La alimentación del bebé desde los 6 a los 12 meses sufre una transformación vital. Es la etapa de paso de la lactancia materna exclusiva a la introducción de alimentos semisólidos y la forma más común de prepararlos es en forma de papillas o purés.
En la página dedicada a la introducción de nuevos alimentos en la alimentación complementaria, describimos todos los secretos sobre esta transición. Aquí vamos a destacar las papillas, así como su preparación y algunas recetas básicas para esta etapa.
Contenido
- 1 Introducción de nuevos alimentos y papillas
- 2 Importancia de las papillas en la alimentación de tu bebé
- 3 Tipos de papillas
- 4 Formas de preparación de las papillas
- 5 ¿Cómo servir las papillas?
- 6 ¿Cómo conservar las papillas?
- 7 Alimentación infantil con potitos, selecciona el adecuado
- 8 Potitos de frutas y contenido de azúcar
- 9 La primera cucharita de tu bebé
- 10 Recomendaciones generales para la preparación e introducciónde las papillas
- 11 Algunas recetas de papillas de gran popularidad
Introducción de nuevos alimentos y papillas
Cuando el bebé es alimentado exclusivamente por leche materna, generalmente alrededor de los 6 meses ya está preparado para la introducción de nuevos alimentos. Existen síntomas a esta edad que así lo indican: es capaz de sostener y tener control de su cabeza y su cuello, de mantenerse sentado y muestra interés cuando otros comen en su presencia.
Por otra parte su función digestiva ya le permite digerir la mayor parte de los almidones, las proteínas y las grasas. Su funcionamiento digestivo ya es mucho más maduro.
Desde los 5 meses el bebé comienza a llevarse objetos a la boca y a los 6 meses inicia los movimientos de masticación. A partir de los 8 meses la mayoría de los pequeños tienen capacidad para tragar alimentos más espesos y alrededor de los 10 meses pueden manipular una cuchara para comer.
Desde los 6 meses comienza la alimentación complementaria a la leche, pero esta sigue siendo la principal fuente de nutrientes. Para efectuar esta transición de un alimento exclusivamente líquido y de un solo sabor a otros alimentos de diferentes texturas, consistencias y sabores las papillas o purés se convierten en auxiliares muy valiosos.
Si el bebé no recibe lactancia materna la introducción de alimentos puede iniciarse antes de los 6 meses. En la página dedicada a la alimentación de 6 a 12 meses podrás encontrar una información muy detallada de la forma en la que se deben introducir los alimentos nuevos. Un resumen de las pautas fundamentales tanto en bebés alimentados con lactancia materna como con fórmula lo muestra esta Tabla elaborada por la FAO.
La misma orienta sobre la secuencia en la introducción de alimentos que se debe seguir y a partir de ahí los componentes de las papillas que pueden ser empleadas en cada etapa.
Importancia de las papillas en la alimentación de tu bebé
Al cumplir el bebé seis meses de edad es capaz de comer y digerir otros alimentos. Sus demandas de nutrientes aumentan y ya la leche materna sola no es capaz de satisfacer todos sus requerimientos.
Cuando comienzas esta etapa donde se produce un cambio brusco en la forma de alimentación de tu bebé. Es un paso de gran transcendencia en la vida de tu pequeño y de la forma que la enfrentes dependerá en gran medida su comportamiento en sus hábitos alimentarios en el futuro.
Darle de comer por primera vez a tu bebé es todo un reto. La forma más conveniente de ofrecer los alimentos en esta etapa es en estado semisólido comenzando con preparaciones más liquidas y espesándolas en la medida que se vaya adaptando a los mismos.
Las papillas son ideales para esta etapa, porque le proporcionan numerosos beneficios, entre los que se destacan:
- Facilita el tránsito de una alimentación completamente liquida a una semisólida y posteriormente a la masticación.
- Evita las deficiencias de energía, proteínas y de microelementos como el hierro y el zinc.
- Favorecen el gusto por texturas y sabores diferentes.
- Crean las condiciones para fomentar hábitos alimentarios adecuados y serán el precedente para una mejor alimentación en el futuro.
- Contribuye a expresar el máximo potencial de crecimiento y a prepararlos para enfrentar los retos inmunológicos de esta etapa.
- Los prepara para la alimentación por sí mismos y cada día más independientes de la madre.
Tipos de papillas
Los tipos de papillas dependerán de la edad del bebé y de los alimentos que pueden ser incorporadas en cada uno de los meses. En la etapa inicial se comenzará con los cereales, los vegetales y las frutas. Algunos pediatras recomiendan primero introducir los vegetales y después las frutas.
De igual forma la consistencia puede variar dependiendo de los componentes y del criterio médico. Algunos prefieren que las papillas contengan grumos desde el inicio, otros aconsejan triturarlos y después pasarlos por un colador o cedazo para evitar los trozos duros.
Lo mejor es comenzar por las papillas bien trituradas y de acuerdo a la habilidad y capacidad de ingestión que demuestre el pequeño aumentar su consistencia. Lo más importante es garantizar la seguridad de tu bebé y lamentablemente los atoros son accidentes en muchas ocasiones evitables.
Cereales para papillas
Los cereales sin gluten son de las primeras papillas que conocerá tu pequeño. Los cereales le aportan al bebé hidratos de carbono, vitaminas y minerales. Las primeras papillas de cereales sin gluten las puedes preparar con arroz, maíz, soya, o tapioca conocida también como yuca o mandioca.
Lo mejor es que los prepares en la casa, para ello puedes moler los cereales y adicionarlos a la leche materna o a la fórmula que estés empleando.
Actualmente se recomienda que los cereales con gluten como trigo, cebada, centeno y avena se incorporen antes de los 7 meses de forma progresiva en cantidad y cada uno por separado.
Papillas de vegetales, verduras y hortalizas
Las verduras deben ser de los primeros alimentos a introducir. Son ricos en vitaminas, minerales, fibras y calorías. La zanahoria, el calabacín, el puerro, la calabaza, la patata y el boniato son de las más empleadas para comenzar las papillas. En algunos países la malanga y los plátanos viandas son muy empleados en la etapa inicial. Las lentejas y las arvejas verdes, son empleadas posteriormente.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición considera que las espinacas y acelgas no se deben ofrecer al bebé hasta los 12 meses de edad. Si se hace antes de esa edad debe ser en proporciones inferiores al 20% de la papilla total. Las coles, coliflor, brócoli, espárragos y remolacha no se recomiendan en las etapas iniciales.
Papillas de frutas
Las papillas de frutas son de los alimentos preferidos por el bebé, aportan vitaminas y fibras y como son dulces le resultan agradables al paladar. Las mejores frutas para elaborar las papillas iniciales son las peras, los plátanos de frutas o bananas, las ciruelas, manzanas, guayabas y mangos.
No es recomendable adicionarle azúcar y tampoco es conveniente emplear frutas procesadas. Las meriendas con papillas de frutas son una alternativa muy conveniente para el menú de tu bebé. Le puedes adicionar algunos vegetales como la zanahoria y la hará aún más nutritiva.
Papillas con carnes y otros complementos
La carne es un complemento muy importante para el desarrollo de tu hijo porque aporta proteínas, vitaminas, hierro y zinc. A las papillas de verduras inicialmente se le adiciona carne de pollo, de pavo o de conejo. También es el momento para introducir la carne de res y la de cordero. Siempre de una en una y esperando 2 a 3 días entre una y otra. Se comienza con un pedacito pequeño de 20 o 30 gramos y después se va aumentando la cantidad.
El pescado blanco bien limpio sin ninguna espina se puede emplear en las papillas entre los 10 y 11 meses. Al igual que la carne se comienza con pequeñas porciones que se van aumentando.
Formas de preparación de las papillas
La preparación de las papillas es muy simple. Lo primero a tener en cuenta es la higiene de tus manos. Diferentes estudios demuestran que el lavado de manos es una de las medidas higiénicas fundamentales y más aun antes y durante la preparación y procesamiento de las papillas para los bebés. Se considera que esta sola recomendación puede reducir la incidencia de infecciones.
Mientras que prepararas las papillas si abres la puerta, si revisas tu cartera, si manipulas dinero, si atiendes el teléfono, si accedes al teclado de tu computadora, debes de lavarte las manos. Todos estos objetos son grandes reservorios de gérmenes que le puedes transmitir a tu hijo cuando lo alimentas.
Papillas de frutas
Cuando las papillas se preparan a partir de frutas, lo primero es seleccionar frutas frescas maduras. Se lavan bien con abundante agua y posteriormente se les retira la cáscara y se toma una porción de la misma. Si son frutas blandas como el plátano fruta, el mango o la pera no es necesario hervirlas previamente. Solamente se pasan por la trituradora o la licuadora y son ofrecidas en esa forma.
Hay frutas que requieren de darle una cocción ligera para mejorar su consistencia, siempre empleando un mínimo de agua y el menor tiempo de cocción posible. Después de licuados o batidos los componentes se puede pasar por un colador.
En relación con esto hay dos posturas. Una defiende colar las papillas hasta los 9 meses de edad del bebé y otra que propone darle grumos o trocitos muy pequeños lo más pronto posible. La selección de una alternativa o la otra dependerán del comportamiento de tu pequeño ante la ingestión y deglución de los alimentos.
Si utiliza solo una porción de la fruta puede dejarla cortada en trozos y congelarla hasta que vuelva a preparar la papilla de esa fruta.
Papillas de verduras y otros componentes
Para preparar las papillas de verduras y hortalizas lo primero es seleccionar los productos y lavarlos bien con agua fría para que arrastre los posibles contaminantes.
Se pone el agua a hervir en cantidad suficiente para cubrir los ingredientes deseados y cuando ya está hirviendo se añaden los alimentos. El tiempo de cocción debe ser el mínimo para que se ablanden los productos incorporados. Este tiempo puede variar en relación con los ingredientes empleados. Por ejemplo la papa requiere 10 minutos como mínimo y la calabaza solo necesitará cinco minutos.
Cuando se comienzan a introducir las carnes algunos recomiendan hervirlas independientes. Si se cocina por poco tiempo y con el mínimo de agua ello no es estrictamente necesario. Siempre comienza a triturar por los ingredientes sólidos y le vas incorporando el agua en correspondencia con la textura deseada.
La textura recomendada en la etapa inicial es más fina y posteriormente va haciéndose más grumosa. La Asociación Española de Pediatría sugiere añadir una vez triturada la papilla, una cucharada de aceite de oliva crudo para mejorar su textura.
¿Cómo servir las papillas?
Antes de ofrecer la papilla al bebé es conveniente que se enfríe hasta alcanzar la temperatura del cuerpo o sea alrededor de 37 grados centígrados. Por lo general las papillas de cereales o de vegetales son bien aceptadas a temperatura ambiente o tibia.
Si le vas a servir a tu pequeño una papilla que no fue preparada en el momento y vas a emplear una que tenías en el refrigerador debes de calentarla a baño maría hasta que pierda el frio. Siempre recuerda destapar el frasco antes de calentarla y solo tomar la cantidad que tu bebé consumirá, si te sobra después de introducir la cucharita usada mejor la eliminas.
Las papillas de frutas pueden servirse a temperatura ambiente o temperatura del refrigerador.
¿Cómo conservar las papillas?
Si tus obligaciones no te permiten preparar papillas diariamente y lo haces para varios días debes tener en cuenta algunos detalles, como:
- Separa la papilla que vas a emplear solamente y refrigera el resto de inmediato para que conserve sus propiedades nutricionales y su sabor.
- Nunca conserves papillas que han estado en contacto con la boca del bebé. Esas las puedes eliminar.
- Lo puedes conservar en pomos cerrados herméticamente en refrigeración por 48 horas.
- Lo que no vayas a emplear en ese periodo de tiempo lo puedes congelar en pequeños potes con los detalles de fecha y contenido. Eso te facilitará su uso posterior.
- Dependiendo de sus ingredientes las puedes emplear por un tiempo prolongado, algunas hasta por tres meses.
Alimentación infantil con potitos, selecciona el adecuado
Las ofertas de papillas elaboradas industrialmente inundan el mercado. Existen alternativas para todos los requerimientos de una alimentación normal y para cada una de las etapas del bebé. Entre sus ingredientes están todos los imaginables: frutas, cereales, verduras, hortalizas y carnes.
Estas preparaciones industriales son extraordinariamente útiles en determinadas situaciones. Diferentes estudios desarrollados en España demuestran que los potitos o tarritos están bien elaborados y cumplen con su función nutricional.
Siempre es mejor si tienes la posibilidad de tiempo preparar las papillas en la casa, pero si necesitas emplear las papillas comerciales ten en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Revisa detenidamente la etiqueta de los mismos, precisando edades y componentes en correspondencia con la edad de tu hijo.
- Generalmente las etiquetas especifican si están indicados para bebés entre los 4 y 6 meses, para seis, ocho, y doce meses. La textura y composición varía en relación con la edad.
- Para evaluar los ingredientes debes tener presente lo que le has ido introduciendo en cada etapa y no ofrecerle alimentos que no le hayas ofertado de forma individual primero.
- Se recomienda que las papillas industriales que contengan productos que pueden desencadenar reacciones alérgicas como el pescado y el melocotón no se introduzcan hasta los diez meses. La clara de huevo, los aditivos, las fresas, frambuesas y moras también se debe esperar hasta esa edad.
- Se debe revisar que no contengan sal, ni azúcar, ni leche entera de vaca hasta después de los 12 meses.
- Ningún producto industrial que contenga gluten es conveniente ofertárselo al bebé antes de los 4 meses y nunca después de los 7 meses comenzar su introducción.
Potitos de frutas y contenido de azúcar
La cantidad de frutas que contienen los potitos de frutas comercializados por lo general varían entre un 66 y un 91%. Eroski Consumer efectuó un análisis comparativo entre diferentes marcas y comprobó este resultado. Debido a los conocidos efectos perjudiciales del alto contenido de azúcar en esta etapa de la vida y su relación con trastornos posteriores. En la actualidad la gran mayoría de los productos no tienen azúcar adicional incorporada, se limita al contenido específico de cada fruta.
No desconfíes de los potitos
No te confíes en los nombres de los tarritos, siempre revisa la composición y busca lo que realmente está indicado por el pediatra de tu hijo en cada etapa. Si revisas adecuadamente su etiqueta, ellos te pueden facilitar la alimentación de tu bebé, son una forma rápida, nutritiva y segura de alimentarlo en forma ocasional.
Hay normas muy estrictas para la composición, etiquetado y elaboración de los productos infantiles por lo que no debes de preocuparte porque su calidad sanitaria y nutricional es controlada muy rigurosamente. Los límites máximos de su contenido de azúcar están también regulados.
La primera cucharita de tu bebé
Si importante es la preparación de las papillas y sus ingredientes también muy importante es la selección de la primera cucharita para tu bebé. La cucharita ideal será aquella que cumpla algunos requisitos como son:
- El manguito de la cucharita debe facilitar que sea fácil y cómoda de sujetar en una primera etapa por su cuidador y en otra por el mismo bebé.
- La punta debe ser blanda lo mejor sería de silicona para que no dañe sus encías.
- Su tamaño debe ser proporcional a la boca del pequeño y su forma cóncava.
- Lo ideal es que sea termo sensible y sin BPA y que sea resistente a la esterilización.
Recomendaciones generales para la preparación e introducciónde las papillas
Haciendo un resumen de los aspectos fundamentales a tener en cuenta, se podrían destacar como más relevantes, los siguientes:
- Lávate bien las manos e higieniza todos los instrumentos que vayas a emplear en la preparación de las papillas.
- Limpia adecuadamente la superficie sobre la que se manipularán los alimentos de las papillas.
- Lo ideal es preparar papillas frescas cada día, pero si eso no es posible lo puedes conservar por 48 horas en refrigeración o congelado en pequeñas porciones para usar una a una.
- Cuando comiences el empleo de las papillas en la alimentación, ofértala solo una vez al día con un solo componente y preferiblemente en horas de la mañana.
- Espera dos a tres días y una vez que acepte ese alimento puedes introducir otro combinado con el anterior.
- Desde los 6 a los 8 meses puedes ofrecerle papillas dos veces al día y a partir de los 9 meses tres veces al día.
- Siempre que los ingredientes lo permitan prepara las papillas sin cocinar, o con muy poca cocción con el mínimo de agua.
- A partir de que comiences la introducción de los alimentos ofrécele
- Observa si desarrolla algún síntoma de reacción alérgica con la introducción de cada alimento.
Otros consejos sobre las papillas
- Para triturar los componentes de las papillas emplea la misma agua en la que cocinaste los ingredientes.
- No le adiciones a las papillas ni azúcar, ni sal, ni condimentos.
- Nunca enfríes las papillas soplando sobre las mismas, puedes contaminarlas de forma accidental.
- Revisa la temperatura de la papilla antes de comenzar a dársela al bebé, para evitar posibles quemaduras.
- La cucharita del bebé solo debe ser empleada por él, las personas mayores no deben introducirlas en su boca y después en los alimentos.
- Los alimentos y utensilios que se emplean para elaborar o dar la comida a los bebés deben estar protegidos de los animales domésticos, de las moscas, del polvo y la suciedad.
Algunas recetas de papillas de gran popularidad
Las alternativas de las que dispones para la preparación de papillas son numerosas, pero aquí tienes algunas de las recetas más populares y de gran aceptación por los bebés. ! Ensayalas no te arrepentirás! Siempre ten en cuenta las recomendaciones generales previamente expuestas.
Papilla de frutas y zanahorias
Una vez que le hayas ofertado a tu hijo zanahoria y las frutas individuales y no haya mostrado signos de reacción alérgica puedes prepararle estas deliciosas papillas. Toma media zanahoria grande o entre 4 y 6 zanahorias tipo baby. Pela una manzana, una pera, un mango o una banana y toma la ¼ parte de la fruta. Cortas ambos ingredientes en pequeños trozos y los colocas en una cacerola con agua suficiente para que se ablanden.
Cuando la fruta está blanda como es el caso del mango, de la fruta bomba o el plátano puede no ser necesaria la cocción de ellas y solo lo haces con la zanahoria. Tritúralo todo hasta que esté bien homogénea la mezcla y sin grumos. Este alimento se lo puedes ofertar una vez al inicio, o emplearlo de postre o para las meriendas.
Papilla de pollo, calabacín y boniato
Puedes emplear la cuarta parte de una pechuga o un muslo de pollo. Es preferible deshuesarlo, quitarle la piel y la grasa y cortarlo en pequeños trozos. Lo pones a hervir con la menor cantidad de agua posible y después de unos 5 a 10 minutos, le adicionas la mitad de un calabacín y de un boniato previamente lavados y pelados.
Se dejan hervir todos los ingredientes por 5 minutos más y ya estará listo para su trituración.
Guacamole para bebé
El aguacate está incluido dentro de las 10 mejores frutas para bebé. Contiene gran cantidad de vitaminas y minerales. Después de los 8 meses de edad de tu pequeño puedes tomar medio aguacate y aplastarlo con el tenedor o molerlo eso dependerá de cuanto hayan progresado los hábitos alimentarios de tu pequeño.
Le adicionas una cucharadita de té de cilantro muy picadito o lo mueles junto con el aguacate. Le puedes adicionar una cucharada de yogurt y unas gotas de jugo de limón. Si lo vas a consumir al día siguiente le debes colocar limón encima para que no se ponga oscuro. Le puedes añadir tomates muy cortaditos cuando va creciendo.
Papilla de arvejas o de lentejas
Las papillas preparadas con chicharos o arvejas o de lentejas son ideales para la alimentación de tu pequeño, porque tienen un alto contenido de hierro y proteínas vegetales. Las puedes preparar para varios días y congelarlas e irlas descongelando en la medida que las necesites. Siempre y cuando las conserves de forma individual.
Puedes tomar una taza de arvejas o de lentejas, lavarlas varias veces y ponerlas a hervir. El agua debe estar uno o dos dedos por encima del borde de los granos. Le puedes adicionar carne de pollo, o de res si así lo deseas. Lo dejas en cocción hasta que se ablanden, el tiempo dependerá del modo de cocción pero nunca será superior a los 20 minutos.
Lo pasas por la licuadora y los distribuyes de acuerdo a lo que desees, puedes emplearlo por tres días consecutivos si lo mantienes a temperatura de refrigeración y hasta tres meses congelados.
Una alimentación adecuada de tu bebé será una garantía de una buena salud y un buen futuro. Los hábitos alimentarios se crean desde temprana edad y de ti depende cuidar por su futuro.