La pubertad es la etapa de transición a través de la cual el niño adquiere la capacidad de reproducirse desarrollando sus caracteres sexuales secundarios. Este término procede del latín de la palabra “pubere” que significa pubis con vello.
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¿Qué es la pubertad?
La pubertad es una etapa biológica de la vida de los niños donde se producen los eventos siguientes:
- Desarrollo de los caracteres sexuales secundarios
- La maduración completa de las gónadas
- Maduración de las glándulas suprarrenales
- Adquisición del pico de masa ósea, grasa y muscular
- Se logra la talla adulta
Su duración es de aproximadamente cuatro a cinco años. No se debe confundir la pubertad con la adolescencia. La adolescencia es el periodo de tránsito entre la infancia y la edad adulta que se inicia con la pubertad, pero sigue mucho más allá. Sobre el tema hablaremos en otro artículo.
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La pubertad se define como el período de tiempo en que se producen cambios físicos y psicológicos que llevan a un desarrollo fisiológico y emocional en los niños. Durante este período también experimenta una aceleración del crecimiento, acompañado de cambios psicológicos y conductuales que dan fin a la niñez.
¿Cuáles son las edades que se corresponden con la pubertad?
La etapa de la pubertad se inicia en las niñas entre los 8 y los 13 años, con la aparición del botón mamario, conocido como telarquía y en los varones se manifiesta entre los 9 y los 14 años, con el inicio de un aumento en el volumen testicular.
¿Cuáles son los cambios que ocurren durante la pubertad?
El evento que marca el comienzo de la etapa puberal es el inicio de la secreción de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH), secretada por el hipotálamo y captada por la hipófisis.
Esta estimula la producción de gonadotrofinas (la hormona luteinizante (LH) y la hormona folículo estimulante (FSH)), las cuales estimulan a su vez la producción y secreción por las gónadas de estrógenos y testosterona, en las hembras y varones respectivamente. Hay factores activadores y represores de la pubertad.
Estos esteroides se relacionan con el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios, que marcan la aparición de la pubertad. El primer signo de que este proceso está ocurriendo es la sudoración axilar, tras la cual comienza a aparecer el vello púbico, el axilar y el acné.
En los niños, la pubertad se expresa primero en el aumento del tamaño testicular, tras lo cual aparece el vello en el pubis (pubarquia), se inicia el crecimiento del pene y posteriormente el estirón puberal.
En las niñas, generalmente la etapa puberal comienza con la telarquia (en el 85% de los casos), mientras en el por ciento restante primero se desarrolla el vello púbico, que es el paso siguiente en la mayoría de las hembritas. Luego comienza a desarrollarse el vello axilar y, finalmente, aparece la menarquía o primera menstruación.
Pubertad normal
En algunos casos, la pubertad puede no seguir exactamente la misma secuencia que mencionamos anteriormente. No obstante, aún se consideran estas variaciones como normales.
Telarquia precoz
Es posible que, a partir de los 8 años, la niña comience a desarrollar una o ambas glándulas mamarias sin otros signos de la llegada de la pubertad y sin aumento de talla.
Esta telarquía precoz, si avanza de forma progresiva, es considerada normal. Pero si el aumento es exagerado o muy rápido, debe estudiarse para descartar posibles fuentes productoras de estrógenos.
Este proceso por lo general no se trata, sino que se controla el desarrollo puberal y la talla hasta que comienza la respuesta.
Pubarquía precoz
Consiste en la aparición de vello púbico en las niñas menores de 8 años o los niños menores de 9.
Se debe estudiar los antecedentes personales y familiares que puedan indicar una hiperplasia suprarrenal congénita, historial de infertilidad y antecedentes de que el menor fue clasificado como Pequeño para el Estado Gestacional (PEG).
De igual forma, debe considerarse si el menor estuvo expuesto a sustancias andrógenas como la 17 OH progesterona, la dihidroepiandrostenediona (DHEA-S), la testosterona total, o la insulina. De resultar todo normal se realiza seguimiento clínico hasta que se evidencie una respuesta.
En el caso que la pubarquía se asocie a olor axilar adulto, aparición de vello axilar, activación de las glándulas sebáceas y aumento en la talla o en la edad ósea a tan temprana edad, es probable que esta pubertad precoz sea de tipo patológica y requiera tratamiento.
Pubertad patológica
Cuando existe un adelanto o retraso de la aparición de la pubertad, es probable que estemos ante una patología que está afectando la correcta activación del eje hipotálamo-hipofisario.
Pubertad precoz
Es la aparición de los caracteres sexuales secundarios antes de la edad normal de la pubertad. Se clasifica en precoz central o precoz periférica, en dependencia si se activa o no el eje hipotálamo-hipofisario.
Pubertad precoz central
Si se activa el eje hipotálamo-hipófisis-gónada y se comienzan a producir esteroides sexuales, con aumento de la velocidad de crecimiento y/o menstruación, estamos en presencia de una pubertad precoz central. Las causas por las cuales se puede presentar son muy diversas algunas de ellas congénitas, patológicas o adquiridas.
Por sensibilización secundaria del eje hipotálamo-hipofisario
En este caso, se estudiará la edad ósea, se realizará una ecotomografía ginecológica para medir el incremento de la relación cuerpo/cuello y la longitud uterina. Posteriormente, el menor se derivará a endocrinología infantil para realizar de ser necesario el test de LH-RH y una resonancia nuclear magnética con foco en silla turca. El síndrome de silla turca vacía es la causa orgánica de la pubertad precoz central en el 50% de los niños y entre el 5%-15% de las niñas.
De ser diagnosticada, la pubertad precoz central se ralentiza usando un análogo de GnRH, que inhibe la secreción de GnRH.
Pubertad precoz periférica
En este caso, existen niveles elevados de esteroides sexuales pero no activación del eje hipotálamo-hipófisis-gónada. Los signos de esta etapa no siguen la secuencia fisiológica.
Como en el caso anterior sus causas pueden estar relacionadas con diversas patologías, con problemas hereditarios de tipo familiar o por otras causas que es necesario investigar para poder definir el tratamiento.
En dependencia de la etiología de la aparición de la pubertad precoz periférica, el tratamiento será quirúrgico o médico. En estos casos no responden a los análogos de GnRH.
Retardo puberal
Si un niño excede los 14 años de edad o una niña los 13 sin haber manifestado la aparición de la pubertad, o la niña no tiene su menarquía antes de los 15 años o 5 años después del comienzo de la pubertad, se considera que existe un retardo puberal.
Las causas más frecuentes pueden estar en la constitución del menor, evidenciándose en el historial familiar. No obstante pueden ser causa del retardo puberal:
En estudios de laboratorio varios se descartarán patologías crónicas o endocrinopatías y se determinará si el retardo puberal es producto de un retardo constitucional del desarrollo, en cuyo caso la pubertad aparecerá más adelante y la talla final y características sexuales del menor no se verán afectadas. En este caso, no se utilizan terapias hormonales.
Si existe una patología de base, se procederá a tratarla según convenga. En los casos en que exista Hipogonadismo hipogonadotrópico, se tratarán con esteroides sexuales durante un tiempo prolongado hasta la aparición y completamiento de la pubertad.
Si la pubertad se adelanta o retrasa marcadamente, se considera una pubertad patológica, pero la gran mayoría de los niños tienen un comportamiento normal
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