Cómo mejorar la alimentación de tu hijo: una pregunta frecuente

La alimentación infantil es uno de los temas que más nos puede preocupar como padres y no es para menos. Si para los adultos es importante qué comemos, cuándo lo comemos y cómo lo comemos, en el caso de los años es algo que cobra todavía más relevancia. Están en plena etapa de crecimiento y gran parte de las semillas que plantes ahora van a determinar cómo será su salud futura, por tanto, es muy importante que le prestes a la alimentación de tu hijo toda la atención que merece el tema.

Y precisamente de esto te queremos hablar en este artículo de hoy. Si estás algo perdido, si crees que lo estás haciendo bien pero siempre te queda la duda de si hay algo más que podrías hacer o si, simplemente, quieres conocer nuevas maneras de mejorar la alimentación de tu hijo, quédate por aquí. Tan solo necesitamos cinco minutos de tu tiempo para que leas este artículo y te quedes con estos cinco consejos que te van a servir mucho para que tu pequeño se alimente de forma correcta, incluso si él mismo es quien te pone difíciles las cosas.

Porque, seamos sinceros, ¿a qué niño se le pueden dar ciertos alimentos sin que proteste? Frutas, verduras o legumbres suelen ser sus enemigos, sin que ellos sepan que, en realidad, son sus mejores aliados.

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5 consejos para mejorar la alimentación de tu hijo

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Consigue que coma frutas, verduras y legumbres

Como te decíamos, las frutas, verduras y legumbres son muy importantes para cualquier persona, pero especialmente para los niños. Son una fuente natural de vitaminas, minerales y otros nutrientes claves en su desarrollo, además de ser bajos en colesterol, grasas saturadas y similares. Pero, ¿cómo conseguimos que se las coman si son precisamente los alimentos que menos les gusta?

Está en tu mano: haciéndoselos atractivos. Si le pones el típico plato de garbanzos aburrido, lo más probable es que lo rechacen. Pero si les pones una ensalada de garbanzos o de lentejas, con tomate, maíz, aguacate y aceitunas (las aceitunas, por lo general, les encantan), verás como redescubren una nueva forma de comer los garbanzos o lentejas. Esto lo puedes aplicar a cualquier otra comida. No solo conseguirás que se lo coman un día puntual, si no que lograrás reeducar su paladar para que, poco a poco, se vayan acostumbrando a los sabores de ciertos tipos de alimentos y los normalicen.

No uses la comida basura como una recompensa

No sirve de nada que le pongas un plato de legumbres y le prometas que mañana le llevarás al Burger o le comprarás una bolsa de chuches si hoy se merienda un plátano. Educar en una alimentación sana y correcta no funciona así. De este modo, lo único que estás dejando es el mensaje en su cabeza de que la comida sana es un castigo que merece una recompensa, en forma de comida basura, que es la buena.

Muy erróneo, ¿verdad? Pues aprende a enfocarlo de otra manera. No uses la comida ni como castigo, ni como recompensa. Recuerda que lo que quieres es mejorar la alimentación de tu hijo a largo plazo, no solo un día concreto que consigas que se tome ese plato de judías verdes. Ya sabes, reiteramos lo dicho en el punto anterior: la clave está en reeducar su paladar.

Practica con el ejemplo

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Y no, no sirve de nada que a él le pongas para cenar un plato de coles de Bruselas y tú mientras cenes un bocadillo de filete empanado con mahonesa y patatas fritas congeladas. Los niños repiten patrones, comportamientos que ven en casa y en la escuela, por lo que la clave para una alimentación sana pasa por que todos los miembros de la familia comáis lo mismo.

Otro truco que funciona bastante bien en este sentido es intentar que la comida que entre en casa sea saludable. Así que cuidado con el tipo de compra que haces en el supermercado. Sabemos que es muy tentador coger precocinados y similares, pero tu hijo debe de saber relacionar que una buena alimentación pasa, en una primera instancia, por un buen producto, una buena materia prima y que sus ídolos, hoy por hoy sus padres, toman lo mismo que ellos.

Para el recreo, algo sano siempre

Un punto bastante problemático en la alimentación de los niños es la comida que llevan al recreo. Este break de la mañana sirve para que repongan fuerzas y para que despejen la mente jugando con sus amigos al aire libre, pero la mayoría de padres caen en el error de darles para este momento chocolates, bollería o, en el “mejor” de los casos, embutidos, un tipo de alimento del que se abusa mucho en la infancia pero que no es de lo más sano ni natural en general.

En la mayoría de colegios ya le dan a los padres información sobre lo que deben llevar sus hijos al colegio cada día para el recreo. Esta pequeña guía es una gran ayuda, ya que no solo te ayudarán a llevar una alimentación equilibrada si no sabes muy bien qué darles (se suele ir combinando diferentes tipos de alimentos según el día), si no que además, como todos los niños llevan lo mismo, no hay lugar a las tentaciones ni a pesar que quien lleva una pieza de fruta es el “pringado” de la clase. Si en tu colegio no existen este tipo de medidas, pide hablar con la asociación de padres y madres o con el tutor de tu hijo para que lo implementen. Es una idea genial que todos los colegios deberían tener.

No te olvides del calcio en la alimentación de tu hijo

Y, por último, recuerda que una alimentación saludable para tu hijo pasa por darle todos aquellos nutrientes que necesita. Las vitaminas son super importantes, pero en el lado de los minerales hay uno concreto que está especialmente asociado al crecimiento: el calcio.

El calcio no solo ayuda a que tu hijo esté más alto, también contribuye a la formación de sus huesos, a la salud dental e incluso al buen funcionamiento muscular. Los requisitos de calcio en la infancia son, por lo general, superiores a los de la edad adulta, por lo que no te la juegues y dale solo productos de calidad. Apuesta por leches enriquecidas, quesos y otros alimentos que, aunque no estén tan asociados al calcio, tienen un alto contenido de él. Por ejemplo, son muy ricos en calcio las almejas, los berberechos, las acelgas, las espinacas y las almendras. Entre los tipos de quesos más ricos en calcio, toman el protagonismo el queso gruyere, el emmental, el roquefort y el queso bola.

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Ahora que ya sabes cuáles son las principales pautas y hábitos para mejorar la alimentación de tu hijo, recuerda que todo esto solo es la punta de lanza. Debes trabajar día a día concienzudamente en este tema tan importante no solo para él, también para toda la familia. Nutrirse bien es fundamental a cualquier edad, pero para tu pequeño es todavía más importante. Tómatelo a conciencia, compra alimentos de calidad, cocina de forma saludable y enséñale a comer bien para que en el futuro sea un adulto sano que sea alimentarse correctamente. Es una de las mejores lecciones que le puedes dar en la vida.

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