El baño del recién nacido… tiene sus trucos y debes conocerlos

El baño del recién nacido es todo un acontecimiento, pero si te preguntas ¿cómo realizarlo de la forma apropiada?, a eso dedicamos este post.

Durante el baño del recién nacido siempre debes colocar la mano por debajo de su cabeza para así evitar accidentes

Muchas madres primerizas temen enfrentar solas esta actividad, por demás normal y que se repetirá muchas veces en los próximos meses. Esto provoca que la mayoría de las veces pida ayuda a una familiar o una amiga que ya ha pasado por esta experiencia.

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Pero, si no hay una mano diestra lista a ayudar o la madre quiere conocer más sobre el proceso del primer baño del recién nacido, no es demasiado complejo. Al menos, no más que todo lo que se refiere a las atenciones que debe tener un neonato.

¿Cuándo dar el primer baño del recién nacido?

El momento adecuado para dar el primer baño del recién nacido es un criterio que ha cambiado con el tiempo. Aunque era habitual dar la primera limpieza a las pocas horas del alumbramiento, hoy en día la Organización Mundial de la Salud recomienda esperar 24 horas.

Esto se debe a que los bebés que se bañan casi luego de nacer sienten más frío por el cambio de temperatura y pueden desarrollar hipotermia. Adicionalmente, un baño muy temprano puede provocar una caída del nivel de glucosa en sangre y que el neonato entre en hipoglucemia.

También el proceso del baño interrumpe el contacto piel con piel con la madre, con la que el recién nacido forma importantes vínculos y propicia la lactancia materna: se ha comprobado que postergar el baño por 12 horas luego del alumbramiento aumenta el éxito de la lactancia materna en un 166%.

Como último beneficio de dar el baño 24 horas después del parto, se ha demostrado que el vérnix caseoso (sustancia cerosa que recubre la piel del bebé antes de nacer) actúa como un hidratante natural y tiene propiedades antibacterianas.

Aunque en muchas ocasiones la mamá puede participar o supervisar este primer baño, lo común es que sea ejecutado por personal de enfermería entrenado.

Así que, al menos desde el punto de vista de la madre, aún tendrá que esperar para disfrutar del primer baño del recién nacido. No obstante, es muy buena oportunidad para aclarar las dudas que se tengan al respecto con la enfermera.

Una vez en casa: el baño del recién nacido

Contrariamente a la práctica habitual, no es necesario bañar al recién nacido todos los días. Ellos no transpiran tanto ni se ensucian como para tener que bañarse por completo con frecuencia. Los pediatras sugieren que 3 veces a la semana es suficiente durante el primer año de vida.

En la primera etapa de la vida el baño no tiene que ser diario con tres veces a la semana lo mantendrás limpio e higiénico

De hecho, exagerar con la higiene puede provocar que su delicada piel se reseque por la acción del agua y los productos de limpieza que se emplean.

Durante las dos a tres primeras semanas de vida del bebé, el baño será de esponja, hasta que el muñón del cordón umbilical se desprenda. Pasado ese tiempo, si el muñón no cae antes de los dos meses de nacido, es necesario consultar al médico para que este dilucide por qué no se ha secado y desprendido.

El primer baño del recién nacido: la esponja

La diferencia principal entre un baño de esponja y uno regular es que en el primero no se sumerge en agua al bebé.

El primer paso es tener a mano todo lo necesario para dar el baño antes de empezar, para que la atención de la madre no se desvíe y no tenga que dejar desatendido al niño ni prolongar el baño más de lo necesario. Los implementos mínimos requeridos para el baño son un recipiente o bañera con agua tibia, un paño húmedo y una toalla seca.

Los pasos por seguir son los siguientes:

  1. Apoyar al bebé sobre una superficie cómoda para ambos: puede ser un cambiador, la cama o una mesa a una altura adecuada, acolchada con una manta o toalla mullida. Es muy importante mantener una mano sobre el bebé todo el tiempo, para evitar accidentes.
  2. Se comienza por la carita, utilizando el paño húmedo. Se debe cuidar que no le entre agua en los ojos o la boca.
  3. Enjuagar el paño y lavar el resto del cuerpo
  4. Se repite el enjuague y se lava la zona del pañal.
El baño debe ser una experiencia relajante y cómoda para el bebé, así que no lo dudes, si aplicas estos consejos lograrás que el baño del recién nacido sea una tarea más fácil y segura

Durante este tipo de baño se mantienen cubiertas las partes que no se están lavando en el momento, para que el bebé no sienta frío. Se debe prestar más atención a aquellas partes dónde hay pliegues en la piel: alrededor del cuello, debajo de los brazos, tras las orejas y en la zona genital.

El primer baño “normal”

Una vez cicatrizado el cordón umbilical, ya se puede bañar al bebé sumergiendo su cuerpo en agua.

No obstante, como es una experiencia nueva para él, debe procurarse que estos baños sean lo más breves y delicados posibles, para que no le haga rechazo a la hora del baño. Si protesta enérgicamente, no es conveniente apresurar el proceso: se puede regresar al baño de esponja durante una semana más o dos.

Lo mejor para estos baños es una tina para bebés que cuente con una superficie antideslizante y un plano inclinado. Como se recomendó antes, la madre debe tener a mano todo lo necesario, para que no se distraiga su concentración del niño.

El primer baño del recién nacido será de esponja hasta que el muñón del cordón umbilical se desprenda, pero luego transitará hacia una experiencia cotidiana y divertida

Es importante señalar que el ahogamiento en tinas es una de las causas de muerte infantil más frecuente, por lo que no se puede dejar al bebé sin supervisión ni un solo instante.

Para bañar al bebé, se llena la tina con unos 5 cm de agua tibia y se le coloca dentro, sosteniendo su cabeza con una mano. Durante el baño es recomendable hablarle al niño para tranquilizarle.

Como casi todo su cuerpo estará por encima del nivel del agua, se debe verter esta sobre él con frecuencia para mantenerle caliente. El jabón indicado para el baño debe tener pH neutro y cero aditivos, y no se recomienda abusar de él para no resecar la piel del bebé.

El cabello debe lavarse de dos a tres veces por semana, siempre empleando un champú suave o gel para baño neutro. Nunca emplee productos de baño para adultos, pues la piel de un bebé es demasiado sensible para ellos.

La higiene del cordón umbilical después del baño la debes mantener hasta que el muñón se desprenda

Para finalizar, se saca al bebé del agua, se le envuelve en una toalla seca y se le cubre la cabecita. Más tarde se le seca sin frotar, con pequeños toques y se aplica un poco de loción hipoalergénica para evitar el resecamiento de la piel y el eccema.

El baño debe ser una experiencia relajante y cómoda para el bebé, así que no lo dudes, si aplicas estos consejos lograrás que el baño del recién nacido sea una tarea más fácil y segura.

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