¿Cómo puedo saber si mi hijo tiene bronquiolitis? Descúbrelo aquí

Durante los meses más fríos, durante los días de otoño e invierno,  la bronquiolitis se presenta frecuentemente. Es una enfermedad infecciosa de las vías respiratorias que afecta a niños. De origen viral, se caracteriza por provocar una inflamación de los bronquios y bronquiolos, que son estructuras involucradas en el la fisiología normal de las respiración que lleva los gases al pulmón.

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Aunque cualquier persona puede ser afectada, la bronquiolitis es más peligrosa para los niños menores de 2 años, y debe prestarse especial cuidado si se desarrolla en bebés menores de los 6 meses de edad. Aunque frecuente, la mayoría de los infantes presenta cuadros leves de bronquiolitis, aunque en ocasiones es necesaria la hospitalización para atender los casos más graves.

Los bronquiolos
En la exploración física se aprecian los signos de aumento del trabajo respiratorio, aumento de la frecuencia respiratoria y retracciones de los músculos respiratorios

¿Qué es y que causa la bronquiolitis?

Se le denomina bronquiolitis a la inflamación de las vías aéreas pequeñas por el efecto de una infección por el virus sincitial respiratorio, los coronavirus, los virus de la familia Paramyxoviridae y otros.

Virus respiratorios
El virus sincitial respiratorio es el agente causal de casi el 70% de las bronquiolitis, aunque también hay otros virus que la pueden causar

Esta enfermedad es la causa más frecuente de visita a la consulta de pediatría durante los meses de invierno en menores de 2 años. Es muy frecuente en los lactantes, contabilizando del 11 – 12% de los casos de enfermedades respiratorias, de los que el 2% llaga a necesitar hospitalización.

El contagio ocurre a través de objetos que contienen el virus (fómites), luego de estar en contacto con la saliva o mucosidades de un paciente infestado. Si después de ello el niño se toca los ojos, la nariz o la boca se contagia, luego de un período de incubación de aproximadamente 7 días.

También se transmite por inhalación de partículas provenientes de la persona infestada, cuando tose, estornuda o habla muy cerca del bebé y proyecta gotas de saliva a la atmósfera.

Síntomas de la bronquiolitis

En un comienzo, la bronquiolitis se asemeja a un cuadro de catarro, con tos e incremento de la mucosidad. Más tarde los bronquiolos se inflaman, lo cual obstruye las vías respiratorias de forma parcial.

Esta inflamación se manifiesta en dificultad para respirar. El niño entonces presenta falta de aire, respiración rápida y con movimientos exagerados de costillas y abdomen y sonidos sibilantes a la auscultación.

No es raro que esta inflamación provoque también dificultad para tragar, llegando al vómito y a atragantarse con los alimentos. Aunque no es de origen bacteriano, la bronquiolitis puede provocar fiebre en el paciente.

Bronquiolitis
La bronquiolitis es una enfermedad infecciosa de origen viral, la mayoría de las veces es leve, pero en dependencia de la edad y condición médica del niño, puede requerir hasta hospitalización

Si su hijo es menor de dos años y presenta alguno de los siguientes síntomas, debe llevarlo al pediatra para que este lo valore:

• Tiene su respiración es muy agitada.

• Si se le hunde la piel entre las costillas.

• Tiene dificultad para ingerir alimentos.

• Se muestra muy agitado o demasiado somnoliento.

• Tiene fiebre muy alta.

• Se queja al respirar.

• Los labios o las uñas tienen coloración azulada (cianosis).

Respira con pausas.

Factores de riesgo en la bronquiolitis

Algunos menores son más susceptibles a presentar bronquiolitis que otros.Entre los más afectados por esta enfermedad se encuentran los bebés nacidos prematuros, pues su sistema respiratorio no llegó a madurar por completo durante el período de gestación. En los niños con enfermedades cardiacas, pulmonares y deficiencias inmunológicas también deben extremar las medidas de prevención y manejo de esta enfermedad.

En los casos de los niños más sensibles a enfermedades respiratorias durante los meses de invierno, su pediatra puede recomendar la administración mensual en el hospital de una dosis de anticuerpos contra el virus sincitial respiratorio, llamado Palivizumab.

Tratamiento y evolución de la bronquiolitis

Luego de un reconocimiento clínico y auscultación, no se necesitan estudios posteriores para confirmar un diagnóstico de bronquiolitis.

Evidencias de bronquiolitis
Si su hijo es menor de dos años y tiene una respiración muy agitada, se le hunde la piel entre las costillas y dificultad para ingerir alimentos

Solo en el caso en que el menor requiera hospitalización se recogerá una muestra de mucosidad nasal, con el objetivo de determinar con exactitud el virus causante de la infección.

Se toma como criterio de hospitalización si el niño:

  • Es menor de 3 meses
  • Su edad gestacional es inferior a las 34 semanas
  • Tiene algún tipo de inmunodeficiencia o patología cardiopulmonar
  • Su frecuencia respiratoria es mayor que 70 respiraciones por minuto
  • Existe atelectasia

Durante el ingreso se monitorea la oxigenación en sangre, y en dependencia de la evolución puede ser necesarios radiografías de tórax y estudios de orina o de sangre. En estos casos, la oxigenación e hidratación son los tratamientos de apoyo recomendados.

Si se trata en el hogar, debe tenerse en cuenta que los bebés respiran por la nariz, y si esta está obstruida tendrán más dificultad para respirar. Antes de comer y dormir, realice un lavado nasal con suero fisiológico y aspire la mucosidad excedente. También elevar la cabecera de la cuna ayuda a que el pequeño paciente respire mejor.

Si el niño tiene fiebre, puede administrarle antipiréticos como el paracetamol y, si tiene más de 6 meses de edad, ibuprofeno. Si su bebé tiene poco apetito o presenta vómitos y atragantamiento, es mejor fraccionar la toma en menores cantidades más frecuentes.

Si su hijo ha sido diagnosticado por el pediatra con bronquiolitis, siga sus indicaciones al pie de la letra y no le administre ningún medicamento que no le recete su médico. No utilice jarabes para la tos, mucolíticos o descongestionantes nasales: sus componentes puede no resultar adecuados para niños pequeños. Asimismo, debido a la procedencia viral de la bronquiolitis, los antibióticos no surten ningún efecto en el desarrollo de la enfermedad.

Si su hijo es sano, un episodio de bronquiolitis termina entre 7 a 12 días, aunque la tos persiste un poco más. Tenga en cuenta que un niño que haya padecido esta inflamación puede volver a tener dificultades respiratorias si se resfría en el plazo de un año.

Bronquiolos
La bronquiolitis es una inflamación de los bronquiolos, usualmente como resultado de una infección viral

Previniendo la bronquiolitis

Siendo una enfermedad que se transmite a través de las secreciones de una persona afectada a otra, debe evitarse que el niño tenga contacto con quienes presenten infecciones respiratorias de cualquier naturaleza.

El lavado frecuente de las manos, en especial antes y después de manipular al niño o los objetos que este utiliza es también una medida efectiva para minimizar el riesgo de contagio.

Evita además durante los meses de riesgo los lugares concurridos, en particular aquellos donde hay muchos niños como como guarderías y parques infantiles. Otra medida recomendable es evitar exponer al menor al humo del tabaco y otros efluvios que afecten su capacidad respiratoria, como aromatizantes de olores fuerte.

La lactancia materna es otra medida que refuerza el sistema inmunitario del menor, y evita el contagio de esta enfermedad, que por desgracia no tiene aún una vacuna efectiva para prevenirla.

Cuando comienzan a bajar las temperaturas mantente alerta la bronquiolitis puede afectar a tu pequeño.