Cómo dormir al bebé y conseguir descansar mejor tú también

Vamos a ser sinceros. Una de las etapas más difíciles en la vida de una persona es cuando llega un nuevo miembro a casa y digamos que le cuesta trabajo descansar al mismo ritmo que el nuestro. Sí, todos estáis ya pensando en vuestro bebé, la mayor suerte de vuestras vidas, pero, también la fuente más inagotable de cansancio. Y es que aprender a cómo dormir al bebé es toda una ciencia que no siempre conseguimos desarrollar tan rápido como nos gustaría. Incluso, a veces no es cosa nuestra y eso hay que tenerlo bien claro para evitar disgustos y culpas innecesarias.

Saber cómo dormir al bebé es clave para que él descanse, pero también para que lo puedas hacer tú. Y es que cuando tenemos en casa un peque que pasa las noches en vela llorando, la rutina se puede hacer muy cuesta arriba para los mayores. Necesitamos descansar para rendir bien el resto del día, tanto en el trabajo como en el resto de situaciones (nuestra propia rutina y cuidado personal y por supuesto el cuidado de la casa y del peque o de la peque). Por eso, aprender algunos trucos para conseguir dormir al bebé es clave. ¡Toma nota y consigue recuperar un poco de sueño!

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El momento del baño, clave para saber cómo dormir al bebé

Seguro que a ti también te relaja. Pues con los peques pasa igual. El momento del baño es imprescindible si quieres que consiga dormir bien, se relaje y pase una buena noche. Por supuesto no te garantiza nada (¡ojalá!), pero sí que puede marcar la diferencia entre que el peque pase una mala noche (y por lo tanto tú también) o que consiga descansar mucho o poco. Lo importante es que todos podáis relajarlos lo máximo posible.

Y hablando de relax pocas cosas funcionan mejor que ese momento del baño. Es importante que el agua esté bien templadita (sin llegar a quemarle, por supuesto) y que te tomes el tiempo necesario para que chapotee un poco y que pueda recibir todos los beneficios de este tipo de tareas. La mejor hora para bañarle es un ratito antes de acostarle y la temperatura del agua ideal ronda los 37 grados. Si quieres aumentar sus beneficios, puedes añadir en el agua unas gotas de aceites esenciales de camomila, lavanda o manzanilla, tres olores que tienen el super poder de relajarle y conseguir que se duerma más fácil. Por supuesto, tienes que asegurarte también de que la habitación del baño esté bien climatizada para que no pase nada de frío al salir de agua, algo que, además de poder ocasionarle un constipado que no deseamos, también puede hacer que se desvele por ese cambio de temperatura brusco.

Llega el momento de la cena

Normalmente, después del baño llega el momento de la cena para el bebé. Es muy importante que esta se lleve a cabo en un espacio tranquilo y que sea un momento solo para ti y para él. Evita lugares muy iluminados o con ruido de fondo. Por ejemplo, si le das de cenar en el salón, apaga la tele y cualquier otra fuente externa de ruido y baja las luces. Igual que tú tampoco consigues conciliar bien el sueño si tienes un fogonazo de luz dándote en los ojos o la tele a un volumen muy alto de fondo, él tampoco lo conseguirá.

Depende de si el bebé toma leche materna o biberón, podemos controlar la temperatura de su cena. En cualquier caso, lo importante para saber cómo dormir al bebé es que el ambiente en el que le demos la cena importa y mucho, como ya te hemos dicho. Cuando toque el momento de sacarle los gases, no lo zarandees mucho. Lo importante es que poco a poco vaya entrando en una atmósfera más relajada y se vaya quedando dormido o dormida mientras tú te encargas de que complete con éxito el resto de su rutina.

Dejarle en su cuna, clave para saber cómo dormir al bebé

Por último, queremos que tengas en cuenta que saber cómo dormir al bebé es algo muy importante que no se aprende de la noche a la mañana y que debes ir cogiendo práctica día tras día. Por eso, cuando poco a poco te vayas soltando cada vez más, descubrirás que el modo en que le metes en la cuna también es muy importante. Como te decíamos, nada de hacer movimientos bruscos ni de entrar en la habitación con todas las luces encendidas. También es muy importante que sepas escuchar a tu bebé y trates de identificar por qué llora: ¿se ha quedado con hambre? ¿Tiene miedo a la oscuridad? ¿Le molesta algo? Todo esto te ayudará a trazar el mapa de lo que puedes hacer por tu bebé para que consiga dormir mejor por la noche… y por tanto que tú también lo logres.

Lo ideal, si no se duerme nada más entrar en la cuna o si ves que está un poco despierto, es que te quedes con él, dándole la manita o haciéndole algunas caricias, estrechándolo contra tu pecho para que escuche tus latidos y sienta tu respiración y hablándole bajito, de forma pausada, para que poco a poco vaya entrando en un estado de somnolencia en el que, esperemos, pueda durar muchas horas y os permita descansar también a los demás, además de hacerse un favor a él mismo ya que descanso es igual a buena salud.

Y si no duerme, no desesperes

Te vamos a decir algo que seguro que no te suena a nuevo y que te va a ayudar mucho para mantener la cordura en los primeros años de vida de tu pequeño. Todo son etapas. De verdad, no desesperes porque sea cual sea el problema de tu pequeño este pasará: si no duerme, si no come, si tiene cólicos, si tiene rabietas… El tiempo pasa y se lleva también estos contratiempos que a ti, como adulto, te desesperan y es muy normal.

Pero si interiorizas que son etapas, que todo tiene su momento y su lugar y que tu bebé también pasará a ser un niño con nuevos retos e inquietudes, seguro que te ayuda a darte cuenta de que el tiempo pasará rapidísimo y seguramente en algún momento de tu vida desees volver a esto que hoy te parece un suplicio pero que en el futuro te parecerá uno de los momentos más bonitos de tu vida.

Y por último no olvides que los profesionales están ahí para ayudarte. Pide ayuda si crees que esto se te va de las manos, si quieres consejos para superar los problemillas que te vayas encontrando y sobre todo si quieres estar tranquilo o tranquila de que lo que le pasa a tu hijo es totalmente normal y no encierra ningún otro problema. Ser bebé es más difícil de lo que parece, así que tú, como madre o padre, lo único que puedes hacer es estar a su lado con total paciencia, cuidando del peque y por supuesto también cuidándote a ti mismo. No te olvides de ti, el bebé también necesita una madre y un padre sanos y felices.

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