5 contracciones a lo largo de una hora, deberías hablar con tu médico, pues podría significar que te enfrentas a un parto prematuro.
Si este es tu caso, tampoco es motivo de gran preocupación: con 7 meses el feto está ya formado lo suficiente para que sus probabilidades de sobrevivencia sean altas. Aunque debe estar unas semanas más en incubadora y bajo observación médica antes de llevártelo a casa.
Cuidados y actividades especiales del embarazo 29 semanas
Ahora que ya estás en la recta final de tu gestación, es tiempo que descanses lo más que puedas y te dejes ayudar en los quehaceres domésticos para que puedas llegar al gran día con la energía que necesitas.
Cuidados de la piel y el cabello
No por estar casi a término tienes que descuidarte: controla y mejora el aspecto de las estrías y las manchas en la cara que te puedan salir con el uso de cremas hidratantes y bloqueadoras solares.
Seguro has notado que tu cabello es más copioso y brillante durante el embarazo y se lo debes a las hormonas que estás produciendo, que impiden su caída. No es que te salga más, es que en el crecimiento del cabello hay tres fases: crecimiento, descanso y eliminación, y es aquí precisamente que intervienen estos mensajeros químicos. En el embarazo y unos meses después tu pelo tendrá esta apariencia radiante, hasta que se reanude el proceso de eliminación y vuelvas a perder cabello. No todo de repente, claro está, así que aprovecha ese look tan especial y radiante de las mujeres embarazadas y las nuevas madres.
Dieta y ejercicio
Durante esta semana el feto aumenta su consumo de hierro, calcio y fósforo, así que asegura que estos nutrientes estén presentes en tu dieta. Por ello, necesitas tomar suficientes proteínas, vitamina C, ácido fólico, hierro y calcio.
Entre algunos alimentos ricos en hierro se encuentran las verduras de hojas oscuras, legumbres, guisantes, cereales, frutos secos como el higo, los dátiles, albaricoques y ciruelas. Si los asocias a alimentos ricos en vitamina C la absorción del hierro será mucho más efectiva.
Los requerimientos de calcio los puedes satisfacer mediante el consumo de leche fresca, rica en calcio biodisponible, o en su defecto otro alimento rico en calcio. Pueden servirte, si no te gusta la leche vacuna, un sucedáneo como la leche de soya, o productos como el queso, el yogur o jugo de naranja enriquecido con calcio, que de paso es una fuente excelente de vitamina C.
Lo más seguro que ya a la altura de la semana 29 de embarazo hayas establecido bien tus regímenes alimentarios, pero no está de más recordarte que como los problemas gástricos pueden repetirse es recomendable hacer entre cinco a siete ingestas diarias.
Prefiere en tu dieta los huevos, el queso, las carnes magras, el pescado, las legumbres, frutas y cereales integrales, que son las que contribuyen al desarrollo del bebé y a atenuar algunas de las molestias.
El sueño y el descanso
Este es el momento de buscar una vida más tranquila, pues te sientes más pesada y lo estarás por unas semanas más. Y es que realmente estás cargando el peso del feto además del tuyo y eso tiene consecuencias.
Disminuye tu ritmo de trabajo o tareas domésticas. Sin abandonar tu rutina de ejercicios modera su intensidad, evita realizar sobreesfuerzos…en fin, haz pausas frecuentes en lo que tengas que hacer y descansa lo más posible con las piernas en alto. Tu pareja y tu familia han de concientizarse con la necesidad que tienes ahora de apoyo. Y tú también.
No olvides tampoco el descanso nocturno, tan importante para reponer energías para el día siguiente y también para tu bebé. Evita beber mucho líquido en las noches para minimizar las visitas al baño y acuéstate de lado con una almohada entre las piernas para que la espalda no sufra. En el mercado hay excelentes ofertas de almohadas de embarazo, que puedes aprovechar más tarde como cojín de lactancia.
Plan de parto
Entre la semana 28 y 32 es conveniente la elaboración del plan de parto, estableciendo por escrito tus preferencias sobre cada una de las múltiples alternativas que se presentan ante ti.
En el mismo deberás reflejar todos los detalles relacionados con el método que deseas emplear para tu parto, el lugar, si deseas emplear algún método para el control del dolor y la variante seleccionada. También los especialistas que quisieras que atendieran el parto y la persona que te acompañará en el momento del parto.
Ahora que puedes pensar en todos los detalles es el momento ideal para que nada quede en el olvido.
También es importante a las 29 semanas de embarazo…
La semana 29 de embarazo también te invita a pensar en el nombre que le pondrás al nuevo miembro de la familia, completar la preparación de su cuarto, de su canastilla y tener la bolsa para el hospital lista. Es momento también para valorar alternativas para los cuidados del pequeñín posteriores a la licencia.
Esta semana es muy conveniente para recibir el curso sobre la preparación para el parto y si aún no has seleccionado, no te demores un parto prematuro siempre puede sorprenderte.
Un aspecto esencial ahora que ya puede haber comenzado la secreción de calostro es el tema de la lactancia materna. En el curso de cuidados prenatales te mostrarán como fortalecer tus pezones y aréolas y prepararte para enfrentar los retos que impone alimentar a tu bebé en sus primeros 6 meses de vida con tu calostro y tu leche. En las clases prenatales te darán consejos para que el proceso de amamantar a tu bebé sea cómodo y fácil para ambos.
Durante el embarazo una nueva vida se ha desarrollado en tu vientre, lo has alimentado y te encuentras en la recta final, pero después de nacido también su alimentación en las primeras etapas de su vida seguirá dependiendo de ti. Un maravilloso trayecto hacia un mejor futuro para un ser entrañable: tu hijo.