Una apendicitis en niños es uno de los temas que más preocupa a los padres. Porque a veces simplemente no sabemos identificarla. Muchas veces, un dolor de estómago nos puede hacer correr a emergencias, cuando felizmente solo se trataba de una mala digestión.
Mientras que escuchamos de otros padres que no le han dado importancia y terminó siendo una apendicitis. Sucede que los síntomas, tanto en niños como adultos, pueden ser confundidos muy fácilmente con otras dolencias.
Pero una apendicitis no atendida correctamente puede generar un problema grave de salud. De ahí la importancia de estar atentos a las señales que nos da una apendicitis y acudir sin dudar a una consulta médica.
Contenido
Qué es una apendicitis en niños
Se llama apendicitis a una infección del apéndice. El apéndice es una pequeña prolongación hueca del intestino. Generalmente llega a medir entre 8 y 9 cm de largo y de 5 a 10mm de ancho, no más que eso, pero tiene una función vital.
El apéndice genera bacterias buenas que regulan la flora intestinal para mantener un intestino saludable. Por su función inmunológica, el apéndice forma parte de nuestro sistema linfático.
Cuando por alguna razón, que mencionaremos a continuación, se tapa la comunicación de esta especie de tubo con el intestino, se puede generar una infección en su interior. Dicha infección es conocida como apendicitis.
Causas de una apendicitis en niños
Como decíamos anteriormente la infección del apéndice se produce al taparse su conexión con el intestino delgado. Entonces, tendremos que ver que puede ocasionar dicha obstrucción.
Una de las razones por las que el pequeño agujero puede ser tapado es por heces o lombrices intestinales. La otra razón, está dada por su función inmunológica. Cuando el organismo se está defendiendo de una infección, el tejido linfático existente en el apéndice también se inflama y tapa el conducto.
A partir de qué edad se puede tener apendicitis
Por las razones explicadas una apendicitis recién aparece a partir de los ocho años. Los casos de apendicitis en niños más chicos son muy escasos y la gravedad y mucho mayor. La mayor cantidad de los casos se desarrollan en la edad de la adolescencia y adultez.
Síntomas de una apendicitis en niños
Los síntomas de una apendicitis en niños se suele confundir con una gastroenteritis. Lo que puede generar un retraso grave del diagnóstico. Por ello, tienes que estar atento a estas señales específicas que da una infección del apéndice.
Molestia arriba de su pancita
Es probable que el niño comience a sentir algunas molestias en arriba de su pancita, específicamente alrededor de su ombligo. Esta molestia generalmente viene acompañada de vómitos o náuseas.
Dolor intenso
Pasado el tiempo, luego de unas pocas horas, el niño siente un dolor cada vez más agudo y centralizado al costado derecho de su abdomen. En esta instancia puede comenzar a sentir fiebre y una pátina en la parte superior de su lengua.
Dolor constante
Al pasar el tiempo el niño no siente hambre y no tiene ánimo para levantarse y jugar. Esto se debe a que siente un dolor constante. En el caso de una mala digestión, el niño sentirá retorcijones y luego tratará de comer algo o jugar.
Estos tres pasos son específicos del avance de una infección de apéndices. Por lo tanto, ante estos síntomas se debe llevar al niño a una consulta urgente con un pediatra.
Riesgos de una apendicitis en niños
No hace falta que el niño presente vómitos o fiebre, para llevarlo a un centro médico. Un dolor constante en más de una hora es argumento válido para una urgencia. Una apendicitis no tratada a tiempo es un riesgo muy grave.
La infección produce una inflamación tal del apéndice, que puede provocar la perforación del mismo. Lo cual es muy peligroso, porque puede dar lugar a una nueva infección. La infección de la membrana que cubre las paredes del abdomen, el peritoneo. Convirtiendo el diagnóstico en una peritonitis. En esos casos se debe tratar quirúrgicamente de manera urgente.
Cómo evitar una apendicitis
Conociendo las causas podemos anticiparnos y tratar de evitar que nuestros niños y todos los demás integrantes de nuestra familia sufran de apendicitis.
Dieta rica en fibras
Si seguimos una dieta saludable, rica en fibras podemos facilitar una buena digestión y movimiento intestinal. Por lo tanto, es ideal incorporar una gran cantidad de verduras y frutas diariamente, además de una porción de cereales integrales.
Descubre más: Conoce la lista de verduras que tienes que incorporar en la dieta de los niños
Descanso adecuado
El trascurso de la digestión está íntimamente relacionado con el estrés que sufrimos a diario. Comer en un ambiente no tranquilo, o comer muy apurado puede perjudicar a la absorción adecuada de nutrientes.
Provocando diarreas o constipación. Ambas situaciones pueden provocar una apendicitis.
Atención médica regular
Ante una infección en cualquier parte de nuestro cuerpo, debemos recurrir a un especialista para que nos aconseje el antibiótico adecuado. De esta manera evitaremos la inflamación del tejido linfático que se encuentra en el interior del apéndice. Como así también cortar con el desarrollo de bacterias y microorganismos, especialmente en el sistema digestivo.
