¿Qué puedo hacer si mi hijo es desobediente? Claves para que haga caso

Cuando tu hijo se muestra desobediente y no te hace caso no debes culparlo: esta conducta siempre ocurre de forma interactiva, o sea, también tú eres responsable. Decir mi hijo no me hace caso no es la frase lapidaria, si esto sucede es porque no sabes imponer tu criterio de forma efectiva.

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 Debes ser comprensivo y paciente con esta situación, pero intentar encontrar las causas que provocan  la desobediencia y saber qué puedes hacer al respecto. Es probable que esto te provoque confusión y frustración, pero tienes que hacer un análisis de tus acciones para ver qué has estado haciendo mal en la educación de tu hijo y no volver a repetirlo.

Es de gran importancia que antes de convencerte de que tu hijo es desobediente evalúes si las órdenes son adecuadas a sus posibilidades y que sean claras y firmes

Niños desobedientes y sus comportamientos

Los comportamientos más comunes en los niños desobedientes, son los siguientes:

  • Cuando le pides algo a tu hijo, este te responde con un “no quiero” categórico.
  • Si le dices que está haciendo algo inadecuado y que deje de hacerlo, el niño continúa haciéndolo.
  • Cuando le llamas la atención tal parece que no te escucha y continúa haciendo lo mismo
  • Necesitas lamarle muchas veces la atención, gritarle o tomar otro tipo de medidas más drásticas.

Este tipo de comportamientos son muy frustrantes para los padres, pues piensan que han perdido autoridad y todo puede empeorar si se empiezan a acusar entre sí. Pero, aunque este comportamiento pueda resultar desconcertante, todo es cuestión de paciencia, disciplina, tiempo y buena comunicación.

Lidiar y ayudar a mejorar la conducta de un hijo desobediente requiere paciencia, ecuanimidad y calma para diseñar las mejores estrategias para promover un comportamiento más favorable en tu hijo

¿Por qué mi hijo es desobediente conmigo?

Las razones por las cuales tu hijo es desobediente pueden ser numerosas, pero aquí analizaremos algunas de las más importantes. Entre las que más frecuentemente conducen a este comportamiento se encuentran:

Dar órdenes confusas o ambivalentes: Cuando le pides a tu hijo hacer algo, asegúrate de que tus palabras son las adecuadas y evita dar órdenes contradictorias. Si les dices que hay determinadas cosas que no se pueden hacer, debes comportarte según esas mismas normas. Recuerda que eres el modelo para tu hijo.

No tener en cuenta la etapa evolutiva de tu hijo: no es lo mismo un niño de 2 años que uno de 10 y aún más complejo es la etapa de la adolescencia. Cada uno evoluciona según su edad y siguen normas de conducta  que necesitan órdenes distintas.

Imponer la autoridad y no ganarte el respeto de tu hijo: reafirma tus opiniones con lógica y razonamiento, no con imposiciones. Tu hijo reconocerá tu autoridad porque es necesario, sin el clásico “porque lo digo yo”.

Las órdenes que tu hijo debe acatar deben ser acorde con la edad del mismo, y son muy diferentes en las primeras etapas de la vida, en la edad escolar que en la adolescencia

No prestarle el debido tiempo: tu hijo necesita de tu compañía y cariño, mucho más que de los juguetes. Compartiendo planes juntos le demuestras cuanto lo quieres y serán menores las posibilidades de que sea desobediente.

¿Cómo proceder ante un hijo desobediente sin desesperarse?

Si a pesar de todos tus esfuerzos tu hijo continúa desobediente, existen algunas cosas que puedes hacer para llegar a un terreno de comprensión:

Pregúntale su opinión y escúchalo: si tu hijo se equivoca pregúntale qué va a hacer para solucionarlo. De esta forma aprenderá que hay que pensar en actuar en consecuencia a sus errores.

Tener paciencia y luego actuar: si tu niño se encuentra enojado, ya se tranquilizará y podrás conversar mejor con él. De esta forma, le enseñas que la forma de enfrentar determinadas situaciones consiste en hablar tranquilo y con calma.

Obligarlo a pensar y reflexionar sobre su conducta: puedes sentar a tu hijo en una silla por una cantidad de minutos determinada. Aplicado de forma consistente y obligatoria, funciona en algunos niños.

La vida escolar le será más fácil si tu hijo desarrolla una conducta obediente desde el hogar, de esta forma la inserción escolar de tu hijo le resultará más fácil y lo aceptará mejor el grupo social

¿Por qué un niño puede ser desobediente y cuáles son sus efectos?

En primer lugar, es una manera de nuestros hijos para demostrar que son independientes y ya no son pequeños. Cuando el niño no hace caso, se libera de lo que no le gusta hacer. De esta manera aprende que no hacer caso es efectivo para no tener que hacer lo que se les pide.

En segundo lugar, muchos padres no prestan la debida atención a esta conducta con lo que la refuerzan y se vuelve repetitiva.

Por último, cuando tus hijos tienen un comportamiento desobediente, consiguen que le prestes mayor atención. Se sienten que valió la pena porque se sienten el centro del mundo aunque solo sea por unos minutos. Esto sucede sobre todo cuando han comprobado que solo consiguen llamar la atención con ese comportamiento, aunque solo sea para que lo regañes.

Algunos consejos para lidiar con un hijo desobediente

Lo primero es meditar bien qué le vas a pedir a tu hijo. Antes de dar una orden hay que pensar lo que se pide, asegúrate de ser justo en tus requerimientos. Solicita de él solo lo necesario y hazle saber que no tiene alternativas. Es lo conocido como una orden dura, o sea, está en la obligación de hacer lo que le pides.

Cuando lo hagas, asegúrate de que tienes toda su atención, que te escucha y te comprende. En todo momento debes dar las órdenes con un tono seguro y firme, no es necesario que grites o amenaces, pues lejos de conseguir aprobación lo asustarás y al final terminará haciendo lo mismo.

Los valores fundamentales se inculcan en las primeras etapas de la vida y es una responsabilidad que básicamente depende de los padres, es una responsabilidad compartida que debes promover y cultivar

Si te responde diciendo que no quiere, entonces, sin enfadarte y con calma, le vuelves a repetir la orden. Si aun así continúa sin hacer caso, le haces otros llamados de atención y le anticipas las consecuencias de no obedecer.

En el caso de que no obedezca en lo absoluto, debes actuar de forma firme, sin demasiados reproches ni comentarios: acciona como si no te interesase demasiado para que no lo vea como una recompensa al llamar tu atención.

Cuando el niño obedezca siempre debes elogiar su actitud y prestarle todo tu tiempo. De esta manera se percatará que la recompensa es mayor y más agradable cuando se porta bien que cuando se porta mal. Es posible que pienses que esta manera de actuar con tu niño es complicada, pero lo cierto es que con ella le estarás educando y le ahorrarás muchos sinsabores en la escuela, con sus compañeritos y sus maestros.

Recuerda siempre…

Lograr que tu hijo aprenda a obedecer lo ayudará a sopesar cuales son las mejores decisiones a tomar en dependencia del momento y el lugar en que se encuentre. También hará de él un niño mucho más independiente y seguro.

A tu hijo lo educas para insertarse en una sociedad, cada día más globalizada. Para insertarse en ese mundo debes prepararlo, y eso comienza en el hogar inculcándole valores que lo acompañarán por toda la vida. No es obedecer por obedecer, es razonar con él, explicarle y apoyarlo para que acate órdenes, pero al mismo tiempo que defienda sus puntos de vista y sus valores ante el difícil y maravilloso trayecto que la vida le impondrá.

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