La mayoría de los embarazos transcurren sin ninguna dificultad y llegan a un feliz término, proporcionándoles a los padres la gran satisfacción de tener en sus brazos al fruto de su amor. Lamentablemente en ocasiones esto no sucede así. Para que estés siempre alerta y preparada para detectar a tiempo los síntomas de que algo no anda bien, en esta página abordaremos las complicaciones del embarazo.
En la página de embarazo de alto riesgo puedes encontrar una información muy detallada de todos los factores de riesgo que predisponen a este tipo de embarazo. Por su parte en la de Seguimiento del embarazo conocerás los exámenes clínicos, de laboratorio, y de imágenes que te indicara tu médico para conocer si todo en tu embarazo marcha satisfactoriamente.
En esta página vamos a abordar fundamentalmente cuales podrían ser las complicaciones del embarazo más frecuentes, como sospechar la presencia de alguna de ellas y cuándo debes de acudir de inmediato a un servicio de urgencias o a tu médico.
Contenido
¿Cuáles son las complicaciones del embarazo, más frecuentes en el primer Trimestre?
El primer trimestre se corresponde con las semanas comprendidas entre la 1 y la 12 ava. Realmente cuando te falta la menstruación ya llevas casi dos semanas de embarazo. Es por eso tan importante la planificación del embarazo porque un estilo de vida saludable ayudará a evitar las complicaciones del embarazo.
Pero si este no fue tu caso, en cuanto sospeches el embarazo debes de abandonar algunos hábitos muy dañinos para el feto. Entre estos se encuentra el hábito de fumar, el consumo de bebidas alcohólicas ya que como el bebé está comenzando su desarrollo no es capaz de metabolizar estas sustancias. También evitar la exposición a sustancias y productos químicos y la contaminación ambiental.
Es muy importante destacar que en el embarazo no se deben seguir dietas de adelgazamiento las que afectarían directamente el desarrollo del feto. Entre las complicaciones del embarazo más frecuentes se encuentran:
Vómitos frecuentes o hiperémesis gravídica
En ocasiones las comunes náuseas matutinas en las embarazadas se pueden convertir en cuadros muy severos de vómitos que no se controlan fácilmente y que pueden causar deshidratación e inanición y son llamados hiperémesis gravídica. Se estima que 1/1000 embarazadas presentan esta complicación.
No se conoce el por qué se presentan estos vómitos, pero se habla de que los factores psicológicos tienen gran influencia. Es por eso que se aconseja que estos casos sean consultados por un psiquiatra. Cuando se presentan este tipo de vómitos pueden ocaionar otras lesiones como hemorragia de la retina, alteraciones en sangre por pérdida de electrolitos o lesiones hepáticas.
Si tienes vómitos exagerados debes ir a un servicio de urgencia o a la institución hospitalaria donde te atienden y allí determinarán si es necesario tu ingreso para administrarte los líquidos que has perdido mediante la vía intravenosa y medicarte para evitar que el cuadro se agrave.
Por lo general se administran sustancias como glucosa y vitaminas, no permitiendo la ingestión de líquidos ni comidas por la vía oral durante al menos 24 horas. Una vez que la deshidratación está resuelta se recomienza la administración de alimentos por vía oral.
Embarazos múltiples
Una de las complicaciones del embarazo que ha ido en aumento son los embarazos múltiples. Se considera que la posposición de la edad del embarazo, unido al uso de las técnicas de la Reproducción Asistida ha contribuido a ese incremento.
En el año 2014 en España se registraron 9 612 partos múltiples, lo que representa un 2,2% del total, lo que es elevado comparado con la media de otros países que esta entre el 1 y el 1,5%. Un crecimiento de 110% comparado con los datos de 1996.
A partir de las ocho semanas de embarazo, se puede hacer el diagnóstico de embarazo múltiple, el cual es de mayor riesgo porque generalmente se asocia a mayor riesgo en el desarrollo del embarazo y parto prematuro. Estos casos exigen una nutrición más cuidadosa y un seguimiento esmerado.
Embarazo ectópico
Cuando un óvulo fecundado se implanta fuera del útero se le llama embarazo ectópico, y la mayoría de estos ocurren en las trompas de Falopio son llamados embarazos tubáricos. La tasa de embarazos ectópicos es de 11 por 1 000 embarazos con una mortalidad maternal de 0.2/1 000.
Es necesario que en cuanto sospeches que estas embarazada acudas al médico y que hago el diagnóstico del embarazo por ultrasonido, que pueda ver el saco embrionario dentro del útero. Si no logra visualizarlo hay que descartar un embarazo ectópico para poder interrumpirlo a la mayor brevedad ya que si se encuentra en la trompa con su crecimiento puede romperla y provocar una hemorragia.
Generalmente se presenta en la 6 ta semana de gestación y se manifiesta por un dolor abdominal moderado a severo en un lado del abdomen. Puede presentarse rigidez en los músculos abdominales, calambres abdominales, sangrado vaginal, dolor al defecar, náuseas y vómitos. Puede palparse una masa en la ingle. Mediante el ultrasonido se detecta que el embrión no se encuentra dentro del útero.
Aborto espontáneo
Una de las complicaciones del embarazo más frecuentes es el aborto espontáneo. Cuando se produce un sangramiento que lleva a la pérdida del embarazo en las primeras 20 semanas se produce un aborto espontáneo. Entre el 10 y el 20% de los embarazos terminan de esta forma y la mayoría de estas pérdidas ocurren antes de las 12-13 semanas de gestación.
Cuando se expulsa sólo una parte se le denomina aborto incompleto, y es necesario entonces debe realizarse una dilatación y succionar para limpiar el útero. Se cree que la mayoría de estos abortos del primer trimestre son causados por anomalías en el óvulo fertilizado que impiden el desarrollo embrionario.
La primera señal de que algo no está bien es la presencia de manchas de sangre o sangrado vaginal, por eso acude inmediatamente a tu médico y el diagnosticará si es una amenaza de aborto o el sangrado normal que se produce al inicio del embarazo. Este diagnóstico puede hacerse con un ultrasonido y en este el médico podrá comprobar el estado del embrión y tomar las medidas necesarias.
En el segundo trimestre, las complicaciones más frecuentes son…
Durante el segundo trimestre (13 a la 28 semanas), pueden ocurrir otras complicaciones que pueden ser de gravedad o no. Entre ellas se encuentran:
Toxemias
Las toxemias que suelen presentarse después de la semana 20 de la gestación, sobre todo en aquellas pacientes que tienen su primer embarazo y se caracteriza por presentar hipertensión arterial, edemas o sea inflamación y aparición de proteínas en la orina. Es necesario visitar al médico en cuanto aparezca una inflamación, sobre todo en las piernas que no tenga explicación; el médico deberá estudiar a la pacientes para hacer el diagnóstico de toxemia. Si no se acude al médico y se deja esta enfermedad sin tratamiento puede progresar y convertirse en una pre-eclampsia o eclampsia que es una situación grave tanto para la madre como para el feto.
Por suerte, en la actualidad se hacen los controles pre-natales que impiden que esta situación llegue hasta estos extremos.
Un parto inmaduro
El parto prematuro se considera cuando se produce antes de semana 37 del embarazo. En la medida que el parto se produce a un tiempo menor son mayores las posibles complicaciones del recién nacido porque se desarrolla menos dentro del útero.
En este trimestre puede observarse en ocasiones un sangrado vaginal que obliga a la paciente a guardar reposo absoluto y debe ser vista rápidamente por el médico. Si se presentan contracciones, además del reposo absoluto es necesario medicarla para evitar que se produzca un parto inmaduro.
Estos sangrados del segundo trimestre se ven más frecuentemente en mujeres que han tenido hijos anteriormente a diferencia de los abortos del primer trimestre. La incapacidad del cuello uterino para mantenerse cerrado a medida que crece el mismo es en muchos casos la causa de esto. Esto puede remediarse si se diagnóstica a tiempo haciendo un cerclaje, que es una operación que cierra el cuello del útero mediante puntos y que debe retirarse antes del parto.
Placenta previa
Esta es una de las complicaciones del embarazo que se puede presentar antes de las 20 semanas de embarazo. Cuando ocurre la placenta previa, es cuando la placenta cubre el orificio cervical interno, esto quiere decir que de ocurrir un aborto, se presentará un sangrado masivo. La placenta se localiza delante de la cabeza del feto, o muy cerca del cuello uterino, impidiendo la salida del feto por esta vía.
En la placenta previa pueden observarse sangrados en el segundo trimestre, ya que esta se encuentra cerca del orificio interno del cuello uterino y este al sufrir alguna pequeña dilatación puede sangrar, pero este sangrado debe vigilarse y evitar estas situaciones, pero cuando está controlado no es peligroso.
Puede aparecer sangrado, que a veces es normal. Pero si la hemorragia es abundante, debe tratarse de forma inmediata. Cuando se presenta el parto si la placenta continua localizada en el cuello uterino el parto por la vía vaginal no se puede producir y es necesario hacer una cesárea.
Anemia
Otro problema que podemos ver en este trimestre es la aparición de anemia. La anemia se caracteriza por una disminución de la concentración de hemoglobina en la sangre. Puede la madre manifestar cansancio, debilidad y falta de aire.
La anemia se produce por una mala absorción del hierro en el intestino y que también es provocada por el aumento del volumen plasmático que se presenta en el embarazo. El déficit alimentario materno que puede comenzar desde el primer trimestre y hacerse más grave a medida que avanza la gestación.
Ante la mala alimentación, hay que revisar la alimentación saludable, reforzar el consumo de alimentos ricos en hierro y zumo de cítricos. En ocasiones es necesaria la suplementación con hierro y ácido fólico. Si la hemoglobina baja en exceso es necesario el uso de transfusiones de sangre.
Varices y hemorroides
En esta etapa aparece un estreñimiento que obliga a las pacientes a hacer grandes esfuerzos para defecar provocando a la larga varices hemorroidales que de no tomar las medidas adecuadas pueden sangrar por el esfuerzo. También pueden aparecer varices, sobre todo en los miembros inferiores por lo que si notamos la aparición de estas se debe consultar con el obstetra para que indique que se debe hacer.
Obesidad
Pasadas las primeras 20 semanas, cuando han desaparecido ya las náuseas y vómitos, algunas pacientes comienzan a tener un apetito incontrolado y protegidas por la pareja y otros familiares ingieren gran cantidad de alimentos que en muchos casos son golosinas que no aportan nutrientes necesarios en el embarazo y terminan presentando una obesidad.
Es importante señalar que no es posible someter a las pacientes a una dieta reductora en el curso de la gestación, por lo que hay que advertir de esta situación a los familiares y tratar de evitar que se presente esta complicación. En otras ocasiones, al comenzar el embarazo la paciente ya es obesa y esto hace que se quiera controlar la ganancia de peso, hay que tener mucho cuidado porque esto no debe hacerse, se debe indicar una dieta sana con muchos vegetales, que produce sensación de saciedad en las pacientes y evita que consuman alimentos que puedan hacer que su ganancia de peso sea excesiva.
Rotura de membranas
La rotura de membranas es cuando la bolsa que contiene al feto, placenta y líquido amniótico se fisura dejando escapar líquido en pequeñas cantidades o se rompe dejando escapar gran cantidad de líquido. Sólo ocurre en un 2% de embarazos.
Si la rotura de membranas se produce antes de la semana 32, se intentará prolongar el embarazo. Es muy probable que te indiquen reposo, antibióticos y fármacos para acelerar la maduración de los pulmones del bebé.
Cuando existen infecciones o aparecen contracciones uterinas precoces esta bolsa se fisura o se rompe de forma temprana, en ocasiones no hay ningún factor que provoque este hecho. Es muy preocupante para la madre porque indica la presencia de una complicación y un posible parto prematuro.
Cuando esto sucede es importante acudir rápidamente al hospital donde el médico realizará varias pruebas para tener la certeza que es una rotura prematura de membranas, examinando a la paciente con el espéculo para ver si efectivamente hay una pérdida de líquido y se hará un cultivo del líquido que llega a la vagina para descartar una infección.
En caso de ser verdaderamente una rotura prematura de membranas se hospitalizará a la paciente, se indicarán antibióticos si existe una infección y lo más probable es que se provoque el parto con el fin de evitar mayores riesgos para el bebé.
Crecimiento uterino retardado
Cuando hablamos de crecimiento uterino retardado (CIUR) estamos hablamos de esta afección cuando el bebé no está creciendo dentro del útero a la velocidad normal. En el curso del embarazo se controla el crecimiento fetal por medio de ultrasonidos desde el momento de su diagnóstico y esto se acompaña del examen clínico durante las consultas de seguimiento del embarazo.
El ultrasonido de las 24 semanas alerta sobre un posible retraso en el crecimiento fetal, pero es el tercer trimestre donde estos pueden ser diagnosticados con certeza. Cuando el retraso del crecimiento es moderado se recomienda reposo, alimentación adecuada a la embarazada y se le hace un seguimiento ultrasonográfico cada 15 días.
Si el retraso del crecimiento es severo se indica reposo y el uso de corticoides para la maduración pulmonar antes de la semana 34 de embarazo, pues la paciente puede tener un parto prematuro. Los bebés por lo general tienen bajo peso y alcanzan un tamaño normal alrededor de los 2 años de edad.
Infecciones urinarias
En esta etapa también aparecen las infecciones urinarias, por eso cuando una paciente presenta síntomas de cistitis debe consultar al médico para descartar esta posibilidad ya que de ascender la infección hasta el riñón puede presentarse un parto prematuro.
La cistitis es una de las infecciones más comunes durante el embarazo y se caracteriza por la molestia o el ardor al orinar, necesidad de orinar con frecuencia, dolor o sensación de peso en la vejiga y puede tener sangre en la orina.
Infecciones vaginales
Las infecciones vaginales en esta época son habituales, siendo la Candida albicans el germen que se encuentra con mayor frecuencia. Si aparece flujo, picazón o ardor vaginal la paciente debe consultar al médico para que le imponga tratamiento. No se debe automedicar ya que su obstetra sabe que medicamentos pueden ser utilizados en el curso de la gestación.
¿Cuáles podrían ser las complicaciones del embarazo en el tercer trimestre?
Durante el tercer trimestre del embarazo o sea desde la semana 29 a la 40. Las complicaciones del embarazo más frecuentes en este periodo son las siguientes:
Diabetes gestacional
Entre las complicaciones del embarazo del tercer trimestre suele aparecer en pacientes que nunca han tenido problemas metabólicos la diabetes gestacional que es la aparición de cifras elevadas de glucemia en esta etapa y que suele normalizarse después del parto.
Esta diabetes gestacional aparece debido a los cambios hormonales del embarazo que le impiden al organismo utilizar la insulina de forma eficiente. Al no poder hacer esta hormona su trabajo de reducción de los azúcares en sangre a niveles normales, los niveles de glucosa en sangre están muy elevados.
Numerosas pacientes están asintomáticas, pero plantea varios problemas para el feto. Entre estos problemas podemos observar la macrosomía o crecimiento excesivo del feto que a la larga provoca que la paciente necesite una cesárea.
Generalmente la diabetes gestacional desaparece después del parto, permaneciendo elevados los niveles de glucemia alrededor de seis semanas después de este. Si los niveles de glucemia se mantuvieran altos un tiempo mayor lo que ha sucedido es que la paciente ha debutado con una diabetes en el curso de la gestación. Aproximadamente un 50% de las pacientes que la padecieron en el embarazo tienen la posibilidad de desarrollar una diabetes no Insulino-Dependiente en años posteriores.
Es importante mantener el seguimiento de la paciente, primero a los seis meses y después una vez al año, se impondrá una dieta que cubra sus necesidades, se aconsejará cambiar el estilo de vida, hacer ejercicios y mantener el control del peso materno.
Pre-eclampsia
Otra de las complicaciones del embarazo, que aparece en el último trimestre de la gestación es la pre-eclampsia, que se caracteriza por una presión arterial elevada, edemas de las manos, cara y miembros inferiores y expulsión de proteínas por la orina. Esta complicación aparece entre 10 al 15% de las embarazadas, aunque no sean hipertensas antes de su gestación y se observa más frecuentemente en el primer embarazo, las adolescentes y las pacientes mayores de 35 años.
Son signos de alarma la aparición de inflamación o edemas en pies y piernas, las manos, la cara y además:
- Dolor de cabeza que no se alivia con los calmantes
- Pérdida de la visión o visión borrosa
- Dolor en el lado derecho
- Moretones de fácil aparición
Muchas pacientes no presentan síntomas al inicio, otras presentan cefaleas, cambios visuales y dolor abdominal superior, signos que pueden sugerirnos la presencia de una pre-eclampsia. En muchas ocasiones llama la atención una cifra tensional alta en una paciente que hasta ese momento tuvo la presión baja o normal (hipotensa o normotensa respectivamente). También se debe controlar la ganancia de peso que si ha sido excesiva debe poner al médico sobre aviso. En ocasiones se observa edemas de las manos y la cara y esto nos hace sospechar la presencia de una pre-eclampsia.
Es necesario estudiar a las pacientes cuando aparecen estos signos, hacerle las pruebas de laboratorio necesario para poder confirmar o descartar el diagnóstico y comenzar el tratamiento a la mayor brevedad.
Parto prematuro
La rotura de membranas, Normalmente, esto suele suceder entre las semanas 37 a 40 que es el momento del nacimiento y es antes de comenzar el trabajo de parto cuando ocurre.
Puede presentarse el parto antes de la semana 37 de embarazo lo que se considera un parto prematuro. Esto es más común en las mujeres que ya han tenido un parto prematuro anterior, las que tienen embarazos múltiples, las que tienen un líquido amniótico excesivo o con una infección de saco amniótico.
Los signos y síntomas de esta complicación pueden ser sutiles y ser ignorados por las pacientes, entre ellos están: presión vaginal, dolor de espalda, micciones frecuentes, aumento de las secreciones vaginales u opresión en el bajo vientre. En casos más llamativos pueden aparecer contracciones dolorosas regulares, fugas de líquido vaginal o sangrado vaginal.
Según la semana en que se presente el parto serán los riesgos que corra el recién nacido, si nace entre las semanas 24 a 28 son muy frágiles, por eso es necesario tratar de demorar ese momento. Cada día que se logre demorar el parto va a tener más posibilidades de tener un bebé sano. Cuando se sospecha que hay posibilidades de que una paciente tenga un parto prematuro se utilizan esteroides para madurar los pulmones fetales y disminuye la gravedad de la enfermedad pulmonar si no es posible detener el trabajo de parto.
Toda embarazada que esté haciendo un trabajo de parto pre-término o prematuro si no ha sido probada la presencia de estreptococos del grupo B debe recibir antibióticos hasta el momento del parto.
Rotura de membranas
La rotura de membranas se produce normalmente antes de parir. En este caso estamos hablando de la rotura prematura de membranas, la cual no se sabe exactamente porqué se produce, pero la infección puede estar presente en muchos casos.
Ante la menor duda que tenga la paciente debe acudir a su obstetra el cual le indicará el tratamiento que debo seguir y este debe cumplirlo hospitalizada y reciben antibióticos, esteroides y medicamentos para detener el trabajo de parto.
Desprendimiento de la placenta
Hay algunas ocasiones en que la placenta se desprende del útero antes del parto y esto se llama desprendimiento de la placenta y se produce en menos del 1% de los nacimientos. Este desprendimiento puede causar la muerte del feto y en la madre produce un sangrado grave y shock. Las causas que provocan esta complicación, que es grave si no se diagnóstica con rapidez, pueden ser hipertensión arterial, edad materna avanzada, embarazos previos, diabetes, distensión uterina por exceso de líquido amniótico, embarazo múltiple, trauma (puede ser un choque o accidente), rotura prematura de membranas, cordón umbilical corto.
Los síntomas son muy variados, pero la aparición de sangrado vaginal abundante y dolor abdominal intenso debe poner al obstetra en alerta sobre esta posible complicación. Hay signos de pérdida aguda de sangre en la madre y el feto y generalmente es necesaria la operación cesárea para salvarlos, también es necesario aportar sangre a la madre en caso de un sangramiento profuso para evitar el colapso.
Este es una de las complicaciones en que es necesario actuar con rapidez pues se encuentra el juego la vida de la madre y el hijo.
¿Ante qué síntomas debes llamar al médico?
Si estás embarazada, no dudes en llamar a tu médico o matrona si algo te molesta o preocupa. Ante los siguientes síntomas debes de hacerlo de inmediato:
- Si tienes pérdida de sangre
- Ante la inflamación repentina de las manos, los dedos o la cara
- Dolor de cabeza muy agudo o mantenido
- Dolores agudos en la parte inferior del abdomen o calambres
- Ante fiebre alta o escalofríos
- Si presentas vómitos o náuseas incontrolables
- Molestias al orinar, dolor o ardor
- Visón borrosa o dificultades visuales
- Si sientes mareos y confusión
- Disminución o ausencia de movimiento de su bebé después de las 28 semanas de gestación
- Si tienes pensamientos negativos con relación a tu bebé
- Dificultad para respirar o falta de aire de forma repentina
- Si sientes dolor o presión en el pecho o abdomen
- Pérdida de líquido vaginal
- Contracciones uterinas antes de la fecha esperada
- Golpes o accidentes
- Cambios anormales en el flujo vaginal
- Várices o hemorroides dolorosas
Conociendo las complicaciones del embarazo, podrás detectar los signos y síntomas de que algo no anda bien y atendiéndote a tiempo podrá ser más exitoso tu tratamiento y así estar más cerca de tener a tu bebé en brazos. ¡Mantente alerta, es tu salud y la de tu bebé!